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COLOQUIO CERVANTINO
Mira, Sancho: si tomas por medio a la virtud, y te
precias de hacer hechos virtuosos, no hay para qué tener envidia a lo que los tienen príncipes y señores;
porque la sangre se hereda, y la virtud se aquista, y la virtud vale por sí sola lo que la sangre no vale. M. de Cervantes S. Por lo que más se nos castiga es por nuestras virtudes. F. Nietzsche. Muchas son las
interpretaciones que a lo largo de los siglos se han hecho sobre la obra más importante de la Humanidad, toda vez que
en don Quijote de la Mancha se recrea el acontecer de todo ser humano: la cordura y la locura, lo sacro y lo banal, la euforia
y el ensimismamiento, los excesos y las continencias. El golpe psicológico que Cervantes le da a la humanidad, no es
fácil de sobrellevar, pues le permite una mirada al espejo, en donde recrea al humano en su exterioridad y en su propia
psiquis, mostrándole el ángel o el monstruo que puede llegar a ser. Qué es obra de realismo, qué
es obra ideal, es la discusión que ha imperado. Sin embargo, y es la tesis que recojo para este ensayo, Cervantes crea
y recrea, hay algo de fantasía en su papel de poietes, y es un poder que el autor encuentra para construir realidad
en la autoconciencia, así lo advierte el romántico Novalis cuando describe a la fantasía como punto referencial
de la inspiración: Genio es la facultad de tratar tanto objetos inventados como objetos reales, y de tratar objetos
inventados como objetos reales. Presentar el talento mismo, observar correctamente, describir las observaciones conforme a
su finalidad, son cosas distintas del genio. Sin ese talento sólo se ve a medias y el genio lo es sólo a medias;
puede contarse con disposiciones geniales que, a falta del nombrado talento, no llegan a desarrollarse ; pero en Cervantes
hay esta combinación y de una manera inusitada hasta entonces, pues el realismo está presente en su propia experiencia
de vida. El Quijote no podía
ser sin la España de Cervantes, y esta es la faceta de realidad que no se puede desconocer. No olvidemos que Cervantes
inaugura el genero literario de Novela en su acepción moderna, y este difícil género exige una compenetración
más grande con la realidad y con la sociedad a la cual se pertenece, pues a diferencia de la lírica cuya subjetividad
se tranza en los vericuetos del sentimiento y la abstracción, ésta requiere un dejo de mirada espacio temporal
más concreta, construyendo una especie de paralelogramo entre el sentir y el decir, entre el ver y el observar, es
decir que el ejercicio del poietes está directamente concatenado con la cultura y el momento histórico singular
y particular de una nación o de un pueblo. No quiere decir que la novela pierda vigencia al paso del tiempo y al cambio
de lugar, ¡no!, porque entonces ¿dónde el lugar de los clásicos?, ¿dónde el gusto
por las obras foráneas?, ¿dónde el sentimiento de humanización con nuestras creaciones?, pero
no se podría entender el realismo mágico sin el Caribe colombiano, o el existencialismo sin la Francia de la
posguerra, ni el trascendentalismo norteamericano sin el movimiento abolicionista, ello sin desmedro de poder degustar una
obra de cualquier tiempo y de cualquier lugar en nuestra propia realidad, con razón Antonio Arango apunta certeramente
al decir que: el buen novelista no debe olvidar su condición de hombre, su conciencia individual frente a la conciencia
colectiva, o mejor, su compromiso. El mensaje del novelista generalmente sigue la línea del testimonio, la protesta
y el combate . Así las cosas,
quiero de manera muy general mostrar un paneo de la España de los siglos XVI y XVII, luego veremos las formas de gobierno
que se proponen: las del idealismo y las del realismo, posteriormente se hará el ejercicio académico de paralelo
entre esa época y la nuestra, viendo el enclave de posibilidades de buen gobierno que encontramos en don Quijote de
la Mancha y sus aplicaciones frente a nuestra propia realidad espacio temporal. Próxima Edición LA ESPAÑA DE LOS SIGLOS XVI Y XVII
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