Naciones Unidas de las Letras UniletrasDirectorio InternacionalActo de FeMinuto de Poesia/Momentos de asombroPensar Construir ActuarClub de los jóvenes otoñalesSoniaTertulia Literaria Otra DimensiónAfiliaciónMensajes de opiniónPoética EtéreaPoética Eterea IIPoética etérea VMELTING ELEMENTS, RAM KRISNAH SINGH

TODO TEXTO SUBRAYADO ES VINCULO AL TEMA DE SU ENCABEZAMIENTO

Las Espigas al Viento 

 

JAIME MARTINEZ SALGUERO.. PARA la poesía de América, para el cofre donde se guarda la palabra sabia, oportuna, necesaria, de la que nace el mensaje redentor de nuestras debilidades humanas. JAIME MARTINEZ SALGUERO --- SU MENSAJE DE POETA EXIMIO QUE QUIERE SEÑALAR LA RUTA DE LA PAZ A LAS NUEVAS GENERACIONES: Bienvenido al Consejo Ejecutivo De Semillas De Juventud Internacional PRESDENTE ADJUNTO UNILETRAS BOLIVIA--La fuerza de su poesía que se publica en esta página dedicada a su vida y obra , fortalecerá el sueño y nos permitirá cumplirlo. Con afecto y admiración .Joseph Berolo

 BUSQUEDA

Si quieres encontrar el alma de la felicidad,
me dijo la voz del crepúsculo,
anda por el camino que recorren
las estrellas fugaces,
aquellas que se encienden de amor
y luego se incrustan
en el corazón de la noche.

Si buscas la senda de los sueños,
penetra en el templo del rocío
y tiembla con su fresca iridiscencia
porque allí,
en el verbo de agua niña,
podrás respirar
el mensaje de la inocencia
que llueve de lo alto,
directamente
al corazón de los elegidos.

Si ansías recoger la cosecha de la luz,
lentamente madurada
en el surco del misterio
abre el grano de ilusión
que permanentemente late en tu pecho
y recoge la espiga del silencio;
la encontrarás llena del mensaje
que tanto buscas

 *****

Chorro de Risas


Y del chorro de risas
que hilaba el paño de la alegría
para vestir al sol matinal
¿qué queda ahora?

Y del musgo de cantos
que trepaban los gruesos troncos
de la amistad
enredados en la corteza
de los juegos infantiles,
¿qué hay ahora?

Ya no se ve la luz agujereada
por el temblor de la hojas
de nuestras esperanzas
izadas al tope de los almendros;
y del bello mensaje escrito
por la luz en la página del parque
ya no conservo ni la más remota clave
que me permita descifrarlo.

¿Dónde está mi infancia?
¿dónde el color del verano
que ardía con grito inocente
poniendo rumor en la abejas
de nuestros ojos
para recoger la miel de la felicidad?

Ay, el huracán del olvido
ha arrancado de cuajo
las raíces mismas
de la vida,
y nos ha dejado
los recuerdo volanderos
que escriben extrañas palabras
en manos del viento enfurecido.

 ROSARIO DE HOJAS

Hoy el mundo se ha vestido de melancolía.
Mira cómo el pino ostenta su adustez
pensativa
elevando el aroma de su pregunta
sin respuesta;
y el álamo
se ha puesto a rezar avemarías
con un rosario
de hojas desplegadas en el viento;
como el agua discurre por el cauce
lleno de hierbas, que le arrancan el arpegio
de la sinfonía de la verdad.
Todo se esfuerza por hacernos llegar
al profundo mensaje de la tierra.

¿Sabes, hermano?
hoy he visto cómo el ala de la tristeza
bate el alma del aire,
se posa en las colinas
tan abiertas al misterio
y las llena con el polen del silencio;
luego,
las abre con la llave de la ternura;
entonces,
escucho:
abre tu corazón al relente del amor
que baja enloquecido de pasión
a humedecer con espíritu
los mejores pensamientos.
Abre tu vida al amor.
Abre tu vida
Abre...

