Rubén Arribas
EL SILENCIO
Silencio; ocho letras que encierran tanto y la energía de poder decir: estoy sentado en un
cómodo sillón, recostado en la cama, en un tronco en el patio, en el piso.En tantos lugares como se pueda imaginar,
pero en silencio. El que sólo contemplará mis pensamientos, las cosas que van y vienen, la vida, todo el mundo
interior que produce un ordenamiento de circunstancias; únicamente él, te puede ordenar. Simple, con todo el
lugar y tiempo que necesita, quizás parezca soledad, otro mundo...
Pero hace sentir la esencia de la vida.
Tu alrededor te ayude a sentir la paz que hace y produce el silencio. Ni más ni menos, amigo del pasado, acompañante
incondicional del presente, desde el inmenso fragor y su callar, dando la sensación de saberte, TAN SABIO.
Me permitís en una clase de vida, estar traduciendo mis pensamientos en fantasía y realidad; conjunción
de elementos que hacen que el mundo camine y nosotros detrás de él, abandonándote, siendo el mejor compañero
en rígida situaciones...Hoy junto a ti de solamente imaginarme el mañana, pero dejando pasar y tomando fuerte
a su vez los distintos momentos por los que me irá llevando la vida, me ayudas a pensar, poder tener la vivencia más
hermosa, o quedarme dormido; experimento el placer de tenerte conmigo, haberme permitido escucharme y dejarme accionar de
tal manera que sólo contigo puedo resolver.
Pero ahora te dejo con alegría, sabiendo que estas a
mí lado y te puedo tener cuando yo quiera. Gracias por acompañarme y disfrutarte; Eres algo simple y trascendente:
SILENCIO.
