Mario Mathor, presidente del Gremio Poético
Colombiano, abandera a los más de 100 escritores de diferentes regiones del país que presentan sus obras en
la FILB0 2024
GREMIO POÉTICO COLOMBIANO @gremiopoeticocolombiano6965
El sueño y la hazaña de estos cerebros
poéticos Bella Clara Ventura
02/mar./24 - 13:28 LA MIRADA DE ULISAS dentro de sus empeños, ella con sus pupilas bien dilatadas, desea destacar la
obra de aquellos Quijotes modernos que se hacen a andanzas dignas de aplausos por realizaciones con fines altruistas y culturales.
Dejan el sabor a miel en el alma y llenan vacíos en los espíritus anhelantes de un alimento más elevado.
Es el propósito del Gremio Poético Colombiano y de su fundador, el poeta y educador Mario Mathor. Nace de manera
espontánea, sin una idea precisa de volverse la organización que hoy representa. Víctor Lachida, poeta
y periodista peruano muere durante la pandemia el 15 de abril. El 17 del mismo mes, en pos de un sentimiento de gratitud por
el espacio que brindaba Víctor a los poetas colombianos en su programa radial, deciden rendirle un homenaje póstumo.
Se reunieron 17 poetas colombianos para tal circunstancia. Aquella unión dio lugar para juntar con generosidad y aceptación,
¡asunto nada fácil! a los poetas. Vieron, sin mezquindades ni egos mal puestos, la posibilidad de una alianza
con la finalidad de identificar a los poetas en Colombia y enriquecer la imagen de la poesía al reunir al gremio bajo
banderas de la acción, de la congregación sin prejuicios de ninguna clase y del desarrollo de la tolerancia
y el respeto para tal emprendimiento. No calcularon que esa semilla daría en poco tiempo los frutos que hoy muestra
el Gremio Poético Colombiano con más de 270 abonados y varias agrupaciones poéticas del país,
más de 30, respaldando la labor de la ingeniosa fusión al invitar a los poetas colombianos de varias regiones
del país, inclusive las más apartadas, y hacer de la unión la fuerza que una hermandad precisa. En cabeza
y el compromiso de Mario Mathor y de su equipo de trabajo se dirigen los destinos de esta embarcación. Lleva el estandarte
de la poesía colombiana en alto. Una bitácora que exige esfuerzos, sudor, lágrimas, dedicación
y muchos bríos como los que tiene esta joven agrupación, que ha suscitado tanto interés. Sin bien, no
cuenta con ayudas gubernamentales, que poco o nada hacen para el bien de la cultura, sabiendo que es un pilar cardinal para
la conducción de una nación a buen puerto, los afiliados en vista de la seriedad ofrecida por la asociación
del Gremio Poético Colombiano, pronto entendieron la necesidad de hacerle frente a las carencias para sacar adelante
el navío de la poesía en Colombia. A babor se montaron y algo que empezó de manera intrascendente fue
cobrando impulso y renombre. La Fundación Amenti Internacional le dio su aval. Sus ambiciosas rutas han llevado al
Gremio Poético Colombiano a una posición de relevancia. Empezaron con proyectos modestos, pero que estimulaban
el talento poético con programas de concurso sobre el poema, que obtuviese mayor votación en la presentación
realizada cada 15 día por zoom en el programa "Cita con el Gremio". Convocaba a los poetas para incentivarlos
con moneda contante y sonante, asunto nunca visto con anterioridad. Fueron sucesivos proyectos que afianzaron la proyección
tanto de Mario como de su equipo de labores al permitirle mayor exposición a la poesía colombiana. Se dirigían
a la conquista de espacios para difundir a los poetas y sus libros. Lograron calar en la Filbo, la feria Internacional del
libro con sede en Bogotá, al inicio con un espacio modesto, que en menos de cuatro años ha visto, como lo he
verificado yo con mi mirada perspicaz y "ulisiana", crecer sus posiciones hasta lograr empoderarse de manera admirable.
Deja en brillos a la poesía colombiana con premios y prebendas que le dan estímulo al poeta y visibilidad a
su obra, inclusive en ferias y encuentros en otros países. Tesón con el que fue ideada la agremiación.
Se creó "El Verso Dorado de la Poesía Colombiana" dando el crédito al talento de los poetas
en cada asignación para motivarlos y distinguir sus obras. Se establecieron 30 categorías que tuvieron una gloriosa
representación.
Este año al estilo
de Hollywood fue creada la alfombra roja en la Biblioteca Luis Ángel Arango, punto emblemático de Bogotá
donde se hicieron acreedores varios poetas de estimulantes preseas para continuar con la ardua tarea de seguir dándole
nombre y apellido a los poemas y a la poesía en general.
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