Asi escribe el poeta José Luis Diaz Granados en prologo que hace de su libro Gritos en la sangre . publicado en Calarcá Quindío en 1999 como un ejemplo, el más valeroso que pueda dar un ser humano ante la tragedia que sacudió a Armenia y a Colombia toda el 25 de enero de 1999. Ese día, Alvaro Mejia Mejia ver morir sepultada una gran parte de su familia.

Sobran  las palabras ante la magnitud de tragedia semejante.  Sin embargo, Alvaro Mejia Mejía se levanta,no debilitado sino fortalecido para enfrentarse a las sombras y llamarlas amorosas al poderoso andar de la palabra.

Dichas por  el  poeta Quindiano Juan Restrepo Fernández con quien aún tenemos una gran deuda de reconocimiento por su obra poética, simbolizan para quien conocemos a nuestro ilustre galardonado, el grito del silencio nunca antes proferido, nunca antes revelado, cautivado en el vacío, en la soledad de su deleite, en el hacha del rayo sobre su garganta. Indudablemente, la poesia  de Alvaro Mejía Mejía constituye  el baluarte construido por su alma para protegerse del inagotable dolor que ensombreció su joven existencia.

Lleno de plenitud y madurez intelectual, Alvaro Mejía Mejía sobrevive con fortaleza incomparable a ese medio día de enero, que el recuerda cuando escribe en Sinfonías de la Muerte: "de amapolas/se tiñeron las calles del pueblo/y el tiempo puso hamacas y se bebió el silencio, y encuentra en la muerte la presencia de la vida que habría de seguir como se expresa en otro de los poemas del libro citado cuando dice, me indica la ruta del tiempo/el secreto latir de la noche/la vital sensación del estío/el desnudo misterio del orbe.

Alvaro Mejía Mejía surge entonces y surca el aparentemente infinito sendero de la desolación anímica y con optimismo y mas filósofo que nunca dice: Talvez en alguna semilla florezca. Con el paso del tiempo,  los sueños, la sentencia, ¡Ah! El olvido.

Hoy ante nosotros, un poeta quien en sus propias palabras: Lleva en la sangre lamentos que bordean el infinito, profusas fuerzas, oscuras rebeldías, gritos inmutables presentes en toda su obra, la primera de ellas,  Frontera al Infinito. Todo en su formidable vida de escritor, es como escribiera sobre su poesía el sonetista Noel Estrada Roldán: Alvaro sabe extraer liricas excelentes gemas, que a veces hacen pensar en las fantásticas premoniciones de la ciencia ficción o del retorno del tiempo.