|
Cristina Montero |

|
Uniletras Argentina Miembro Fundador 10.24.2011 |
Y éstas/ y las
otras las de las manosácidas o tibias gestuales - palabras,parpadeos azules o negros llamas llameantes,palabras
- miradas palabra - pieltersa o erizada palabra esquiva huidiza posesiva piel - palabra carne enriquecida o
derrotada hoguera urgencia humana pobre o vil maravillosa piel- palabra impenetrable corazón hecho palabra
palabra - esperanza verde - palabra palabra hierba trebolar al viento palabra violeta penitencial austera solitaria
palabra.
*****
PARÁBOLA DE OTOÑO....
El barrio es
siempre el mismo. Hay una sola cosa que lo cambia: las estaciones. No es lo mismo el color de un verano, el vientito tranquilo
de una primavera, el frío que se mete entre las ramas en invierno y la estación de ahora: el otoño. A mí se me hace que el otoño es como un misterio que se vive para adentro, por lo menos para el adentro de
nuestro hemisferio. No es una estación estruendosa, gritona como la primavera. Parece que le gustara ese primer modestísimo
frío, ( o fresco) que se cuela por las ventanas, las sacude con cuidado y nos obliga a mirar un cielo limpio y unas
calles que se llenan de hojas tranquilas ya, y vencidas. Eso es lo que lo que se adhiere a mis ojos otoñales cada vez
que lo transito. Por eso, se me ocurre que el otoño es como una parábola, como las del evangelio. No sé
si seré clara pero yo comenzaría así: ¨¨El Reino de los cielos, es semejante a esos árboles
que le entregan al nuevo otoño todas sus hojas. Nosotros las vemos caer al suelo, pero en realidad nos permiten ver
lo esencial: el cielo que se va filtrando cada vez más claro entre las ramas. A nosotros nos parece que se apagan,
pero en realidad, se despojan de todo lo que ya no necesitan ni su vida, ni sus ramas. No es el esqueleto que prepara una
muerte, si no un secreto pero seguro paso al nuevo y mismo árbol que ya viene. Es cuestión de esperar que llegue
el momento del regreso, y, después de estas lloviznas otoñales saber ver los rebrotes. Sé que hay árboles
más lerdos y otros más rápidos, hay árboles impacientes y enojados , como muchos hombres, quieren
que la esperanza sea hoy...y no es así, se desaniman y hasta se desesperan. Pero Dios, el árbol y el otoño
saben esperar, o, al menos vamos aprendiendo a esperar....¨¨ Yo tengo un montón de otoños y otros
tantos recuerdos otoñales. Los recuerdos, al final, no son más que adelantar el momento de las hojas más
nuevas. Estamos seguros, no sabemos cuándo. Pero llegará. CRISTINA MONTERO ROSARIO-SANTA FE- ARGENTINA. Copyright.-
|
ENTRE VIOLETAS Y CERRADURAS.- Josefina tiene alrededor de treinta años. A duras penas ha logrado vivir
sola, en un monobloque accesible para sus escasos ingresos económicos. Trabaja como secretaria de un odontólogo
de la barriada, pero sus magros ingresos le alcanzan para librarse de la ya tan vieja opresión y descalificación
materna. No obstante, día a día, siguen martillando en su cabeza, pese a los ya varios tratamientos psicológicos
iniciados y abandonados, las lacerantes frases maternales:"No servís para nada", "Nada te sale bien",
"Si no fuera por mí, no sobrevivirías".-
Y...como siempre el dolor deja sus huellas: Josefina es claustrofóbica,
pese a que ha logrado superar esta situación en cines y en ascensores, las garras de la fobia no han podido librarla
del temor a quedar encerrada, cuando las llaves quedan colocadas del lado exterior de la puerta. Dado lo cual, cuida obsesivamente
ese detalle, hasta la extenuación.-
Por eso, cuando hace quince días, se le rompió la cerradura de su monoambiente, casi
no puede dormir, revisando sistemáticamente todas las posibilidades de encierro a las que está expuesta...hasta
el día 29, en que pueda llamar al cerrajero del barrio y resolver el problema por sí misma. Hace rato que el
dinero de mamá, no sólo le genera repulsión, sino que es capaz de tener la vieja heladera casi vacía,
porque su vida depende de NO PEDIR, VALERSE POR SÍ MISMA. El domingo cumplió años y tanta resolución
no pudo con la invitación de su madre, quien le obsequia una pequeña planta de violetas africanas...agregando
"Aunque no sé para qué, si no creo que seas capaz de cuidarla y mantenerla con vida".
