NIÑOS LLORANDO ¿Por qué los niños tienen que llorar de sed, de hambre, de soledad? ¿Por qué tienen que vivir encerrados sin agua... sin pan... sin amor... sin caridad... sin una mano que
les de calor, que acaricie su rostro que
limpie sus lágrimas? Ello, buscan, no encuentran, ni madre, ni padre. ¿Por qué no tienen nada? La
tierra, la calle por cama... ateridos de frio, sus pequeños pies descalzos pisan por doquier sin tener a dónde ir. Quiero volar muy alto y posarme a su lado-- y poner en sus manos un trozo de pan y
en su rosto una sonrisa que le haga sentir que
ya tiene algo para no tener que llorar. Higorca
¿Dónde
está ese mundo? Tú que caminas por la orilla del mar. Tú que caminas guiado por los raíles del tren. Que sigues la estrella polar,
el lucero del alba para
preguntar: ¿Dónde
encuentro ese mundo? Tú
que te escondes entre la maraña, entre maizales... huyendo siempre del lugar donde habitabas Ahora te queda poco, nada, lo dejaste... Lo dejaste todo para poder huir
del terror. Ahora
sobre tus hombros llevas todo, Y... en tus brazos lo más preciado... esos pequeños que tú pariste tu mayor tesoro que no perdonas
si te los roban... ¡ sigue andando! ¡no pares! miras al horizonte y ves que
al final el
sol se esconde ¡no mires atrás! No te pares, no desfallezcas, tus dedos casi palpan esa realidad. Mientras sigues preguntándote ¿Dónde está
ese mundo? ¿Dónde
está la Paz?
En esta vida todo tiene un porque, todo va dando
vueltas alrededor nuestro como una peonza, como esa hierba seca que corre sobre la arena del desierto empujada por el viento.
Todo gira y gira sobre nosotros hasta que por fin se para poniendo a cada uno en su sitio. Pedimos perdón cuando algo
hemos hecho mal y levantamos nuestras manos para dar las gracias a los demás, perdonamos siempre porque amar es la
base fundamental de la vida. EL BESO DE LA MUERTE (2014) Te miro dormido en una pequeña cuna blanca... como tu cara, ¡ayer tan guapa! Miro y pregunto, no hayo contestación a tan profunda pregunta. Dime pequeño, ahora que estás estás en otra dimensión... ¿quién te dio ese beso a traición? ¡el beso fatal de la muerte! Miro arriba y veo una nube de algodón envuelto en ella tus ojos preciosos sonríen, brillan... ¡tu
no tienes que pedir perdón, no
tienes culpa de nada, solo sentiste dolor! ¿Quién
te dio ese beso a traición? ¡El
beso fatal de la muerte! Miles de niños
se asoman entre esas hermosas nubes de
algodón, padres, madres, bombas,
gases, todos matan, no tienen perdón. CAMINAR SIEMPRE (2015) Miro y no quiero ver... las caras de los niños buscando el pecho seco de la madre. El frío, el hambre, la lucha... les hace sobrevivir en un mundo difícil, en un mundo de horror. Caminemos, caminemos sobre el lodo, el agua... en busca de un trozo
de pan, de una casa sencilla, de un libro... que nos hable de paz. Busquemos el camino que nos lleve, que nos diga ¡has llegado ya! Caminar
y caminar, luchando... siempre igual,
han pasado los años y de nuevo
aquí estamos, nada ha cambiado
no podemos volver a un país
que sigue bombardeando. De la mano llevo
a mi hijo, lo miro... ha crecido, ha crecido
en edad ya no es niño no tiene
sonrisa... ¡Maldita lágrima!
Asoma mientras... pienso, miro sin querer
mirar. De nuevo me pregunto, una vez más ¿De dónde sacamos la comida? El hambre se mezcla con los sentidos ¿hasta cuándo tenemos que esperar?