 
EL COLOR DE LOS DÍAS
Jaime Martínez-Salguero
Hay días, ¡ay...!
Días en que se nos apagan
las lámparas de las horas,
y quedamos en tinieblas
sintiendo cómo nuestras vísceras
también se oscurecen.
Y entonces,
No podemos avisorar ningún camino,
porque todos que recorremos
parten del corazón.
Hay días, ¡ay...!
En que el maderamen de nuestra esperanza
se deshace poco a poco
astillado por los golpes del dolor,
y quedamos despoblados
del felíz futuro que esperábamos
 con tanta ansiedad.
Mas, también hay días
en los que sentimos el dulce soplo
salido de la médula misma del amor,
que llega a nuestras vidas
junto a los latidos de los tiernos segundos
Y  nos abrigan con el ropaje de la paz.
Entonces, sabemos que una mano invisible
nos sostiene sobre el abismo
y nos conduce a las praderas de la hierba viva,
con que nos alimentaremos de ahí en adelante.
En ese instante recobramos las fuerzas
Para seguir peregrinando...            


DESPERTEMOS, HERMANOS

Porque hemos nacido para limpiar la luz
que llevamos dentro,
dormida en la oscuridad
de esta maraña de nervios;

Porque en el sereno bronce
de nuestras mentes
hemos dejado crecer
la oscura pátina de la indiferencia,
que está ahogando
a la idea
poderosamente esculpida
en nuestro interior;

Porque en el frenético torrente
de nuestra sangre
ya no flota la suave aura de la paz
que ayer perfumaba
a todo nuestro ser;
porque en nuestros ojos
ya no se columpia
la tierna imagen
de la inocencia,
y en su lugar
hemos izado la bandera de la razón,
que no atina a develar
el color de nuestros sentimientos;

Por eso, y por la serena voz
que nos habla desde el silencio,
despertemos, hermanos.

 EL COGOLLO DEL MISTERIO

Poderosa e invisible mano
que esculpes nubes de sueño
en el corazón de la melancolía:
tú enciendes palabras preñadas de pasión
en el surco de lo labios
abiertos a la cosecha
de la verdades
para construir con ellas
el poder de la existencia humana.

Hay una mano ardiente y estrujadora
que exprime las venas del amor
en el lagar de la vida,
con tanta fuerza,
que abre los poros del vino
con vocación de las pálidas embriagueces
y lo hace palpitar en el envase de las horas
que nos esperan y esperan
allí, en el vértice
de los tiempos maduros.

Hay una mano marcada por el amor
que se complace en deshojar
la hedionda rosa de los odios
plagada de puntiagudos rencores,
y al hacerlo
vierte sobre nosotros,
gota a gota
silencios vivos
que nunca coagulan
y nos tiñen con la inefable sangre
de un nose qué,
y nos impulsa
hacia la gavilla de la luz desordenada
que arde en el cogollo del misterio.

 SÓLO TENEMOS LA PALABRA

¿Cómo bautizar a la palabra
si la realidad a la que nombra
es tan remota?

Adán,
estás tan lejos del paraíso
que hasta el sol
se nos ha convertido
en luna parcialmente eclipsada
y casi no miramos cuanto nos rodea.

Por eso,
caminamos en el exilio de la sabiduría,
pretendemos coger
la rosa de los vientos
para orientarnos;
al hacerlo
nos damos cuenta
que únicamente es viento roto
y quedamos tan desorientados
como antes.

Sólo tenemos la palabra,
mas no el contenido
con qué llenar la vasija.
Tenemos el sonido que apenas recoge
una parte de la fuerza musical
que se levanta del fondo oscuro
donde vivimos,
tanteando las piedras
con nuestras manos ciegas.

¿Qué más habita en el aire
y no lo vemos?
¿Qué más arrastra el tiempo
y no lo sentimos?
¿Qué otro tono enciende
el color de la azucena
y no lo miramos
con estos ojos tan limitados?
¿Dónde está la sombra de la verdad
para cobijarnos debajo de ella
y así descansar se
renamente
?


Jaime Martínez, miembro de número de la ABL q.e.p.d. 

Nació en Sucre el 20 de octubre de 1936

Ingresó a la Academia Boliviana de la Lengua el 24 de febrero de 1984 con la lectura del discurso titulado “Reflexiones sobre la cultura boliviana”. Ocupa la silla con la letra “Z”; respondió al discurso de ingreso Dª. Yolanda Bedregal. Es miembro correspondiente de la Academia Norteamericana de la Lengua Española y de la Academia Filipina. Pertenece a la Asociación Iberoamericana de Heráldicos de México (desde 1994), a la Academia de Estudios Genealógicos y Heráldicos de México (desde 1994), y a la Academia de Ciencias Humanísticas y Relaciones de México y la República Dominicana (desde 1995).