La planta reposa sobre la pequeñísima
mesada de granito, porque Josefina leyó que le encanta la luz y el ventiluz de su cocina, se la brinda a pleno, desde
las primeras horas de la mañana, hasta el mediodía. Con ternura, cada tarde, al regresar del consultorio, la
riega, pero no sobre la tierra sino sobre el pequeño contenedor para que SU violeta, beba cuanto y cuando quiera. Al
terminar de lavar su plato, pasa siempre su mano húmeda por las hojas carnosas y de un verde oscuro y vívido,
porque leyó que, a toda planta, la ternura y la dedicación, como buen ser vivo que es, logra maravillas, mientras
piensa "Yo también soy un ser vivo...pero..." y se frena, porque sabe que siempre aparecen el llanto y el
insomnio, viejo compañero ya, en su ¿corta o larga? Vida.- Pasan los días, rutinarios, monótonos,
iguales. Todavía faltan dos para el fin de mes tan ansiado. En primer lugar, Josefina ya ha agendado al cerrajero...
¿A todo el mundo le pasará lo mismo, antes de cobrar el sueldo?
Es un 27 de septiembre entre caluroso e inestable, cuando Josefina
se levanta, abre la puerta de su monoambiente para ver si su vecina por fin ha retirado del palier al descubierto, la bolsa
de residuos, que lleva ya ahí...casi tres días, cuando su mirada choca y se detiene sobre la mesada. Emite un
sonido de ¿inquietud?, ¿descreimiento? y camina rápido hacia su violeta africana, que hoy, le ha regalado
dos flores violetas intensas y bellas, bellísimas. Se lleva las manos hacia el rostro, se seca un par de lágrimas
y acaricia ese enorme regalo que la vida le brinda cuando se la cuida. No puede creerlo, pero sabe que se lo merece. La
situación la sumerge en una atemporalidad decisiva, cuánto se queda observándola, ¿minutos?, ¿segundos?,
¿horas? Pierde, por fin, todo dominio de sí. Por eso olvida las llaves que dejó colocadas del lado
exterior de la puerta de entrada.===El ruido de las mismas, que giran, completando la doble vuelta, añadido al nítido
sonido que producen al ser retiradas de la cerradura, la sumen en el encierro final.- La vida nueva y las lágrimas
de alegría y descreimiento, se trocan por gestos totalmente infantiles de desesperación.- XTINA.- Cristina Montero de "Imaginarios" I.S.B.N. 988-887-954-7 Rosario- Santa Fe- Argentina
Cristina Montero" <cristinamontero@fibertel.com.ar>
A SOLAS CON MI MADRE
Lo que era vida como
una nobleza cumplida en voz baja. Lo que era paso amortiguado y cielo sumiso, y aire despertado por voces infantiles. Lo que era piedra recién planeada y casa dormida bajo las palomas. Todo se ha venido aquí, a colocarse en rígida postura dentro de tu mente, a sumirse en el paisaje de tus células opacas. Todo circunscripto por estos barrotes que tuvieron pájaros.
Te miro desde el borde de tu disgregación, desde tus manos lentamente trágicas, a través del invierno que se colgó de tu cuello y tuerce tu suavidad hacia orillas friolentas, a regiones abiertas, a mundo con otro color, con otras criaturas.
¿Estás solitaria o escoltada por lo nuestro? ¿Seguida acaso , por días de sol, por mascotas fieles, por arboledas que acosan tu inmovilidad?
Tu palabra se abrió y va sobre los niños como una mano tutelar y tibia. Hay objetos con tus gestos adheridos y decisiones ordenadas por tu silencio. Sin embargo, muchas veces, sólo eres piedra contra la piedra de los días, y únicamente te guarda el tiempo.
Y te conviertes en una larga resignación contenida en mi pecho, mientras me asomo al naufragio de tu luz encallada.
Xtina.
De ¨¨Como el aire¨¨
I.S.N.N. 987-666-322-9
CRISTINA MONTERO-SANTA FE- ARGENTINA
|
NOCTURNO Y DIURNO Quiero tener vida colgada de los ojos./Callar la voz para escuchar un vuelo,/poner cielos
encima de los árboles,/volver a ver: rojos crepusculares-noche vencida-,/amarillos castillos en la arena, /estrellas
en el día,/retamas en los cercos,/un paraíso breve guardado/entre los párpados seguros,/el ruido de las
hojas,/y el resguardo vital de una luz:siempre en alerta. I Por una vez no existe el cielo innecesario, pocos averiguan acerca de mi corazón, porque es de noche, manantial de noche, viento de la noche, viento-olvido, porque es de noche entre silencios y maullidos de los gatos en celo, quedo desarmada como un reloj ya viejo.
