Nacieron entre los años 80 y la pasada década, crecieron en una era de
rápido desarrollo de las nuevas tecnologías, y casi no recuerdan cómo era el mundo sin Internet.
Son idealistas, impacientes y están bien preparados académicamente. Muchos
de ellos han tenido oportunidad de viajar por el mundo a una edad temprana, de estudiar en las mejores universidades y de
trabajar en empresas multinacionales y extranjeras.
Los investigadores destacan entre
sus características la falta de madurez, el individualismo, unas altas expectativas, la confianza en sí mismos,
una autoestima inflada y la necesidad de comodidad. Pero al mismo tiempo, también subrayan rasgos como la capacidad
de adaptarse a nuevas condiciones y cambiar de hábitat y de trabajo, así como la de crecer rápidamente
y resolver varios problemas simultáneamente.
La generación Y se compone de este tipo de personas que quieren todo a la vez. No
están dispuestos a soportar un trabajo poco interesante y rutinario, no quieren dejar las cosas buenas para luego.
Lo que sí quieren es dejar su huella en la historia, vivir una vida interesante, formar parte de algo grande, crecer
y desarrollarse, cambiar el mundo que les rodea, y no solo ganar dinero.
¿Qué
otras particularidades tienen los hijos de la generación del 'baby boom' y en qué se diferencian de sus padres?
¿Qué esperan del futuro y qué futuro les espera?
Menos
religión, más individualismo
La generación del milenio
es mucho menos religiosa que las generaciones precedentes, según un grupo de científicos que analizó
los datos de encuestas realizadas entre 1966 y 2014.
A pesar de que el análisis
de los datos publicado en la revista 'PLOS One' muestra que la mayoría de los adolescentes se considera religiosos
en cierto sentido, aumenta el número de jóvenes que se identifica como no religiosos.
De acuerdo con el centro analítico Pew Research Center, la generación del milenio
no solo se relaciona con menor frecuencia con alguna religión, sino que ni siquiera tiene una postura clara sobre la
existencia de Dios. La gran mayoría (86%) se considera creyente, aunque solo el 58% de los encuestados está
"absolutamente seguro" de que Dios existe.
Esta tendencia se observa desde
el año 2000, cuando se hicieron encuestas entre personas de esta generación. En 1970 solo el 12% de los escolares
contestaron que nunca habían asistido a un servicio religioso, mientras que hoy en día responde así el
27% de los encuestados.
Según Jean Twengle, profesora de psicología
de San Diego, EE.UU., y autora principal de la investigación publicada en 'PLOS One', este estudio a largo plazo puede
mostrar una tendencia que influirá en generaciones futuras.
Pese
a que los resultados muestran solo la correlación de los datos sin indagar en las causas, Twengle cree que este cambio
generacional está provocado por el aumento del individualismo.
"El
individualismo no combina bien con la religión", sostiene Twengle, ya que, normalmente, la religión dicta
normas sociales y de comportamiento, mientras que el individualismo se centra en el ser y en las opciones personales.
Sin embargo, no todo son cambios profundos, ya que aún persiste la necesidad de pertenecer
a un grupo social, si bien la manera de hacerlo ha variado. De hecho, los adolescentes actuales prefieren usar para esto Facebook,
por ejemplo, que interactuar en un grupo religioso.
Menos paciencia, más redes
sociales
El uso activo de las nuevas tecnologías diferencia a estos
jóvenes de las otras generaciones, especialmente por la necesidad de compartir información.
Un estudio neurobiológico descubrió que el contacto humano produce 'hormonas
del buen humor', que es lo que sucede con la generación del milenio cuando chatea, pone un 'me gusta' a una noticia
o comenta una entrada de un blog, informa el diario 'Harvard Business Review'.
Además,
según un análisis realizado por los especialistas de la Universidad de High Point, Carolina del Norte, los 'Millennials'
son más propensos a ser narcisistas en las redes que los usuarios de la generación X (personas nacidas entre
principios de los años 1960 y principios de 1980) y prefieren Twitter.
