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Desde
la orilla del Pacífico, os dedico esta misiva, para reencontrarme con ustedes, ciudadanos del mundo, labradores de
esperanza, amigos de la paz.Escribo a ustedes con el ánimo de seguir sus pasos en el camino de las letras, y sospecho que
en sus cuadernos anidan gritos de justicia para los pueblos, la oportuna denuncia para los perversos que lanzan niños
a las calles. Tambien sueño con sus paginas florales, que avivan los latidos universales del amor. Ahora preciso
decirles la imperiosa necesidad, de aunar esfuerzos por mantener la paz entre los pueblos de América, la nuestra, la
Morena, la de hombres y mujeres de piel curtida. Nos asomamos dia a dia a enfrentar la violencia, no podemos quedarnos
quietos ante esta maloliente situación. No podemos dejar el camino libre a quienes usurpan la mejestad de la democracia.
Ser poeta nos conmina a luchar por cambiar este estado de cosas, preparar la tierra para que sean otros los árboles
que nos den sombra, otros frutos, otros amaneceres. Pedro Muñoz López. Miembro Honorario Naciones
Unidas de las Letras Ecuador
Gaviota Esta noche me quedaré escuchando el roce de tus
alas al viento, en el silencio de la luna ataré mis recuerdos y dejaré que tu desesperado vuelo te eleve a las estrellas por si el eco de mi adiós te alcanza.
Regálame una tarde
Para mirar tu rostro
sobre el brillo del ocaso Regálame tu afán, para llegar a tiempo al filo de tus besos Regálame
los cristales de tus lágrimas Para hacerte un collar de certezas amorosas. Regálame el vacio de tus
manos, Para llenarlos de caricias disimuladas. Regálame el hastío de tus días, para doblarlos
en dulces amaneceres. Regálame la nada para convencerme de llenar tu vida. Regálame un poco
de atención para que leas esta carta que con amor hoy te regalo.
Ave de paso
Imagino
tus manos galopando sobre mi ardiente pecho, cruzando valles de nostalgias llegas hasta mi boca, un hato
de recuerdos se dispersa como las mieses y yo, vestido de pájaro contemplo en la inmensidad tu
fugaz domingo.
Paseo vespertino Huellas sobre la arena recorren tu ayer y el mío. Sombras pájaras hacen cosquillitas a la playa en espera de tus pasos y los míos. En la mansedumbre del ocaso naufragan
tus penas y las mías.
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La estela del bien viaja por el mundo, dejando su voz en la
conciencia de la gente, para decirnos que aún hay esperanza.Si de la basura hace proezas, cuanto más hará
con la entereza de seres mas humanos.
PESCADOR
Años y días de sol heredaron tu camisa gastada abres
tus ojos con el canto de los gallos y te levantas a inaugurar madrugadas.
Pescador de sueños Pescador de soledades, la arena vocifera
en las mañanas que vas descalzo a tu canoa, con alegría invocas a los santos a que diluyan tu
infortunio con la única ofrenda de tu semblante de ayuno. Diriges tus remos hacia el festín de las gaviotas hablas
con olas preguntando la estrategia de los peces. Pescador de sueños Pescador de soledades, tu faena alimenta un progreso
ajeno obrero incansable de mil edades. En tu playa remiendas los huecos que te dejó la contaminación, hoy atrapaste solo
hambre y dos peces seguramente otro decreto te jodió. Mientras tejes Un rollo de piola blanca dos agujas de madera y tres
horas de historias cotidianas. Vences
la tarde renovando tus redes y tu espíritu, preparas el atrezo para un nuevo acto, incansable jinete
de la mar vas bordando a cada palmo un calendario lleno de paz. Acaricias longitudes a veces blancas a veces verdes a veces
negras, pescador de la orilla pescador de lo profundo, con cabos viejos atas la esperanza para llenar
los canastos del mundo, amigo leal del viento prócer de mis latitudes.
Tardes de buena
pesca El
viento arrastra el almizque de la bonanza sobre la costa una lluvia de pájaros arma su propia danza. El alma de las casas hoy palpita en sus fogones las rendijas transpiran el olor de las recetas y alegran
las cometas en sus nubes de cartones. Rosita amasa el maíz y su promesa en la humildad de su buena mesa. Tarde de algarabía
gozo de sal complacencia de un solo día pureza de los pobres. El plato fraterno toca las puertas del vecino, un sinfín
de gracias retumba en los barrios emulando el legado del pan y el vino. En las pupilas de los niños veo el colorido atardecer ¡pues
hubo buena pesca! y unas monedas más con que comer.
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Saber que nos mueven los mismos propósitos, saber
que nos unen, que vamos con la voz en alto, tan alto que se escuche el rugir de los pueblos con hambre de justicia y de paz...
Construyendo
Paz Me duele tu verano extinto, Noviembre. Los impíos han colmado mi frenesí en sílabas que apuntan al cielo donde se cruza la
soberbia de los misiles. ¿Olvidáis que la Divina Providencia deambula en el corazón
de los afligidos? Creen ustedes impíos opacar la bondad que se derrama en los campos? Dejad pues a los humildes escuchar el aleteo de las mariposas, ellas vuelan en la coronilla de las flores, aún el viento agita una
fiesta de fragancias. Pretenden los poderosos sacar ventaja del negocio de la guerra usurpando el sosiego de los pueblos. ¡No!
¡Mil veces no! En la penumbra de los días los andamios de la paz elevan el coraje de los hombres multiplican
los caminos por donde llega la esperanza, avivan la sentencia del bien siempre victorioso sobre el mal. Juventud!
Tomad la bandera blanca pintemos el horizonte palmo a palmo hasta borrar el gris de las guerras que no nos pertenecen, que no las hemos inventado. Guerras que nos llaman sin ser invitados a la indiferencia y el silencio cómplice. Si las fronteras albergan estallidos de cañones y si el horror es la canción del día, dibujemos
un infinito pentagrama y que la nota más noble opaque y desvanezca la estupidez de los malignos. Que la virtud
de la palabra sea la pólvora que estalle en el alma de los sensatos, que nos conmine el deber, a formar las
filas de la libertad. Minemos la tierra con cada anhelo de paz cerremos el paso a la barbarie y que el punto neutral
sea la reconciliación sincera de los hombres. Omnipotencia, Omnipresencia, sean las ramas del
árbol que cobija la angustia de los sedientos de justicia--- - dejad caer sus hojas únicamente
para mirar un cielo renovado. Me despertaron las guerras, una madrugada de Noviembre...y aún duele. MANABI ECUADOR 2013
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