Escritor y bioquímico farmacéutico de profesión. Se tituló por la Universidad Mayor de San Andrés; y posteriormente, realizó una maestría en Farmacia industrial en la Universidad de Montpelier.

Es autor de varias obras. Entre las principales destacan las siguientes: Cuando el dolor florece (1960); Poesía y novela de Jaime Mendoza (1977); Moradas iridiscentes (1982); Franz Tamayo, el indagador del misterio (1979); El relato minero en Bolivia (1991); Tamayo, el hombre y la obra (1991); Las voces de la tragedia (1997); Aroma del verbo (poemas del año 2000); Combate místico (novela publicada el año 2002); Mis paisajes interiores (poemas de 2005); Moradores de la tierra (cuentos); y De la muerte y otros cuentos (2007).

Fue director de Literatura y Bibliotecas del Ministerio de Educación y Cultura (de 1972 a 1977); y Oficial Mayor de Cultura de la Honorable Alcaldía Municipal de La Paz en 1997. Su desempeñó docente incluye lo siguiente: Profesor asistente de la Facultad de Humanidades en el Departamento de Literatura en 1972; catedrático titular de Desarrollo social boliviano en la Facultad de Ciencias Sociales de la UMSA, catedrático de Lengua II en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Católica Boliviana (de 1975 a 1980); catedrático de Oratoria en la Escuela de Aplicación Policial (1985), catedrático de Comunicación escrita en el Instituto de Administración Publica Superior (1986), y catedrático de Lenguaje y oratoria en la Universidad Privada Franz Tamayo (de 1994 a 1997).

 DESPERTEMOS, HERMANOS
Porque hemos nacido para limpiar la luz
que llevamos dentro,
dormida en la oscuridad
de esta maraña de nervios...

EL POETA DE LA MONTAÑA

Por Carlos Garrido Chalén

 Jaime Martínez Salguero, Miembro de Número de la Academia Boliviana de la Lengua, Correspondiente de la Real Española, es uno de los poetas y escritores de más significación de las letras hispanoamericanas.---En “Mis Paisajes interiores”, Jaime le canta al “oloroso naranjo/ florecido de emoción/ que madura en la entraña/ del Yunga prodigioso” (Patria Mía), amando esa “placidez del río/ que se desliza cantando en la planicie/ y la fecunda con su beso/ al pasar, enamorado,/ cantando la salmodia de paz/ que ha arrancado a las montañas” (Amo la placidez).

su diversidad temática llega la lluvia, que para él es “una palmera que llora/ la pena del mendigo” (Lluvia) y esa Cordillera suya “bosque de granito/ cultivado/ por la mano de la eternidad.. donde se iza/ el pendón del infinito” (Montañas tutelares).

Jaime Martínez Salguero, es un poeta de entraña que honra la literatura Continental.”Incandescentes sonidos se precipitan – dice – a las llanuras de mi alma;/ crepitan con la ruda voz de los inicios,/ se refugian en las grietas,/ las rebasan,/ fluyen/ ardiendo luciérnagas líquidas,/ se detienen, se introducen en la cápsulas de l vida/ y germinan en l semilla del sol amanecido.. El crepúsculo entona la cantata/ mirada de infinitos,/ luego,/ lentamente,/ los va apagando/ como el sacristán ahoga los cirios, en el templo/ luego de la divina ceremonia”(Un día).