Los
científicos también señalan que el ritmo de vida de estas personas es mucho más rápido,
por lo que a menudo se muestran muy impacientes. Asimismo, a diferencia de las generaciones precedentes, entre ellos hay muy
pocas personas adictas al trabajo, ya que aspiran a mantener el equilibrio entre su carrera laboral y su vida personal.
Menos trabajo, más vida
"No viven para trabajar,
trabajan para vivir", reza un artículo de la periodista Anushka Asthana para 'The Guardian', publicado en 2008
y dedicado a los jóvenes de la generación Y.
La periodista explica que los
representantes de esta generación "han visto con horror" cómo sus padres trabajaban duro en su intento
por conseguir dinero y estatus, y que ahora tienen prioridades distintas a la hora de buscar un trabajo.
Según Asthana, a los 'Millennials' les preocupan menos los salarios, y más
si el trabajo es flexible, si tendrán tiempo para viajar y lograr un mayor equilibrio entre trabajo y vida, razón
por la que los empleadores tienen que cumplir con estas demandas.
"La idea de entrar en el
mundo financiero de Londres y trabajar largas horas dentro de una empresa grande no me atrae", afirma Ailsa McNeil, una
de las jóvenes entrevistadas por la periodista.
"Vi a mi madre y a mi padre
trabajar muy duro, pero mi ética de trabajo es diferente", confiesa McNeil. "Quiero hacerlo bien, pero quiero
tener una gran diversión en mi vida. El dinero y el trabajo no lo son todo. Si pones todo tu esfuerzo en tu trabajo,
pierdes el sentido de para qué estás viviendo", expresó.
Menos
médicos, más youtubers
Entre las preferencias laborales de esta generación,
ocupa un lugar destacado la influencia de las nuevas tecnologías. A diferencia de los jóvenes de antes, que
soñaban con ser médicos o abogados, los niños del nuevo milenio tienen claro que estas profesiones ya
no son de su interés.
En este sentido, un estudio realizado por la Universidad
de Cambridge (Reino Unido) reveló que entre los jóvenes españoles de la generación Y la difusión
de las nuevas tecnologías en la vida cotidiana cumple un papel tan importante, que los puestos de trabajo más
deseados son los de probador de videojuegos, diseñador gráfico, youtuber o blogger, aunque también se
mantienen profesiones tradicionales, como ingeniero o policía.
La
juventud de antes soñaba con hacerse famoso y ganar mucho dinero en el menor tiempo posible. Ese deseo persiste, pero
pierde fuerza.
La mayoría de la generación de los 'Millenial' no
quiere ser famoso "bajo ningún concepto", mientras que un 28% lo contempla "solo como un mal necesario
para ganar dinero".
A pesar de estas tendencias, observadas
en numerosos estudios internacionales, hay quienes defienden que gran parte de lo que se dice sobre los 'Millennials' son
mitos, y que estos jóvenes no se diferencian tanto de sus predecesores como se suele pensar.
Así, una investigación realizada por IBM entre 1.784 empleados de 12 países
destaca cinco creencias sobre la generación Y que, según los autores del estudio, son más bien mitos
o exageraciones.
Mito 1: Las metas y las expectativas de los 'Millennials' son
muy diferentes a las de sus padres.
Esta afirmación resulta exagerada, porque,
según el estudio, los 'Millennials' tienen objetivos numerosos y variados, al igual que la generación X y los
'baby boomers'.
Esto significa, entre otras cosas, que muchos de los cambios realizados
por una empresa para 'millennializar' un lugar de trabajo también serían bien recibidos por otras generaciones.
Mito 2: Quieren elogios constantes y creen que todos en el equipo deben recibir un trofeo.
"Eso puede que haya sido cierto en sus ligas de fútbol infantil, pero la generación
del milenio ha crecido, y quiere ser tratada de manera correspondiente", indican los autores del estudio. De hecho, cuando
se les preguntó a los 'Millennials' sobre su jefe perfecto, dijeron que querían un gerente ético y justo,
valorando también la transparencia y confianza, mientras que un jefe que reconozca sus logros figuraba más abajo
en la escala de importancia.
Mito 3: Los 'Millennials' son adictos digitales
que quieren hacerlo -y compartirlo- todo en línea, sin tener en cuenta los límites personales o profesionales.
