Amante febril
Cuando anheles que te amen
con la furia del huracán
con la misma intensidad
de un rayo al caer.
Cuando tu oculta flor
requiera
la paciencia del colibrí
la ternura de la mariposa.
Cuando desees apagar con fuego
el fuego que palpita en tus entrañas.
Acuérdate mujer
y no te olvides
que una sola mirada tuya
es la chispa que desata en mí
el más febril
de todos los amantes.
La suma de todos los deseos
No habrá belleza
similar
ni momento más sublime
cuando su piel
se desnude
ante mis ojos,
mujer.
Tal visión
ensueño es
suma de todos los deseos
contenidos
en las urgencias de este amor.
Catarsis
sólo comparable
con la inaplazable explosión
de un universo entero.
Mi piel
ya en llamas arde
a la espera
de fundirse con la suya.
No hay cordura en el amor
ni premura en el olvido
si para desearle estoy vivo
complacido moriría
por un solo beso suyo.