ELIAS GALATI |

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HORIZONTES DE SABIDURIA |
PÁGINA EN RECONSTRUCCION PARA CONVERSION A Ebook.
ELIAS DOMINGO GALATI
Medalla
de oro y primer premio en el Concurso The Cove/ Pegaso Diciembre 2003 ---Tercer premio en Poesía en español
en el Congreso Mundial de Poetas de la Academia de Artes y Ciencias Los Angeles 2005 = =Segundo premio y trofeo en el concurso
Raiz Alternativa 2002 de Narrativo.-- Mencionado con su equipo de investigación para el Premio del Congreso Iberoamericano
de la Excelencia Educativa de Peru 2006 == Mencionado para el Premio a la Calidad Sudamericana de la Asociación Brasileña
de Incentivo a la Calidad san Pablo 2006 ==Argentino--Miembro
de la Sociedad Argentina de Escritores y de The Cove/Rincón (Miami, USA)-- Miembro de la World Academy of Arts and
Culture/World Congress of Poets - Los Angeles USA = = Miembro de International Forum for Literature and culture of Peace Haifa--`Miembro
Honorario de la la Word Confederation of Bussiness Houston. USA ==Agregado como autor argentino en la Base de Datos de la
Asociación Prometeo de la Universidad Autónoma de Madrid, España.--`Expositor en el IV Congreso Internacional
de Educación Artística en Córdoba, Rep. Argentina, 2003 y 2004--Dictó conferencia en la FIU (
Universidad Iberoamericana ==Mencionado para el Premio Iberoamericano de Excelencia Educativa, Lima Perú 2003.--Premio
Bizz Awards y medalla de oro en Investigación para la Educación de la Word Confederation of Bussiness Houston.
2005 y 2006 con su equipo de Investigación integrado por Paola V. Di Muccio y Maria Victoria Galati ==Autor de "El
Destino Metafísico", "Qué es la Psicología" , "La Mujer", "El yo penitenciario",
"La estructura de la cultura en la sociedad", "Medidas Alternativas a la cárcel", "La Musa",
"Cuadernos de Po", "Reflexiones y Sentimientos", "Ninfas y Diosas","Realidad y Ficción",
"Dieguito, Diegote, Diego", "La Psicología del Perdón" y "La Violencia","La
Verdad Jurídica".--Investiga el estrés en el Comportamiento Animal en colaboración con la Universidad
Nacional de la Patagonia. Autor de un proyecto sobre Control de Aguas potable y sobre Control de Contaminación por
Residuos en el conurbano bonaerense en Escuelas del EGB y Polimodal de Moreno, Bs. As.
Atardeceres ..... |

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Encuentro del hombre con la noche de sus desvelos intelectuales |
Imna kesh -Yo soy otro tú. Alaken
- Tú eres otro Yo... SALVE
MUSAS FUNDADORAS
NACIONES UNIDAS DE LAS LETRAS La idea del Bien Hay una intuición intelectual que nos permite captar las cosas de la realidad y poderlas dimensionar Hay
una intuición espiritual que sentimos al hallar dentro de nosotros tal cual la belleza y el placer de
amar Hay una intuición
fundamental aquella que debemos expresar como la primera y especial, que nos rige y por ella debo actuar. a idea del bien es el lugar donde la vida he de ubicar. Elías
D. Galati
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QUIEN PUDIERA (San Valentín 2015) *** Quien
pudiera libar de tu cuerpo las mieles del amor eterno, enjugar la existencia en el tiempo con
la dulzura del contacto tierno.
Quien pudiera beber de tu alma la
virtud, la bondad y lo bello el sabor de la copa que calma ardiente
y pasional atropello.
Quien pudiera penetrar tus entrañas descubrir
el averno secreto del hermoso placer que encarna fundir
la vida en un cuerpo.
Quien pudiera soñar en tus brazos la
locura, tenaz, sin resuello en las manos tener el regazo
develando
el misterio de aquello que contiene el beso, el abrazo que
transita fugaz, cual destello.