Esta idea no esta apoyada en datos, afirma el estudio. Por ejemplo, en lo que se refiere
a obtener nuevas habilidades en el trabajo, los jóvenes de la generación Y prefieren el contacto cara a cara
antes que las opciones digitales.
En cuanto a respetar los límites profesionales
en los medios sociales, es la generación joven la que suele "trazar una línea firme que separa sus vidas
personales y profesionales", reza el informe.
Mito 4: Los 'Millennials', a
diferencia de sus colegas de mayor edad, no pueden tomar una decisión sin antes invitar a todos a opinar.
En realidad, los representantes de la generación del milenio no son más propensos
a pedir asesoramiento en el trabajo que sus colegas de la generación X. Tanto los trabajadores Y como los de la generación
X intentan aprovechar una variedad de fuentes para tomar una decisión, a diferencia de los 'baby boomers', que se caracterizan
por tener una mentalidad más independiente.
Mito 5: Los 'Millennials' son
más propensos a "abandonar el barco" si un trabajo no cuadra con sus pasiones.
Aunque
una tercera parte de la generación del milenio ya ha pasado por cinco o seis puestos de trabajo, en el contexto actual
esto parece guardar más relación con una realidad de malestar económico que con sus pasiones personales.
Otro rasgo muy característico de la generación Y es su alto nivel de preparación
académica.
"Yo, por ejemplo, he aprendido casi todo en
el trabajo: no podía aplicar en la práctica las competencias adquiridas en la universidad", relata el experto
ruso Vladímir Cherniavski, de la empesa McKinsey & Company, citado por el portal slon.ru. "Ahora los graduados
vienen a nuestra empresa mucho más preparados que, por ejemplo, hace diez años", agrega.
De hecho, los mismos jóvenes Y, encuestados por Pew Research, hablaban de su mejor
preparación como una de sus principales características.
Este
rasgo se debe, en gran medida, a que nacieron y crecieron en "una época de prosperidad económica",
explica un estudio de la agencia mundial OMD, citado por 'ABC'.
"Las familias prosperaban
y los niños vivían en hogares seguros y confortables", agrega el informe, que detalla que, como eran menos
hijos en las familias, la renta de cada uno era mayor.
Ahora bien, la tragedia de esta
generación es que "ha pasado gran parte de su existencia disfrutando de los mayores niveles de bienestar, pero
ahora vive un duro despertar".
Un claro ejemplo de esto se da en España,
donde una gran parte de los 'Millennials' se ve afectada por el paro, aunque un 54% de ellos tiene título universitario.
"Ahora los graduados vienen
a nuestra empresa mucho más preparados que, por ejemplo, hace diez años"
Vladímir Cherniavski, McKinsey
& Company.
Los 'Millennials' españoles aseguran tener una mejor formación académica
y un alto conocimiento de inglés, si bien parecen confiar poco en que su futuro pueda desarrollarse en su país.
El 84% da por hecho que en los próximos años tendrá que emigrar para buscar trabajo.
Pese al complejo mercado laboral, muchos jóvenes de la generación del milenio
a nivel mundial se muestran optimistas respecto a su futuro, y anticipan "perspectivas brillantes" para ellos y
para sus países, según reflejan los datos de una importante encuesta a 6.702 personas de entre 18 a 30 en América
Latina, EE.UU. y Europa Occidental, citada por Al Jazeera.
El mayor optimismo proviene de
la generación del milenio en América Latina, donde el 62% dijo sentirse "muy optimista" sobre su futuro.
Asimismo, los latinoamericanos también parecen mucho más propensos a reconocer que los mejores días de
su país están por llegar.
Sea como fuere, muchos estudios
concluyen que pronto el 75% de los puestos de trabajo estarán ocupados por miembros de la generación Y, por
lo que cambiará la vida laboral, los horarios de trabajo serán más flexibles y aparecerá el llamado
'hotelling', situación en la que seis puestos de trabajo son suficientes para diez trabajadores.
Pero cuando esto suceda ya habrá empezado a avanzar la generación Z, las personas
nacidas en el siglo XXI.