AÚN HAY COSAS RESCATABLES - LA PAZ ES EL INCENTIVO MAS OPORTUNO PARA UNIR MENTES Y DESCONGELAR CONCIENCIAS POR ANDRA GABRIELA PRODEA UNILETRAS RUMANIA   El mundo entero está completamente desbaratado y necesita con urgencia de un ápice de  paz. Pero al mero concepto de "paz" todavía no sabemos dónde ubicarlo específicamente. De hecho, la paz es uno de los baluartes fundamentales de cualquier sociedad que se precie de llevar las riendas de su buen acoplamiento y evolución, sobre todo si los ciudadanos de dicha sociedad le otorgan el lugar que se merece. Es como si tuvieras a un muy buen amigo y no supieras darle el trato, la atención y el respeto debidos. Al ser humano quizás habría que darle un pequeño empujón para que no siga derrochando el tan valioso tiempo en cuestiones que no lo ameritan y de una vez se ponga las pilas, enfocándose en los asuntos impostergables que tienen en vilo a la humanidad.   En muchas sociedades utópicamente democráticas, hay un sinfín de individuos que pasan por encima del respeto hacia la paz, que muestran una tendencia visible de rehusarse a no aportar nada para la buena marcha del colectivo, empeñándose en desvincularse completamente de sus deberes cívicos y humanos incluso, y para rematar, no están dispuestos a renunciar a sus egos inflados y a su mentalidad gregaria, de manada, poniendo tantísimas trabas a todos aquellos que en verdad procuran que este desiderátum se realice partiendo desde uno mismo.  "La paz comienza por uno mismo".   Yo también me apunto a esta interpretación, porque pienso que indudablemente, la paz es un engendro de nosotros mismos, surgiendo de nuestra mente, nosotros somos los arquitectos que proyectan y moldean este intrincado constructo social conforme van los tiempos, colocando a base de mucho esfuerzo cada ladrillo en su debido lugar, hasta llegar a la cúspide de esta obra maestra, concebida a raíz de una tremendamente ardua labor. La historia tiene obviamente un sinnúmero de eventos, acontecimientos, batallas, guerras etc.,  donde las evidencias muestran cuán valientes, heroicos y osados han sido algunos personajes legendarios que se dejaron la piel en el campo de batalla para obrar bien y traer la paz en primer plano.   Por eso mismo, pienso que tal como esas icónicas figuras de la historia universal se jugaron su última carta con tal de ver brotar nuevamente ante sus ojos el capullo de la paz, igualmente el guion podría estar repitiéndose una vez más, por varias razones: porque la paz nos incumbe a todos por igual, pues habitamos el mismo planeta, porque al ser uno de los anhelos y propósitos más anhelados del ámbito humanitario y social, es también un gran desafío ontológico para el hombre, pues de la realización de la paz depende su progreso, su desarrollo, su trayectoria evolucionista y su crecimiento en esta tierra. Si hay paz, hay también bonanza y civilización, de lo contrario, si hay conflicto y guerra, nos trasladamos a una coyuntura mucho mas sanguinaria y decadente por fuera y dentro.   Pero hoy, en vez de seguir puliendo ý dándole algún que otro retoque al proyecto de la paz, parece que nos esmeramos más en la demolición de este Sueño Dorado, porque el ser humano pretende a toda costa arrasar con todo lo que previamente ha estado forjando, haciéndose a la idea necia de que su mente no es la herramienta más idónea para la edificación de los pilares de la paz, siguiéndole la corriente a la tecnología despampanante de hoy por hoy. De esta forma, se va condenando a si mismo paulatinamente, porque por poner un ejemplo, durante el Renacimiento y La Época de las Luces, los filósofos racionalistas habían logrado con éxito hacer que prevalezca la idea cartesiana de acuerdo con la cual, el intelecto humano era la fuente fidedigna para el engendramiento y la creación de toda clase de conocimientos que nadie ponía en tela de juicio. Pero hoy por hoy estamos zambullidos en plena Revolución Tecnológica y Digital, que no se dio por satisfecha hasta no arrancar desde la raíz todas las certidumbres que teníamos, nuestros valores, principios sanos, conforme a los cuales nos podíamos guiar, educar, manejar a lo largo de nuestro amplio recorrido por este mundo que ahora se ve como un árbol deshojado y desamparado ante la intemperie.   La paz otra vez está batallando durísimo, viéndose en la necesidad de medir fuerzas contra un mundo inhóspito, en el cual el ser humano ya no coloca entre sus máximas prioridades el hecho de estar obstinadamente interesado en la búsqueda de su propia identidad, yendo simplemente a la deriva, y tras haberse alejado de su brújula interior, no le queda más remedio que ir al tanteo por la vida. Ya no le hacen ninguna gracia los debates que tienen como eje principal descubrir si todavía el ser humano puede ser el objeto de una autosuperación, recurriendo principalmente a su capacidad intelectual como antaño. Nunca se hubiese detenido a pensar el ser humano que a la larga llegaría a ser el hazme reír de un robot cualquiera que procura para su conveniencia emplear de la mejor manera posible los atributos y dotes intelectuales de los humanos.   