Elías D. Galati
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HERMANO...REFLEXION FINAL
He visto la cruda desventura, llevada al nivel exponencial de quienes asumen la cultura de no tener
siquiera un lugar,
que permita expresarse con soltura, íntimo, propio, personal, donde terminar
sus aventuras apoyar la cabeza y descansar.
Nos muestra como en una pintura la indiferencia, el abandono
social, cada cual toca su partitura no importa la angustia existencial.
Las Fiestas desatan la locura, pero ellos que van a festejar en situación de calle, viven la amargura el sinsabor de no poderse ubicar.
Somos hermanos, nos une natura el Señor nos salva por igual a pesar del dolor y la locura, que
sólo el Amor curará.
Elías D. Galati
Se concibe la historia como un esperar, lo que es a la
vez inesperado y esperable. Lo esperable es la reconciliación a través de lo inesperado, en el sentido de insospechado. La conciencia es conciencia anticipadora, no hay realidad actual, sino futura, es decir posible. Desvanecido el objeto
en cuanto objeto, la esperanza permanece en el puro proceso que consiste en realizarse el hombre en el mundo y el realizarse
el mundo mismo en el hombre. Lo auténtico, lo esencial es lo que no es todavía, lo que empuja en el mismo
corazón de las cosas, lo que espera su génesis en la tendencia-latencia del proceso. La esperanza no desaparece,
es el proceso mismo de no ser todavía, y en un proceso que consiste en hacerse. La esperanza como la libertad,
se va creando y haciendo a sí misma, sin completarse jamás en un puro objeto indiferenciado. Martin Buber
en "Power and Love" determina la esperanza como contraposición al poder, "no proclames: que sólo
el amor gobierne, ¿puedes acaso probar que es verdad? Decid en cambio, todas las mañanas volveré a preocuparme
por los límites. Entre el sí que pronuncia el amor y el no quwe pronuncia el poder y con mi esfuerzo por avanzar
honraré la realidad...no podemos evitar el uso del poder, ni evadir la compulsión de angustiar al mundo, que
podamos pues cautos en la dicción y potentes en la contradicción, amar poderosamente.
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HAY UN ORDEN Hay un orden que no puede esquivarse violentarlo , no acatarlo es posible, cometer
hasta los hechos más terribles más al fin la situación vuelve a ordenarse.
La verdad es siempre indubitable tarde o temprano llega a conocerse uno puede mentir para ocultarse pero no deja de ser accesible. El abuso del poder es despreciable la maldad es atroz e insensible, en un punto tiende a terminarse nadie es eterno, debe retirarse, sólo la bondad hace querible al hombre que ama y es amable
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EL DESAFIO DE LA PALABRA La palabra es
el símbolo más importante de la comunicación humana. Permite expresar nuestros sentimientos, emociones,
pensamientos, ideas y relacionarnos con los demás. Como decía Wingesttain los límites de mi lenguaje
son los límites del universo, porque todo lo que existe y aun lo que dudamos que exista tiene una expresión
que lo representa. Sin embargo en esta postmodernidad que acompaña a nuestra generación vertiginosamente
cambiante, la palabra tiene que competir con otras expresiones simbólicas más actuales, más sofisticadas
y de gran adhesión popular. Vivimos la era de la tecnología, la computación, la electrónica
y la imagen, y frente a ellas la palabra está en desventaja. Las nuevas generaciones han mamado y se han criado
con esos adelantos, y cualquier niño aún muy pequeño maneja un teléfono celular, una tablet, un
ipod, una play o una PC. La comunicación entre ellos por palabras es muy escasa y sólo las necesarias,
en casos especiales. Estos avances han sido de gran ayuda y han permitido mayor información, más rápida
y tener a nuestra disposición casi la totalidad del saber de la humanidad. Por otro lado se ha abreviado y comprimido
los términos escribiéndolos de otra manera o mediante simbolitos o emoticones, que representan a las palabras. Es decir la representación de la representación, pero en un lenguaje menor, sin la riqueza y la capacidad
