GESTA POÉTICA
Armando poesía
en su telón de sueños
los poetas van gestando
novedosos
rumbos
donde posar su planta
y renovar su aurora.
¡Les
duele tanto la miseria humana!
...Ellos son la
voz que clama al infinito
su riego de bonanza sobre el seco panorama
del desierto de las almas.
¡Oh!
El poema de amor, el más sencillo,
el primero de un niño,
escrito con la pluma de los labios...
¡Oh! El poema con el nombre
de la amada en letras capitales...
¡Oh! La ternura de unos versos
en
fuga de arpegios celestiales...
¡Oh! El poema del hombre a la mujer...
allí se forja las fiebres de
la carne,
se teje la paz de las conciencias
y se agotan las huestes de la guerra.
¡Oh! el poema que hace
de la brisa
un paisaje de palmeras,
de una flor, ramillete de caricias,
a la madre eleva a su lugar entre las
diosas,
al padre confirma en su nobleza
y de toda pena hace un hito
de esperanza.
¡Oh! El poema
que brota de puro sentimiento,
libre, innato, sin otra forma
que la forma del alma que lo dice...
¡Oh!
el poema del que sabe-
aquel que narra en el dolor del Yo,
el dolor del Tú
y en el plural de su congoja
convierte en suya la tristeza ajena.
¡Eso
es ser poeta!
¡Oh! el poema repentista...
nace en un instante de ojos desplazados
se mece al azar de los sentidos,
lo mueven los seres olvidados
y
se anida en los tugurios
para sembrar los sueños.
¡Oh el Poema libertario!
Germina
donde abundan los palacios
para retumbar con su reclamo
en el sordo laberinto de sus dueños,
derribar
murallas y aplacar tiranos.
¡Oh! el poema
que salta a la palestra
de nuestra tertulia amena,
de bohemia ardiente y lisonjera...
Allí se ensayan
escenarios
de siembra y de cosecha...
¡Oh!
el poema que decimos todos
ante la audiencia de poetas
de nuestra misma laya...
olvidado en un instante...
Es del bardo su prístina ilusión.
¡VAMOS
POETAS!
¡A la palestra de las calles!
Donde habitan los tristes peregrinos
de la suerte impía de no tener destino.
¡A las plazas de la ciudad moderna!
El único refugio de los huérfanos del
mundo.
Allí esperan en camadas de miseria
auroras nuevas para su dolor profundo.
¡A todos los congresos de la tierra!
Donde peroran los genios de la arenga
su discurso
falaz y de mentira,
para declamar el nuestro de grandeza.
¡A los poblados ajenos a la dicha!
donde solo quedan recuerdos de lo viejo
¡A las aulas
cargadas de promesas!
donde esperan los infantes la Luz de su mañana.
¡A la selva donde muere la esperanza!
de verla llegar sin sombras ni patrañas....
a deshojar con versos la espesura
y convertir espinas en dulzainas.
¡VAMOS POETAS!
Que
cesen los lamentos solitarios
Que se escuche unísono el poema libertario
que parta ya la cabalgata por la
ruta
trazada desde las cumbres parnasianas
por los Dioses y las Musas...
marchar al tempestuoso tiempo nuestro
es llegar a ellos.
Joseph Berolo
copyright 2009