ALAS DE LIBERTAD (invierno del 2015) Quisiera tener alas y volar, llegar hasta los campos de refugiados llevando en mis manos un cesto lleno de pan, de alimentos... Bajar
y abrazar con fuerza al mismo tiempo que
lleno de besos las caras sucias de esos
pequeños. Que nunca se terminen
mis alimentos. Que pueda transformar sus
prendas rotas en otras nuevas, para que no sientan el frío cruel del invierno. Abrir las puertas de esos guetos dejar que corran por un campo de hierba verde y flores repletas de aromas. Y... darles muchos juguetes ver la felicidad de niño en sus pupilas entonces... ¡Qué
feliz yo moriría!
NIÑOS DE LA GUERRA (2016) Cabalgo sobre las nubes... Los
pies se hunden, la mirada se pierde... Se enreda entre colores del arco iris. Miro desde arriba, y... Veo desdén, angustia, dolor, agonía, y, unos ojos que miran. Hacía aquí, arriba. Vuelvo a mirar, y... Simplemente
veo eso... Unos enormes globos blancos, con una mancha oscura central, que miran, que piden sin apenas pronunciar ¡Por
Dios!¡¡un trozo de pan!! ¡Un
vaso de agua, por caridad! Solo veo vientres
hinchados: de tanta hambre, De mucha miseria... agonía... ¿Que tienen a su alrededor? Sigo sobre las nubes... Hundiendo mis pies, enredando
mi pelo entre colores ¿qué
colores son? ¡¡Ahora no veo
ninguno!! Mis ojos se han llenado de lágrimas Y, lloro con razón. Quisiera ser manantial, para saciar su sed. Llenar de agua sus cuerpos. Porque
quisiera ser pan, y... Llenar sus estómagos
de él. ¡Porque si fuese Dios...! Les daría un maná que salvará sus famélicos cuerpos... Porque quisiera abrazar a esos niños, que sintieran el calor del amor. El calor necesario y humano para seguir viviendo. Bajaremos
de esas nubes... Miraremos cara a cara,
el dolor sin esconder la cabeza, Dando siempre además de amor. El pan, el agua necesaria para calmar el hambre, la sed y el dolor. Porque... ¿Existe Dios? LLANTO EN LA PENUMBRA (2015) Lloro en penumbra el dolor se oye el estruendo de las bombas, el derrumbe de las casas, el
llanto amargo de la madre que tiene al
hijo muerto entre sus manos. Ya no huele
a jazmín, ni a madreselva tampoco, solo se nota el fétido olor de sangre caída en la calle de polvo dejado entre piedras. Un año y otro, un sitio y otro ¿hasta cuándo no volverán a renacer las flores los
nardos y las azucenas? Cuando no sirvan
para adornar las tumbas. Cuando no se
escuchen el retumbar de las bombas de
nuevo renacerán para dejar su aroma
en un hermoso jardín dónde
corran, jueguen los niños libres
de cualquier país. CAMINOS
DE PIEDRA (2016) Quiero
andar y no puedo tropiezo sin parar, solo piedras encuentro ¿hasta cuándo no va a terminar mi terrible realidad? Llevo mi hijo a cuestas, no
puedo mis piernas levantar. Agua, por
dios ¡dadme ya! Mi boca seca, no
puede hablar. Estiro mi brazo, abro mi
mano ¡alguien llegará y me
verá! No encuentro nada, ni un
trozo de pan. Hijo, no pidas, no te puedo
dar. ¡Mis brazos te arrullan, pero
no tengo pan! Quiero andar y no puedo Hay piedras en el camino, barro, lodazal... Tantas que tropiezo, no me deja andar ¿Cuándo dios, cuándo esto terminará? CRUZAR EL MAR Te subes en una barca sin importar si es; de madera, de goma, de cualquier cosa... Quieres cruzar el mar, esa frontera que separa tu agonía, el miedo a perder la vida. Subes en esa barca sin preguntarte ¿a dónde voy? Solo
importa huir de esa muerte segura, de
la hambruna, del horror, del dolor... de
todo el sufrimiento que conlleva después
de una guerra ... de una interminable
y agónica guerra. Pasan los días
y todo sigue igual mientras la madre piensa
que al otro lado, al otro lado del mar... seguramente se encuentra la Paz. Higorca Gómez
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