de comprensión que la palabra expresa. Sin perjuicio del progreso y de la movilidad de las costumbres, que es
importante y necesario en la sociedad, y hace al crecimiento tanto individual como social, hay otros elementos en consideración. Aunque no tiene el mismo criterio y la responsabilidad que tenía hace 50 ó 100 años, expresarse en
palabras involucra un compromiso. Las palabras tienen un plus, lo que decimos queda, se recuerda, resuena en el espacio,
y nos vuelve como un boomerang. Somos esclavos de lo que decimos, como también somos lo que decimos. Según
como nos expresemos, o el léxico que usemos seremos identificados y dará una pista de quienes somos, donde está
nuestro corazón, que pensamos, y cuales son nuestros deseos e ideales. Cada vez cuesta más hablar, y los
términos se entremezclan, compartiendo algunos que no son sinónimos ni significan lo mismo, y dándole
validez o carácter a otros que nada tienen que ver con lo que se quiso expresar. Las definiciones se toman en
un sentido light, y decimos, bueno es parecido, o quería decir otra cosa. Otro aspecto es el cumplimiento de la
palabra y la palabra empeñada. Empeñar la palabra es comprometerse uno con sus dichos, que serán
sostenidos y cumplidos. Recuerdo el diálogo de Platón, por qué está Sócrates sentado
en la cárcel, porque el pueblo de Atenas lo condenó, y él que toda su vida predicó la sujeción
a la justicia, creyó conveniente cumplir el fallo, aun sabiendo que era mendaz, que lo hacían por envidia, que
era una felonía y totalmente injusto. Pero su palabra empeñada en sus discursos, y sus enseñanzas,
no le permitían otra actitud. Expresaba a sus discípulos, ¿que voy a decir que prediqué y
enseñé una cosa, pero cuando me tocó a mi, entonces no la cumplí? Como se ve la palabra tiene
matices, riesgos y condiciones que la hacen distinta. ¿Cuál es el compromiso y el desafío de los
que hacemos de la palabra nuestro oficio, y con ella comunicamos nuestros pensamientos? ¿Qué debe hacer
el escritor con sus palabras? El gran desafío de la palabra hoy, es que exprese con autenticidad y coherencia
nuestro pensamiento y nuestros ideales. Que nos comprometan con nuestros hermanos y con la naturaleza, en pos de conseguir
una vida mejor. Que sirvan de verdad para crear conciencia, para que quienes las escuchen crean en ellas y puedan convencerse
de cual es la verdadera realidad y como debe ser su comportamiento. Que sea una forma de vida, recreada permanentemente
con nuestro crecimiento personal y con la mejor comprensión de aquello que decimos, y un modo de llegar a ser comprendidos,
entendidos y aceptados por los demás para que expresen sus propias palabras con total independencia, libertad y razón,
en una comunión de fonemas que suenen en el universo como la voz de la amistad, del amor, de la paz, de la vida en
sí misma. Elias D. Galati
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HONRAR LA VIDA Es indudable que la vida es el primer valor, y el sustento
necesario de cualquier pensamiento, idea o actividad humana. Sin vida nada hay. A pesar de ello, en muchísimas circunstancias se encuentra desvalorizada, oprimida y hasta desahuciada. Pero el encono más feroz que el propio hombre tiene con la vida es la guerra. Una
contienda fratricida, que tiene motivos indignantes para una correcta evaluación del ser del hombre y de la dignidad
de la vida. El poder, la conquista territorial, la fama, los bienes materiales, la opresión,
el triunfalismo de las ideologías, la venganza, el odio o el rencor, el desprecio por el otro, por lo que siente, por
lo que es o por lo que piensa, son consideraciones que se ponen en primer lugar en una contienda, antes de la honra de la
vida y de la existencia. Siempre son culpables los enemigos, por lo general de un lado y del otro,
con los mismos motivos y las mismas condiciones. En las grandes guerras, se dio la paradoja, que
