MEDITACIÓN DE DICIEMBRE Es tiempo de encontrarnos con nosotros mismos, de hacer un balance de nuestros actos, de dejar atrás viejos rencores y reconciliarnos con la vida y los semejantes. Es tiempo de profundizar, orar, recuperar nuestra fe, de amar, de perdonar, de compartir, de soñar, de ser auténticos, vencer los miedos y
duplicar la voluntad
para cumplir nuestros mejores anhelos. Es
tiempo de germinar, de luchar, de crecer, de dar, de decir ‘nuestro' y no solo ‘tuyo' o ‘mío', de respetar quienes disienten con nosotros sin odio ni resentimientos. Es tiempo de reunir coraje para enfrentar los problemas con racionalidad y sin equivocarnos. Reiterar errores desgasta y no fortalece. Aprendamos a priorizar lo positivo de la vida Es tiempo de vivir en paz la libertad darle vuelo a las ilusiones y ser más
optimistas, de no ahogar
nuestros sentimientos, de ser valientes y saber distinguir la realidad aunque nos hiera. Es tiempo de liberar la soledad, intentar ser felices, calmar la ansiedad y sorprendernos con lo inesperado. Además, analizar nuestros sueños,
hacer proyectos alcanzables Y
disfrutar cada instante. Es tiempo de gozar la naturaleza, apreciar lo
que nos rodea valorar
a todos sin discriminar, dar gracias por lo que Dios nos regala cada día y tomar conciencia de que tenemos una sola existencia terrenal Es tiempo de no derrochar en vano ni un segundo, de hacernos valer, de elegir quienes nos acompañan de no aferrarnos al pasado, cerrando etapas, recordar los que partieron y vivir el ‘hoy'
con alegría. Es tiempo de cantar, brindar, tener entusiasmo, de reencontrarnos con afectos lejanos y los amigos fieles de siempre, aunque se marchen hasta el próximo año
nuevo. Es tiempo de darnos un momento para mirar nuestro
interior con objetividad,
renacer, observar, analizar, meditar
y planificar, alejando a quienes nos lastiman, unir los corazones y fortalecer la autoestima Es tiempo de aprender, de expresarnos, de no perder los códigos de retomar libros abandonados, esos amigos olvidados, de ser humildes y desinteresados, de resignarnos ante las tragedias y superarlas. Es tiempo de conmovernos ante lo inesperado, escuchar consejos de quienes nos aman, de no ser soberbios, pero firmes en las decisiones y no postergar lo que nos hará crecer. Es tiempo de retomar energías y renovar la intención para hacer lo que fuimos dejando en el camino sabiendo que no hay ‘nunca' ni ‘imposibles', si hay impulso y fortaleza para encaminarnos Es tiempo de valorar lo que tenemos, sin ambiciones desmedidas. Cada estación tiene su propio encanto Y aceptemos el paso del tiempo con sus cambios, sin perder el espíritu de la juventud Regresemos al nido respetando a la familia y los amigos. No olvidemos quienes somos y luchemos sin desvanecer. Respetemos a los mayores, a los indefensos Y tratemos de ser más solidarios y comprensivos. Es tiempo de aceptar que la decepción y el desencanto, el desamor, la infidelidad y la traición Son parte de la vida, aunque nos duelan sus secuelas y la resignación nos sea esquiva. Es tiempo de protegernos, de no destruir nuestras realizaciones, ni exponernos por inconciencia a peligros que acechan. Es tiempo de resistir, de levantarnos ante cada guijarro que s e cruza en nuestro camino y no inventar cantos de sirenas. Es también tiempo de esperar un nuevo sol, de tomar revancha y volver a emprender, de trabajar, de superar lo que nos hace sufrir, de pedir perdón a quienes ofendimos. Que Dios, nos de aliento para soportar las pruebas que emocionan, las historias que nos ahogan y paralizan Y que son difíciles de remontar. Que las bendiciones nos reconforten, nos calmen y nos permitan meditar para continuar nuestro azaroso y a la vez bello
camino sin caer, porque
la vida es esperanza. Es tiempo de pedir verdad y justicia como ciudadanos de Argentina, para fortalecer esta democracia que tanto nos costó recuperar Indaguemos en nuestro interior las fuerzas que nos quedan, buscando más oportunidades para retomar el camino perdido, desearnos paz
y unión el último
día de diciembre: Feliz Año Nuevo
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