¿ Dónde están nuestros muertos?

Han de estar andando por los pasillos llenos de sombras, sombras que se repliegan con la luz del recuerdo del ser querido... los poetas trenzamos con versos la nostalgia de la ausencia física de nuestros seres queridos... .

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ALGUNOS MUERTOS... ESTÁN VIVOS

¡ YO ! -- cuatro infartos agudos al miocardio, en DOS he muerto y en los otros....estado crítico con pronósticos reservados... Cómo no decir:


ENCUENTRO

Y caminaste
por el filo del viento
venciendo el miedo y el vértigo.
Te aferraste con furor
al rutilar de la esperanza,
detuviste la litera de mi largo viaje.

He regresado
peinando el bosque de ilusiones,
escribiendo en cada hoja
los versos que regalo.


Nota del Editor. Libardo. Has regresado del silencio del viento dormido en el hondo infinito del cielo, al paso del viento despierto en el llano bendito del alba terrena...En ambos mundos gravitan tus versos.


A mi padre en su tumba un día escribí :


Viejo Campo:
con grandeza cumpliste.
como hijo,
como esposo,
como padre...
¡ Dios premie tu noble labor!

Guarda mis versos
que yo eternamente guardaré tu recuerdo
y no rodará la lágrima en vano;
el rocio matutino
no es el llanto de la mañana,
es el beso que deja el amanecer
en el petalo de cada flor.

Viejo mío,
aún tu gran poema
está en el tintero---
<< he destilado tantos versos>>
y aún no dicen el todo
de mis sentimientos
de hijo y de poeta...
pero pronto saldrán
a ver la luz del día...

Cuando los poetas y escritores amigos mueren, las cuerdas del alma se sensibilizan y un silencio musical nos permiterecorrer la melodía de aquellos espacios a los que solo se llega viajando en el tren del dolor, por un hijo, por un amigo, por un hermano, hasta por un extraño... En mi caso, el poema, por mi siquiatra, en esta página.

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A JOSÉ LUIS CALUME

Médico siquiatra ( In memorian )

*Tomado del Silencio de los Versos, Poemario recientemente publicado por la Editorial Ave Viajera.

Hay noches tan profundas y profundas
que las sombras se pierden y se pierden
de la mano del silencio.
Noches tan negras y negras
que rompen la simpleza de la oscuridad.

Recuerdo en medio del tiempo
cuando abriste mi pecho buscando mi alma
y esculcaste cada rincón de mi ser.

¿Qué derecho te asistía?
Tocaste mis pensamientos
para que saltaran las palabras,
¡ qué bien jugaste con ellas!
hasta hacerlas decir,
lo que no querían ...
lo que celosamente guardaban.

Me mostraste la vida
para que entendiera la muerte;
me enseñaste el camino de la vida
para disputarle su espacio a la muerte.

Me mostraste el puente
entre la vida y la muerte,
establecimos limpias fronteras,
me arrancaste el miedo,
el vértigo de cruzar al otro lado,
pero nunca, nunca pensaste
que cruzarías primero.

Ahora que estás al otro lado,
dime: ¿ Qué hay de los jardines,
llenos de rosas que en versos leímos,
tú, olvidando que eras siquiatra,
y yo, olvidando que era paciente?

..y los dos intentando encontrar
el verso preciso que alentara la vida
sin tenerle miedo a la muerte.
Dime: ¿existe allá la plácida paz
vagando en las nubes
de versos del alma?
¿Existe el tiempo del hoy,
cuando como médico del alma
me enseñaste a enterrar el ayer
para buscar el mañana?

Dime, ¿ Cuál es tú camino,
cuál es mi sendero?
Mas No. Espero mi propio tiempo.
al fin y al cabo..
hoy, ya soy mi propio siquiatra.

LIBARDO CAMPOS GOMEZ