Los datos hablan por sí solos, aunque es de esperarse
que alguno individuos no respondan de la misma manera a uno de los dos tratamientos y requieran de una combinación
de los dos para obtener los máximos resultados. Pero cuando se trata de salvar una vida humana de la destrucción
segura por suicidio, la ciencia y los practicantes no se detienen ante nada sobre todo por su convencimiento de que todo
ser humano puede ser rehabilitado y convertirse en un ser productivo para para su inmediata familia y la sociedad en
general. No podrá determinarse con anticipación cuál va
a ser la reacción que un paciente experimente una vez que se corran las cortinas de inseguridad y de fracaso y
que comprenda. o mejor, vea la realidad de su pasado y sus actuaciones. Una mente clara, dicta para bien o para
mal lo que espera encontrar el día que cruza la frontera de la desesperación, y puede
salir del frio de su invierno mental, si convencida o preparada para negar o aceptar su condición y a
los seres cosas que la constituyeron. ¿Significa todo esto que un tratamiento como
el descrito anteriormente va a garantizar la no repetición de los síntomas? Obviamente no. Todos estamos
enfrentados a diario al trajín de vivir. Ese acto solamente significa desilusiones constantes, altibajos en la personalidad,
sacrificios inesperados, situaciones inesperadas, pérdida de bienes materiales, despidos del empleo, insatisfacción
sentimental, decepciones y hasta la misma muerte. Nadie en la actual sociedad mundial puede escapar las inevitables consecuencias
de las conflagraciones bélicas, ni el peligro de la guerra nuclear, el crimen organizado y el horror de la
violencia, y, sobre todo, los problemas de familia. Se trata entonces de adquirir los instrumentos mentales que nos permitan
sobrevivir dentro del caos y de aprender a vivir con esas " anormalidades'', construyendo interiormente una barrera sicológica
que nos permita obrar con ecuanimidad y con acierto en los momentos más difíciles de nuestra vida. ¿Adónde conduce todo esto? Estamos experimentando un desarrollo crucial en la siquiatría
y la sicología - una nueva manera de comprender las emociones humanas basada en una terapia tangible y posible,
que da resultados. Un número incalculable de siquiatras y analistas están dirigiendo sus esfuerzos hacia
la autosuficiencia conduciendo a sus pacientes, por caminos por donde puedan vivir como quieren vivir, pensar
como quieran pensar, actuar como quieran actuar, amar como quieran amar, y odiar como quieran odiar hasta
triunfar o fracasar sin tener que recurrir al uso exagerado de drogas anti deprimentes o depender permanentemente
de somníferos y anfetaminas que en vez de aliviar su situación, solamente la prolongan y los
mantiene en un constante ir y venir entre la irrealidad y la verdad, la vida y la muerte sin siquiera experimentar un
minuto de paz y de alegría.
La siguiente anécdota puede aparecer como una broma, un chiste erótico, pero al analizarla
podemos encontrar que detrás de la pregunta que hace una jovencita de quince años, existe
una profunda necesidad suya de hallar y experimentar la máxima satisfacción en todo lo que hace. El narrador explicaba
a una audiencia de parejas recién casadas, cómo quince minutos de amor, amor sexual, eran suficiente para
sostenerse durante toda una vida de penalidades. La joven de marras, preguntó entonces, rápida
y escuetamente: ¿Podría usted decirme cómo se hace para que el acto sexual dure una hora? Ante la aparente imposibilidad de responderla, tendremos que preguntarnos si
en verdad es posible ser felices todo el tiempo. Veamos. Existe una forma científica para determinar lo
que en sicología se llama el Inventario de
Depresión Beck¨*. Es un método
que detecta la presencia de síntomas depresivos y su nivel de severidad o de posibilidades de aumento o disminución.
En este inventario, su creador * nos presenta la oportunidad de medir el grado negativo o positivo de nuestra manera
de pensar como un primer paso a la manufactura de las herramientas que necesitamos para poner punto final a las
posibles manifestaciones de angustia y depresión que nos impiden ser felices "todo el tiempo". Veremos en los resultados de la prueba, de grado mayor o menor, dependiendo del estado
de ánimo, y sin ser repetitivo, que actuamos de la forma en que estamos pensando ahora ··
no necesariamente de cómo pensamo ayer, mañana o pasado mañana, conociendo que, excepto por un estado depresivo crónico, todos los días
vamos a pensar y actuar en forma diferente y en proporción a las experiencias diarias y los quehaceres y resultados
positivos o negativos de todos nuestros actos personales y profesionales.
|