Conocer un día a Joseph Berolo a fue motivo de regocijo
para mí. Un café en sus humos compartió los ideales literarios de dos seres que aman la palabra. Atisbé
en sus sentimientos el deseo de conformar un grupo serio y talentoso donde los escritores pudieran expresar y unir textos
con afecto. Aludía a una propuesta de proclamar el arte como baluarte en países donde la voz del poeta se silencia
y pocos son sus portales para llegar al corazón del lector. Se dice que no se vende la poesía, y curiosamente
en cada red se siente la presencia de la sensibilidad de almas que buscan su lenguaje: la palabra elevada a un código
donde se expresa el decir del hombre.
Berolo, desde una generosidad
mayor, entendió que su misión sería grande e importante al fundir en una cibernética experiencia
las necesidades de todo autor. Respetable Quijote con sueños en molinos de vientos y cabalgatas hacia la imaginación.
Hoy Joseph se constituye en un andariego de la cultura que no deja rincón del planeta sin cubrir. Su altruista interés
radica en ampliar el horizonte hacia confines no alcanzados, por ello, Naciones Unidas su creaciòn, aporta un ingrediente
más al viaje del escritor, cuando reconoce que en unión de sus colegas sin distingo de razas, de pueblos, de
color ni de patria un escribano de la vida encuentra espacio en páginas personales bien diseñadas para deleite
de todos los buceadores del idioma de la pluma. La que eleva conciencias y lleva a vuelos insospechados, fruto de la imaginación
y la creatividad en auge. Responden al principal motor de quien sabe hurgar la entraña del ser en sus formas más
íntimas, aprendiendo a cohabitar con el otro y hacerse a un rol de las historias inventadas o recogidas en el andar
de un oficio que se quiere confidencial y audaz.
Frente
a la nueva iniciativa de Joseph, cuyo nombre ya se perfila bajo la imagen de un gestor cultural con ansias de ver al mundo
en su justa medida de unidad para cuidar desde la palabra al entorno, a la naturaleza y sobre todo al prójimo, individuo
que desde sus diferencias nos ayuda a crecer en un camino interior: espejo de las rutas del alma. Expresiones plasmadas en
la palabra. Bandera ondeante de las conquistas que le proporcionan evolución al hombre en su devenir de ente de una
sociedad que precisa la presencia y actuación de sus artistas en el campo de batalla de la existencia, con un idioma
de pájaros en vuelo y flores al viento mientras las metáforas miman los versos e invocan un cambio de actitud
para una convivencia en paz y armonía, reflejo de un trayecto de reflexión y de crecimiento interior.Bella
Clara Ventura
En tus versosgermina¨el almaCavan hendidura y profundidad en la sangre de la metáfora. a la tierra le devuelve el fruto con la savia de la poesía. Incansable labor de aplausos labrada riega poemas por el mundo. con tus alas en danza cósmica Pájaro
de largo y ancho vuelo. Sin
descanso y en sonrisas La noche te
viste de brillos. Estrella
de los mares de palabras. La
mañana te envuelve con abrazos a
la altura de tu espíritu, dadivoso
con los escritores Cobija tus
calores de infinitos donde
tus pasos forjan la huella Se
esponja tu experiencia de gestor cultural. Quijote
de las Naciones Unidas. En
tu lomo se dibuja la exitosa lidia y
en tus ojos pintas cosechas de amor. Proximidad
a tu semejante, conocedor
de tu riqueza interior. Llena
de lunas trasnochadas con
la estocada del tiempo y
la impresión de la fantasía. Soy anfitriona de tus alegrías.