de un bando como del otro, se luchaba protegidos por la misma fe, y orando al mismo Dios. ¿Cuándo
aprenderá el hombre a refrenas sus impulsos y proceder racionalmente?Pareciera que nunca. He señalado en otros ensayos que la vida tiene dos valores fundamentales si uno quiere vivirla con
dignidad, uno es el amor y otro es la paz. Ambos son complementarios y opuestos totalmente a la
guerra. No es posible entender una concepción bélica dentro de este esquema de dignidad
de la vida. Hay numerosas situaciones, circunstancias muy plausibles y aún comprensibles
que hacen a veces encender un fervor ya sea patriótico, de justicia o de equilibrio, y también extenderlo a
una situación de violencia, como si fuera imposible la racionalidad para solucionar los conflictos que le plantea la
existencia al hombre. Sucedió con las guerras de la independencia, con las guerras mundiales
donde había una necesidad de cambiar un status perverso y denigrante de algunos seres considerados como minoría,
pero en última instancia la guerra es un instrumento de violencia, y puesto en relación y contrapuesto con el
hombre, no hay alternativa en la elección. ¿Qué es más importante que
el hombre? Se podrá decir que la dignidad, la libertad, el pleno derecho de las ideas y pensamientos, pero es evidente
y no se puede discutir ni dudar, que todas esas virtudes y características elementales del ser, no tendrían
ningún sentido si no existe la vida. Porque la vida es el primer valor, el fundamental,
el basal, y se debe preservar, proteger y promover, ella como la cultura de la vida. En algunos
sectores y en algunos momentos hay tal desvalorización que se habla de una cultura de la muerte, y de una pauperización
de la cotización de la vida. Se dice a menudo, la vida no vale nada, y aunque sea una realidad,
es una realidad que no debe compenetrarse en nosotros, y a la que nos debemos oponer con todas nuestras fuerzas. ¿Cómo se honra la vida? Primero con nuestras ideas y nuestros pensamientos,
que son los que generan los ideales y las acciones. Sostener una mente limpia y capaz de separar
la pasión, la soberbia, la egolatría y la superioridad del verdadero equilibrio de las relaciones humanas. Amar la paz, que significa amar al hombre, a todos los hombres, amar la verdad, amar la belleza, amar la
justicia, amar la solidaridad y pregonar y proyectar en los otros ese amor. Luego con nuestras
acciones, que en realidad se sometan a ese pensamiento y a ese ideal de paz y amor que debe proceder de nuestro interior. Fundamentalmente en las situaciones reales, las de todos los días, las pequeñas cosas, que
van generando un modelo de comportamiento y de respuesta a las mismas. En cada ocasión en
la cual por enojo, ira, rencor, o por apresuramiento en evaluar la situación, se aparece ante nosotros la violencia
y pretendemos que es la solución a ese pequeño o gran conflicto atravesado, sin darnos cuenta que nos vamos
formando un círculo de desamor, de desencuentro y de desarmonía con nuestros hermanos. Seamos
heraldos y misioneros de la paz, en el sentido que sea nuestra misión en la vida honrarla, dignificarla y hacerla armónica
y placentera para todos. Elías D. Galati
LA POESIA METAFISICA DEL INSTANTE ****** Dice
Bachelart que la poesía es la metafísica del instante, en un breve poema tiene que dar una visión del
universo y el secreto de un alma, un ser y objetos, todo a la vez. Si ella sigue simplemente el tiempo de la vida es menos
que la vida, sólo puede ser más que la vida inmovilizando la vida, viviendo a la vez la dialéctica de
las alegrías y de las penas. Esta concepción era una visión hacia adelante, hacia el futuro y señalaba
la virtud del poeta, que debía sintetizar el todo en el verso, para que fuera conocido y proyectado hacia las generaciones
futuras, entendiera el conocimiento de una manera singular y generara el arte y la ciencia como valores esenciales del ser. Desde Bachelart hasta aquí, la tecnología ha experimentado un adelanto fenomenal, impensado y casi ni soñado