Es preciso hacer mucho hincapié en que la abruptamente temida Revolución Tecnológica hace que sobresalgan los defectos del ser humano, y no al contrario, poder lucir sus virtudes al máximo. En cambio, lo que se hace notar con mayor frecuencia es el fanatismo del ser humano hacia la tecnología de alta gama, cosa que no le sienta nada bien, pues pone de relieve unas estadísticas preocupantes: se enfatiza aún más que es de preferencia para el sujeto el estar ligado, adherido a las redes sociales, donde cada quien es libre de dar rienda suelta a su imaginación en grandes apuros, después de pasar jornadas enteras a merced de los "trending topics" o en traducción, lo que más destaca entre las tendencias de los internautas. Viéndose en ese plan tan solitario y sin cruzársele por la mente la necesidad de volver a poner a prueba sus dotes intelectuales (que antes eran percibidas como un trofeo en el buen sentido de la palabra, ya que únicamente el así llamado "Homo Faber" poseía tales herramientas que deslumbraban por sus capacidades extraordinarias en el ámbito científico y eran objeto de pesquisa para filósofos y prolíficos pensadores de las ciencias sociales), en la actualidad el ser humano pierde la conexión con el simple hecho de reflexionar sobre lo que realmente hace falta imperativamente en el mundo absorto en un mar de interrogantes de apabullante magnitud, donde se espera al sujeto que vuelva a tomar el control del buque que se esta sumergiendo a una velocidad fulminante.   Es imperativo para el humano llegar a la conclusión de que vivir atrapado en esta vorágine de sinsentidos y actos desatinados, carencias emocionales que lo llevarán en sentido contrario a donde él pretende llegar, la paz es el ingrediente principal y el factor gratificante para armar la receta de una no tan lejana sociedad que es todavía rescatable, pero con una condición por delante: la paz es algo que debe surgir de nuestra conciencia que en términos actuales, está un tanto aletargada y dormida sobre los laureles que aún no ha terminado de cosechar, a la cual se deberían de apuntar, ahora sí en su mayoría, todos los sujetos con los cinco sentidos bien despabilados que quepan con tal de echar para adelante, intentando poner en práctica un par de cosas que irónicamente, aún quedan muy a la mano para el sujeto- tener plena conciencia y discernimiento a la hora de "arrancar" el nuevo motor de esta renovada sociedad a la cual se incorporen los que se encarguen de poner bajo amparo y protección los derechos intocables e inalienables que tenga el hombre, cuyo más notable deber cívico es dejar de hacer alarde del poder de las armas de fuego, y no huir de entablar pláticas muy serias sobre cómo hacer para desvincular de sus responsabilidades oficiales a los lideres que quieran gobernar seres planteándose la mentalidad de manada que tarde o temprano conlleva al desbalance, a la riñas y a la falta de paz.

"PAZ y UTOPÍA BUSCADA POR EL HUMANO DESDE LA ILUSION HASTA SU CONCRECIÓN". Estela Bonnet interpreta: "ILUSION", de Aldo Antonio Escobar, acompaña en guitarra Claudio Parenti. CIEN POETAS POR LA PAZ es el resplandor literario de cien almas convocadas por la benevolencia de Verónica Marga Bianchi, un alma sensible colmada de Amor, soñadora y hacedora, inspirada e inspiradora... encendida. Y como quien se ilumina, ilumina, por un lado, el alto vuelo del sueño de su promotora lleva prendido en su Obra el despertar y/o la elevación de la Humanidad hacia un mundo mejor; y por otro lado, se multiplica. 100 Poetas por la Paz En el marco del Festival Internacional de la Palabra (FIP) "Palabra en el mundo - Poesía para la paz", que se desarrolla cada mes de mayo en todo el mundo, y en forma simultánea en varias provincia, es que surgió el año pasado la necesidad de editar una antología poética a través del Proyecto Cultural SUR Internacional (PC Sur). Se titula "100 Poetas por la Paz", y en ella forman parte poemas de siete autores jujeños. Ellos son Federico Heilbron, Marcelo Mendoza, María Isabel Zelaya, Cintia Díaz, Víctor Venancio Ruiz y Marcelo Alderete . La primera presentación del libro “100 poetas por la Paz” será en Roma, y en Palpalá se presentará en mayo.  El proyecto contempla un libro impreso, con doscientos poemas en total, de cien autores, y un DVD de audio, con un poema de cada autor grabado en recitado por Litto Molina, cantante, poeta, recitador y locutor tucumano.