Húmeda oscuridad desgarradora, oscuridad
sin adivinanzas, con sólo un grito que se quiebra a lo lejos, y, a lo lejos, se cansa y me abandona.Ella sabe qué palabras podrían
decirse cuando se extinguen todos los presagios, y el insomnio trae iras melancólicas, acerca del futuro
y otras angustias.Pero no dice
nada. Entonces miro, miro en lo oscuro llorando y me envuelvo otra vez en mi noche, quien, como una cortina pegajosa
nunca, nadie, nunca, nadie, corre.Por
el aire invisible baja una luna dulce, hasta el sueño el aire denso. Estoy sola con mi infancia de alertas, con mis espejismos de Dios, y calles que me empujan hasta un remoto mar de miedos.Sola como una estatua destruida, como un muelle sin olas, en la anegada cuenca del desamparo, junto a ausencias que nunca retroceden.Naturalmente, ella conoce qué palabras podrían decirse, pero no dice nada, pero irremediablemente nunca dice nada.II He llegado al amanecer neutro. Nadie podrá olvidar este descanso. Pasa
sobre mis párpados el cielo frágil.No pienso ahora en tiempo de relojes. Ahora sólo existe el anhelo desnudo, el sol que se
desprende de su noche de llanto, tu rostro que se interna día adentro hasta sólo ser voz y rumor
de sonrisa. Quiero tener
vida colgada de los ojos. Callar la voz para escuchar un vuelo, poner cielos encima de los árboles, volver
a ver: rojos crepusculares -noche vencida-, amarillos castillos en la arena, estrellas en el día, retamas en los cercos, un paraíso breve guardado entre los párpados seguros, el ruido de las
hojas, y el resguardo vital de una luz: siempre en alerta.Xtina de ¨¨Como en aire¨¨ ISNN 987-666-322-9
BÚSQUEDA.... Hace tiempo que busco la palabra: que convoque a la estrella, al lirio, al
pan, al triste, al hombre con ojeras, al tonto, a mi mano derecha. Hace mucho que entiendo que no entiendo ni
mis risas, ni mis penas. Hace mucho que no hablo conmigo, que no me doy un beso, que no me miro, ni
me quiero, que no abro la puerta. Hace mucho que lloro sin sentido, que me escondo en mi cuarto. Hace
mucho, Dios mío, que estoy sola, que camino sin Norte... Hace mucho, y, sin embargo, así como golpea esta
rareza de sentirme triste, así como he llorado por los míos, porque pasaba un duende, o porque estaba lejos
tu sonrisa, así también es cierto que visitó mi casa la mentira; que cerró la puerta, que
me selló la boca, que me dejó sin rumbo, a la deriva... Igual, y pese a todo, por vos, niña, por
vos vestida así...así con tu sonrisa, seguiré buscando
la palabra que convoque: a la estrella, al lirio, al pan, al triste, al hombre con ojeras, al tonto, a mi mano derecha.... Xtina. De ¨¨Tras los otros¨¨ CRISTINA MONTERO ROSARIO-SANTA FE- ARGENTINA
DUDAS... A veces me pregunto si la noche todavía se pone a caminar sobre los techos, si, dormidas las promesas
y las rosas de
mi vieja casa, se aparecen cada día más mariposas en los alfalfares, o más lentas neblinas en otoño, o más suaves constelaciones
desprendidas de
un cielo siempre nítido en su esfera. A
veces me ´pregunto si es verdad que desde niños amábamos las lluvias,tocábamos
el aire con las manos frutales, heladas en invierno. Si es verdad que nos dejaban jugar bajo la higuera de los patios a ser mayores, destrozar el
tiempo a
latigazos, y a caernos cansados a dormir una edad irreparable. Me lo pregunto, a veces, tantas veces.... Y la duda es tenaz, te crece sola, se te enreda en los dedos,
con los años, se
duele en los reflejos más pequeños, de una luz que se fue, que regalaba un horizontepensado
tan tuyo como
un pájaro en su jaula, como un puro barrilete, orgullo de tu brazo.... Y del viento más feliz que conmovía toda nuestra infancia.- XTINA. CRISTINA MONTERO ROSARIO-SANTA FE- ARGENTINA
|