Planeta Lucero Azul es el
primer libro de poemas de Lucero Jordán Molina. Una mujer que busca la inspiración en la naturaleza y que constantemente
elogia a los que considera sus grandes maestros. Desde que tiene uso de razón el arte la ha acompañado, primero
como una influencia en su entorno familiar y luego en el gusto que la acompaña día a día para llenar
sus días. Lectora
incansable y de gran sensibilidad social, esta autora que reside en Armenia da su primer paso en el mundo de las publicaciones.
Por ahora su libro empieza a conocerse en diferentes encuentros de poesía a nivel nacional, encontrando en el público
aceptación e identificación. El Quindiano conversó con Lucero Jordán Molina de sus metas, sus textos, sus
silencios, rutinas y la contemplación que imprime en cada palabra que construye su primer libro. El Quindiano: ¿Para usted
qué significa la poesía? Lucero Jordán Molina: Es algo importante en el ser humano. Todos deberían leer poesía.
Estar perfeccionándose en las letras como alimento del espíritu. El Quindiano: ¿Cuándo se encontró con la
poesía? Lucero
Jordán Molina: Desde niña aprendí a acercarme a las letras en general viendo y escuchando a mi mamá
leerme a Rafael Pombo, hasta que me lo aprendía me memoria, entonces ella se tenia que inventar algunos cuentos. Luego
a los 12 años comencé a escribir pero nada publicable. Esto tardó décadas. El Quindiano: ¿La influenció
su papá o su mamá al momento de conocer la poesía? Lucero Jordán Molina: Yo creo que ambos. A ellos les gustaba
mucho la literatura y en general el arte. Mi padre fue poeta y cuando yo era niña se reuninan en la casa los poetas
en Cartago: Humberto Jaramillo Ángel, Julio Alfonso Cáceres y otros. Se ponían a declamar y eso a mi
me gustaba porque empezaba a ver la poesía como un lienzo. El Quindiano: ¿Qué le gusta más, la prosa o la poseía? Lucero Jordán Molina:
La poesía aunque ambas son hermosas. Lo que pasa es que me identifico más con la primera. Se me facilita para
expresarme. El
Quindiano: ¿Cuando da el primer paso de la lectura a la escritura? Lucero Jordán Molina: Desde hace unos ocho años
que decidí retomar la escritura. El trabajo y otras cosas me habían alejado un poco, no del todo. Estudiaba
música en bellas artes pero el llamado de la poesía no se hizo esperar más y ahora hago también
composiciones musicales. El
Quindiano: ¿Qué poetas admira? Lucero Jordán Molina: Rubén Darío, Borges, Benedetti , Neruda, Alejandra
Pizarnik, yo creo que como amante de la lectura no tengo límites, fronteras. No denigro ni discrimino a quienes hacen
poesía. El
Quindiano: ¿De dónde nace la idea de su primer poemario? Lucero Jordán Molina: Por una urgente necesidad de expresar
lo que veo con tanta descomposición social en Colombia y el mundo. Nosotros no amamos el país. Esta es una sociedad
inhumana. No le damos el buen trato a la naturaleza así como ella nos ha tratado. Entonces todo eso me llevó
a buscar escribir poseía para abordar esos temas. Para hablar de la contaminación, del abandono de los niños,
la familia, la violencia contra la mujer. Por eso este libro es la base de mi obra. Una reflexión para que las personas
tomen consciencia. Sin regañarlos, solo digo verdades. El Quindiano: ¿Cómo fue su disciplina para llevar el poemario
a un buen puerto? Lucero
Jordán Molina: Escribía sin horarios. Me llegaban las ideas en torbellino y las escribía de un solo tirón.
Luego ya con tiempo me sentaba a corregir, mirar, editar, mejorar cosas, analizar. El Quindiano: ¿Qué se siente al ver
su trabajo terminado? Lucero
Jordán Molina: Una felicidad única. Una alegría inmensa. Esto es como un hijo para uno. Es algo que se
lleva en el alma. Cada libro, cada poema es eso, un hijo, así lo siento yo y no lo cambio por nada del mundo. El Quindiano: ¿Qué
le han dicho sobre usted ponerse a escribir poesía cuando muchas personas a su edad solo piensan que el retiro laboral
es para no hacer nada? Lucero
Jordán Molina: Es que jubilarse no es envejecer. Uno tiene que rejuvenecer intelectualmente en muchas cosas. En mi
caso son las lecturas y el arte en general. Por eso la gente se enferma. Uno mismos se inhibe y se pone barreras que no existen.
Las personas se pensionan y se encierran. Yo busco cosas para hacer y me inspiro. El retiro es para uno disfrutarlo. Hay que
aprender música, bailar un tango, boleros. Es que los años no existen, lo que existe es la vida y hay que disfrutarla. El Quindiano: ¿Cuál
ha sido el apoyo para dar a conocer el poemario? Lucero Jordán Molina: Lo he podido enviar a Estados Unidos con unas amigas.
Ellas lo darán a algunos escritores y espero hacer un lanzamiento pronto. Estamos organizando algo en Bogotá.
Me gustaría que en Armenia se hiciera la presentación para la época de fiestas aniversarias. El Quindiano: ¿Lo más
particular que haya vivido en algún momento de su vida? Lucero Jordán Molina: Igual a la música, el canto, la literatura
y la poesía no encuentro otra felicidad más grande. Y ahora saber que puedo hacer y publicar mi poesía
es satisfactorio y sobre todo llevarle un buen mensaje al lector, pues a ese lector es a quien en últimas me debo.
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