  A su sensibilidad de escriba, de buscador de luces dinamitadas por el alma, llega “el verdor perfumado del bosque,/ cual manantial de profundas sugerencias” (Voz insonora), que lo hace mirar “cómo resuena el pífano/ de los roquedales/ construyendo montañas interiores/ en el alma de los hombres..” y explicarse por qué ”tiembla la peña por dentro,/ y por fuera es muestra imperturbable,/ pues la vibración de la vida/ únicamente se escucha con el alma” (Pífano de roquedales).----Para Jaime Martínez Salguero, Académico Correspondiente de las Academias Filipina y norteamericana de la Lengua Española, su patria es “un racimo de montañas /desprendidas del cielo…”,”la canción que se balconea/ en los dulces labios /de la chapaca donosa”, “que entona la cueca/ y pulsa la tarca”, “el campa pechador de monte/ y el singuero/ que sigue la huella del dolor allá en la selva”; “el quiriquincho escondido en la arena/ que baila la morenada de los esplendores” (Patria Mía). Será por eso que con deleite, le canta también a “la dormidamúsica de la nieve” de ese Illimani (“Achachila surgida del perfume de la tierra”) “que hace resonar, a veces/ la ronca voz del viento/ y otyras, interpretando el largo y majestuoso/arpegio del silencio” (Illimani).
 
A la poesía de Jaime Martínez Salguero, un poeta que maneja con mucha lucidez también la narrativa, llegan los sonidos y colores, la cadencia y majestad de “las broncas voces de un renovado mensaje/ que viene a romperse astillada de luces” que configura el mar de sus sueños ancestrales.”¿Qué eres mar – se pregunta – y allí nomás él mismo se contesta: Quizá, sirena que me atraes/con la fuerza del misterio” (Mar). Por eso es que sabe que cuando “el viento estepario/se esconde cuando llegan los cazadores de plegarias/ en busca del aroma deDios,/ lo encuentran/ y lo levantan, como pendón de triunfo…ávida de teñirse con el arrebol de las entregas” (Viento estepario).

Para quien “Ser hombre… es ser perfume de esperanza/ en el nervio del dolor” (Otoño), resulta fácil seguramente, ser la voz de “ese evangelio de piedra sellada que es el Altiplano, en donde cabalga el tiempo en corceles de viento/ y el hombre levanta un monumento de granito/ que un día se ha de derruir/ como arena en la clepsidra de la eternidad” (Altiplano). “Aquí donde “las enormes campanas de los cerros/ repican con el badajo del silencio/ los más puros sones de la paz/ y el cristal del aire refulge endurecido, en la mancha azul de la laguna”  (Puna). Y es que en ese “oscilar de calígenes/ que cubren las testas graníticas… singulares almas vagabundas/ que circulan el claror del agua/ en busca de la huella/ que dejaron sobre esta ribera,/ cuando el alba estaba aun/ desnuda de colores…” vive con terca fascinación – en el enjambre de su propia contextura poética – “el galopar de invisibles cascos de leyenda / que resuena en el aire, para penetrar hasta la raíz de la arcilla” y la mañana (Sonatas de huracán), seguramente que en busca de la vida.

Bien por Jaime, por la poesía de América, por nosotros sus lectores; y por su país, Bolivia,  que ya lo reconoce por su canto hermoso (y victorioso).


Jaime Martínez Salguero, Miembro de Número de la Academia Boliviana de la Lengua, Correspondiente de la Real Española, Académico Correspondiente de las Academias Filipina y norteamericana de la Lengua Española, su patria es "un racimo de montañas /desprendidas del cielo...","la canción que se balconea/ en los dulces labios /de la chapaca donosa", "que entona la cueca/ y pulsa la tarca", "el campa pechador de monte/ y el singuero/ que sigue la huella del dolor allá en la selva"; "el quiriquincho escondido en la arena/ que baila la morenada de los esplendores" MARTINEZ SALGUERO Para quien "Ser hombre... es ser perfume de esperanza/ en el nervio del dolor" (Otoño), es ser la voz de "ese evangelio de piedra sellada que es el Altiplano, en donde cabalga el tiempo en corceles de viento/ y el hombre levanta un monumento de granito/ que un día se ha de derruir/ como arena en la clepsidra de la eternidad" (Altiplano). "Aquí donde "las enormes campanas de los cerros/ repican con el badajo del silencio/ los más puros sones de la paz/ y el cristal del aire refulge endurecido, en la mancha azul de la laguna" (Puna). Y es que en ese "oscilar de calígenes/ que cubren las testas graníticas... singulares almas vagabundas/ que circulan el claror del agua/ en busca de la huella/ que dejaron sobre esta ribera,/ cuando el alba estaba aun/ desnuda de colores..." vive con terca fascinación - en el enjambre de su propia contextura poética - "el galopar de invisibles cascos de leyenda / que resuena en el aire, para penetrar hasta la raíz de la arcilla" y la mañana (Sonatas de huracán), seguramente que en busca de la vida. (Extracto. EL POETA DE LA MONTAÑA Carlos Garrido Chalén. )

AROMA DE PENSAMIENTO

Misteriosa voz que brotas de la arena  

y te enroscas

en el surco del aire

formando  maravillosas gavillas

de mies recién parida

para producir el pan de la verdad

en el corazón del hombre.

