COLOQUIO CERVANTINO
Socorro , Santander, diciembre 2 de 2005

FORMAS DE GOBIERNO EN DON QUIJOTE DE LA MANCHA

Por J. Mauricio Chaves Bustos

Eternamente Enloquecido
Knight Pointing Left
Sublimemente Enloquecido

Mira, Sancho: si tomas por medio a la virtud, y te precias de hacer hechos virtuosos, no hay para qué tener envidia a lo que los tienen príncipes y señores; porque la sangre se hereda, y la virtud se aquista, y la virtud vale por sí sola lo que la sangre no vale. 
M. de Cervantes S. 

Por lo que más se nos castiga es por nuestras virtudes. 
F. Nietzsche. 

Muchas son las interpretaciones que a lo largo de los siglos se han hecho sobre la obra más importante de la Humanidad, toda vez que en don Quijote de la Mancha se recrea el acontecer de todo ser humano: la cordura y la locura, lo sacro y lo banal, la euforia y el ensimismamiento, los excesos y las continencias. El golpe psicológico que Cervantes le da a la humanidad, no es fácil de sobrellevar, pues le permite una mirada al espejo, en donde recrea al humano en su exterioridad y en su propia psiquis, mostrándole el ángel o el monstruo que puede llegar a ser. Qué es obra de realismo, qué es obra ideal, es la discusión que ha imperado. Sin embargo, y es la tesis que recojo para este ensayo, Cervantes crea y recrea, hay algo de fantasía en su papel de poietes, y es un poder que el autor encuentra para construir realidad en la autoconciencia, así lo advierte el romántico Novalis cuando describe a la fantasía como punto referencial de la inspiración: Genio es la facultad de tratar tanto objetos inventados como objetos reales, y de tratar objetos inventados como objetos reales. Presentar el talento mismo, observar correctamente, describir las observaciones conforme a su finalidad, son cosas distintas del genio. Sin ese talento sólo se ve a medias y el genio lo es sólo a medias; puede contarse con disposiciones geniales que, a falta del nombrado talento, no llegan a desarrollarse ; pero en Cervantes hay esta combinación y de una manera inusitada hasta entonces, pues el realismo está presente en su propia experiencia de vida. 

El Quijote no podía ser sin la España de Cervantes, y esta es la faceta de realidad que no se puede desconocer. No olvidemos que Cervantes inaugura el genero literario de Novela en su acepción moderna, y este difícil género exige una compenetración más grande con la realidad y con la sociedad a la cual se pertenece, pues a diferencia de la lírica cuya subjetividad se tranza en los vericuetos del sentimiento y la abstracción, ésta requiere un dejo de mirada espacio temporal más concreta, construyendo una especie de paralelogramo entre el sentir y el decir, entre el ver y el observar, es decir que el ejercicio del poietes está directamente concatenado con la cultura y el momento histórico singular y particular de una nación o de un pueblo. No quiere decir que la novela pierda vigencia al paso del tiempo y al cambio de lugar, ¡no!, porque entonces ¿dónde el lugar de los clásicos?, ¿dónde el gusto por las obras foráneas?, ¿dónde el sentimiento de humanización con nuestras creaciones?, pero no se podría entender el realismo mágico sin el Caribe colombiano, o el existencialismo sin la Francia de la posguerra, ni el trascendentalismo norteamericano sin el movimiento abolicionista, ello sin desmedro de poder degustar una obra de cualquier tiempo y de cualquier lugar en nuestra propia realidad, con razón Antonio Arango apunta certeramente al decir que: el buen novelista no debe olvidar su condición de hombre, su conciencia individual frente a la conciencia colectiva, o mejor, su compromiso. El mensaje del novelista generalmente sigue la línea del testimonio, la protesta y el combate . 

Así las cosas, quiero de manera muy general mostrar un paneo de la España de los siglos XVI y XVII, luego veremos las formas de gobierno que se proponen: las del idealismo y las del realismo, posteriormente se hará el ejercicio académico de paralelo entre esa época y la nuestra, viendo el enclave de posibilidades de buen gobierno que encontramos en don Quijote de la Mancha y sus aplicaciones frente a nuestra propia realidad espacio temporal. 

Próxima Edición LA ESPAÑA DE LOS SIGLOS XVI Y XVII

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