por nuestros antecesores. Por eso quiero distinguir el instante poético, del instante que la tecnología
nos hace vivir en conjunto a todos, en la posibilidad de estar conectados en un momento, sin diferencia de lugar, ni de cultura. La poesía es una metafísica, porque es la única capaz de lograr expresar lo inefable, aquello de lo
que no se puede hablar, aquellos que trasciende nuestras palabras, que sentimos, gozamos, vemos, nos duele, pero es tan vívido
y trascendente, tan clavado en otros aspectos de nuestro ser y en nuestra sensibilidad que es imposible ponerlo en términos
lingüísticos. Que palabras contienen el sentir de nuestro ánimo ante el nacimiento de un hijo, o ante
la muerte de un ser querido, o al encarnar con el otro una situación, una escena, una relación. No hay
posibilidad de hacerlo, sólo la poesía con ese dejo de inconciencia, de irracionalidad, de espontaneidad, puede
jugar con los términos, sacarles el sentido y poner el sentimiento, la emoción y la voluntad en ellos, para
que contengan lo que somos y lo que vivimos. Y no sólo eso, sino que lo proyecta ad infinitum, queda clavado en
el árbol de la vida, hoy y siempre y cada vez que alguien lo lea, lo escuche, lo recite, repite ese instante con otra
connotación, con otro carisma, le da el sentido que para él tiene, lo hace provechoso y fructífero y
crece a traves del tiempo con cada una de sus manifestaciones. En cambio dentro del instante tecnológico, la comunicación
ocupa el primer lugar y el mayor desarrollo, y hoy en día, la telefonía celular, los aparatos iPod, y todos
los elementos que se pueden agregar a los mismos, así como la emisión y recepción de e mails y la entrada
en las redes sociales han permitido que millones de mensajes en un instante sean emitidos y recibidos por millones y millones
de personas, congelen el momento, el instante en un aparato, una imagen, unas palabras o un mensaje. El instante ha quedado
detenido y congelado en los medios tecnológicos, no proyectan al futuro, señalan sólo el momento y nada
más que el momento, y la información se diluye en una comunicación que muchas veces es banal, vacía
y sin contenido. Se ha inmovilizado la vida, pero no ya en el sentido epistemológico que le daba Bachelart para
ser más que la vida, siendo la más de las veces, un divertimento en lugar de una forma de compartir. Esta
proyección ha dejado de lado el aspecto más sensible de la comunicación humana que es la palabra compartida
con el sentimiento. Vincularse ya no significa necesariamente sentir con otro, entender sus vivencias y darle las nuestras,
es sólo estar conectado o como se dice ahora en línea. Estamos y vivimos en línea, y si no tenemos
los elementos tecnológicos a nuestra disposición que nos permitan estar, nos sentimos frustrados, no somos nadie,
y estamos marginados de la modernidad. La cultura es un término que deriva de cultivo, es decir una tierra árida
e improductiva, se cultiva para convertirla en buena, aprovechable, beneficiosa y rendidora. La cultura toma al hombre
en bruto y trata de sacar lo mejor de él, mejorarlo, hacerlo progresar y que tenga una vida digna y fructífera. Qué valores, qué sentimientos pueden expresarse y compartirse en estas imágenes o palabras transmitidas
de un aparato a otro, o desparramadas en la red como una forma de llegar al mundo. ¿Llegan al mundo real o quedan
en su virtualidad? Es un anhelo del hombre ser más que la vida, y de allí su deseo de inmortalidad, que
se manifiesta no sólo en sus creencias sino en su proyección ya sea en su descendencia, en su obra, en sus construcciones,
en sus ideas e ideales que deja para el futuro. La palabra, el contacto entre las personas, los gestos que pueden verse
e interpretarse y que demuestran el cariño, la bondad, el amor, la dulzura que puede expresar el individuo, no tienen
comparación ni alternancia y no pueden cotejarse con la imagen congelada de la mejor tecnología que exista o
se pueda crear en el futuro. ¿Qué tiene la poesía que no tengan otros géneros literarios? La poesía, primero se siente, después se goza y después se escribe. No hay ni siquiera una determinación
