JÓVENES BRILLANTESExperiencia del Autor octubre 24, 2022 / Desde las raíces: Para poder entender por completo mi inspiración hay que
remontarse a las raíces de mi familia. Mis abuelos le heredaron a mi mamá un don que a su vez me fue heredado: el don de viajar al cielo y volver;
por eso es que a veces me dicen que estoy en las nubes.Mis abuelos paternos tienen un hijo lector. Le encanta leer, tanto que hasta un diccionario lo entretiene. Ese lector
insaciable es mi papá, que además, es super fanático de la ciencia ficción y la fantasía
como Starwars, Startrek y El Señor de los Anillos. Yo heredé esas pasiones. Por el lado materno, tengo a mi abuela escritora y pintora. Ella es tan expresiva
que pintar cuadros para darle forma a sus poemas.Esas
pasiones heredadas son las que influyeron en mí para escribir sobre fantasía y ciencia-ficción. También tuve una gran influencia de mi hermano. Mis mejores recuerdos son
de cuando nos disfrazábamos con máscaras y vivíamos nuestras propias aventuras. Eso desarrolló
mi imaginación, pues jugar es una de las mejores formas de expandir la creatividad. Un día aprendí a leer y recuerdo que me dieron tuve en m is
manos mi primer libro Las crónicas de Narnia: El león, la Bruja y el Ropero, de más de 200
páginas me lo leí en yn par semanas; Tenía 6 años. A los siete años tuve un sueño. Se trataba de un ogro gigante con piel fuxia cavernícola
que tumbaba un bosque de hongos gigantes; yo estaba en ese bosque y corría para salvarme.Ese sueño me impulsó a escribir un libro de una
vez por todas sería de aventura y fantasía. Ya hace tiempo tenía ganas de crear una historia como
las que leía, así que inspirado, le pedí un cuaderno a mi mamá, le dije que iba a escribir un
libro y decidí empezar. ¡Ya me imaginaba como un autor reconocido y famoso, la idea de parecerse a los grandes
autores ardió en mi interior!
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Escribiendo un libro Primero inicié dándole nombre al personaje e imaginando
parte de la historia. Estaba listo. Agarré mi lápiz y mi cuaderno, abrí la primera página y empecé
a escribir.La primera parte, cuando viajan al mundo mágico, era demasiada parecida a Narnia. Muchos de los elementos
que ponía, también se asemejaban a otros libros. Tuve que ir haciendo algunos ajustes en el camino. Sólo
escribía cuando me sentía inspirado. Mi mami me motivaba a seguir. Nunca dejé de leer y cada vez que
leía nuevos libros y veía películas, mi mente se abría y conseguía nuevas perspectivas
e ideas. Tenía claro el objetivo: hacer un libro de mínimo 100 páginas, y mejor si se convertía
en una saga. Mi libro
fue evolucionando, al principio era de lo más simple y poco a poco adquirió mayor complejidad, La edad oscura Uno de los libros que leí durante mi proceso de escritura
me metió en el drama y la tragedia. Tanto así, que pensé que algún personaje tenía que
morir. Así pasé un buen tiempo, hasta que maduré un poco y encontré mi equilibrio. Para cuando
pase esa época aprendi mas y sentí nuevas emociones que me permitieron hacer ajustes en el libro. Terminando
el libro Me costaba
avanzar. Me distraía bastante y todas esas cosas. Después de mucho tiempo, a la edad de 11 años, cada
vez me sentía más inspirado y la idea de acabar con el libro me emocionaba: ¡Iba a tener mi propio libro
escrito!
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Me acuerdo de ese día: Estaba en
el cuarto de mis padres escribiendo, estaba inspirado. Me di cuenta de que en ese momento iba a terminar el libro, mi mano
dolía y ardía pero se movía lo más rápido posible; 1, 2, 3 páginas se estaban escribiendo.
¡Ya solo faltaba un párrafo! Estaba cansado pero e obligué a seguir escribiendo ¡Faltaban tres palabras..
dos... una palabra! Y la escribí. El divertido/aburrido proceso de la edición Ya tenía
un libro, pensaba que ya prácticamente estaba listo pero no... me equivoqué. Faltaba el legendario proceso de
edición. Hubo cambios y modificaciones, lo que pasa es que el manuscrito sólo era un borrador.Empecé
la edición con ayuda de mi mamá y luego con otro editor más especializado. Ahí fue cuando noté
la cantidad de errores que tenía mi libro, toneladas de errores. Pero no importaba pues los corregimos y aprendimos
de ellos. Al final volví con mi mamá que había hecho una editorial: Lux et Gaudium
(Luz y Alegría). Me apoyó bastante y se convirtió en mi editora oficial. Buscó ayuda y aprendió
a editar ella misma como yo aprendía a escribir. Ahora acabo de firmar con ellos...¡Mi familia fue siempre la
que más me apoyó! Todo esto ha sido un proceso de aprendizaje. De toda esta experiencia me llevo una gran enseñanza...
aprendí que siempre se puede mejorar y que la pasión también se puede plasmar en un papel y que el límite...
es el cielo.
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