Palabra florida

en aroma de pensamiento

que pinta los siete colores

de lo fundamental

¿por qué no te muestras

con la corola tangible

que satisfaga nuestra carne

siempre insatisfecha?

Y tú,

aguda saeta del viento

tú, que agujereas el manto de la tarde

¿por qué no desgarras

la sutil coraza

del misterio que nos rodea?

Estremecedora voz

que nos ha dado la sed

pero nos niega el agua

y sigue cavando en la roca

de nuestras v idas;

¿podremos encontrar un día

la firmeza de la palabra,

de la única y definitiva,

la que habla con tono de infinito?

Pero sigamos caminando

Porque vivir es chocar con lo imposible

que nos hace sangrar los huesos

para alimentar los nervios

impulsándonos a la aventura

de buscar y buscar.

 EL ARCANO
 
¿Sabes cuál es el secreto que tan ardientemente
esconde el árbol en su ruda epidermis
de savia endurecida por el tiempo?

¿Conoces el lugar de donde viene la fuerza
que permite madurar la luz y hacerla fruto?
¿sabes, por ventura,
cuál es la dimensión de su nostalgia
siempre abierta al desafío de lo infinito,
de aquél que se precipita en toda rama,
que vibra en toda hoja
y se compendia
en la humildad de la semilla?

¿Has visto el solemne bautizo de la vida,
cuando una mano tan suave
como la caricia de la esperanza
echa la aspersión del agua lustral
sobre el cerebro de un grano oscuro
para tornarlo en ascua de luminosa existencia?

¿Has contemplado, hermano,
la retorcida angustia del árbol seco,
tan sediento de paz,
y del perfume de la humedad
cuando el espíritu encalla
en la raíz del dolor?

Entonces, hermano
escucha el sutil murmullo de las palabras
con que el árbol
y la tierra
y el viento
están conversando
de la poliédrica forma
de la vida,
siempre renaciente
en el calidoscopio del tiempo.
Son palabras de amor inocente
Que se repliegan al seno del misterio.

 NUESTRA PROGENIE

Nuestra progenie, hermano,
comienza en el barro,
cuando el agua y la tierra se unieron
en abrazo de amor generatriz
para dar origen
a nuestra célula más entrañable.

Por eso,
solemos sentir que nuestros nervios
a veces
son tan suaves
como los tiernos sentimientos
que se arrancan del manglar florido
y otras veces
ay, otras veces,
exhalan el hedor del cieno podrido
porque el pensamiento está lleno de odio
y revienta en burbuja pestilente

El limo que nos conforma
se hace mármol
y estructura nuestros huesos
para sostener la pesada carga
de los sueños no alcanzados;
otras veces,
el ojo
que únicamente es fango hecho luz,
palpita con la iluminación interior
y enciende la sonrisa
de nuestro corazón
aclarado por el fuego fundamental.

Lodo somos, lodo que siente
que piensa y se abre en libertad
como vuelo de la tierra
que ansía llegar a Dios

 POLVO DEL MISTERIO

En este espacio,
la vida,
poblándolo todo
con el polvo del misterio.


En este otro,
el aire fragmentado
con los trozos de la palabra;
callada revelación
que surge
de los huesos de los huesos
del hombre.

En este espacio,
toda tu presencia;
apretado amor en que te comprimes
para caber en el punto de vida
de un corazón iluminado.

En aquel otro
la campana de la muerte
llamándonos
con un badajo de destrucción
que percute en el bronce de ese día,
únicamente de ése,
para que vayamos
a la perfecta cápsula
del silencio
donde nos encerraremos.

¿Y entonces,
qué espacio permanecerá?
El espacio del silencio
que en silencio se espacia...