previa, se puede hacer poesía en cualquier momento, en cualquier lugar, y sin intención previa. Hay una
sensación y un sentimiento, que compele, obliga, catapulta a poetizar. Es el mito de la musa, el inconsciente,
que nos dicta palabras combinadas de manera única. Palabras iguales a las que usamos todos los días, pero puestas
de tal forma, que son bellas, dulces, amorosas, sinceras. Es una consistencia que escapa a nuestro control racional,
y que no sabemos porque se produce, ni porque lo escribimos, salteando el paso de aceptarlo, porque se escribe tal cual como
se siente sin intermediarios, sin corrección, sin miramientos. Cuántas veces hemos releído poemas
que escribimos, y nos sorprendemos de nuestras propias palabras, pero no inquirimos lo que hemos escrito, sino lo que hemos
sentido. Así soy yo, eso es lo que siento, esa es mi emoción traducida en un lenguaje único e irrepetible,
que no tiene corrección, ni mejoría, porque es la imagen exacta de nuestra sensibilidad en ese momento. Y
esta necesidad se convierte en un hábito, pero no desde nosotros, desde nuestro existir, sino desde lo profundo de
nuestro corazón, desde lo que no controlamos, y a veces ni entendemos, porque va más allá de nuestra
propia razón. Ese instante el de la creación poética, se fija y se magnifica, pero al mismo tiempo
es un vehículo de transmisión, se difunde y se expande en el espacio y en el tiempo, hacia todos lados y hacia
atrás y hacia delante. Porque también nuestros poemas vuelven a los orígenes, a los nuestros, y
a los del hombre. Como hemos sido, como nos criaron, como vivimos, determina el sentido de nuestro poetizar, y en él
se manifiesta, como una inversión del momento, que vuelve una y otra vez hacia atrás. Por eso ese instante,
el de la creación poética, es metafísico, porque contiene todo, el ser, lo que es, lo que ha sido, lo
que será, y el universo en su totalidad, desde sus comienzos hasta su final, y permite que se explaye sobre la vida,
la muerte, la sobrevivencia, el origen y el destino final, y el abismo después de la muerte. Es la metafísica
de la palabra hecha verbo, es el verbo en sí mismo, que expresa el ser en cuanto ser, las causas primeras, las más
profundas, las que no se comprenden y las que hostigan a la razón del hombre con su profundidad inalcanzable. Es
el canto hecho amor, es la expresión de lo más excelso que tiene el hombre, y que hay sobre la tierra y sobre
el cielo. Es vibrar con la cuerda divina, dada como don; como un presente gracioso es inmerecido, no se sabe porque a
algunos capaces de expresarlo. Porque para poetizar hay que poner sobre el papel todo lo que somos, aún lo más
íntimo y profundo, aquello que no se habla o que nos sonrojaríamos si se nos pregunta, aquello que mantenemos
en secreto para nosotros mismos. El poeta no sólo escribe con el corazón, sino que pone el corazón
en las palabras rimadas. Vamos en la barca de Caronte, acompañado de todas las musas, Mnemosina nos guía
y mueve nuestra mano, para que conformemos un conjunto bellísimo y maravilloso de palabras que reconforte nuestro espíritu,
el de la humanidad, y sea un canto de amor en la controvertida y difícil vida del hombre. Elías D. Galati
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EL APRECIO Y EL DESPRECIOLamentablemente
en nuestras sociedades es más lo que se puede decir del desprecio que del aprecio. El aprecio como el querer
es visto en general como signo de debilidad, de mediocridad o de antigüedad, como cosa que no es importante en el movimiento
y en la revolución social y tecnológica ocurrida en el siglo pasado y en éste. El aprecio es la
estimación afectuosa de una persona, reconocer y estimar el merito de las personas o de las cosas, formar juicio de
la magnitud, intensidad o importancia de las cosas. El desprecio es una intensa sensación de falta de respeto
y aversión, supone la negación y humillación del otro de quien se pone en duda su capacidad e integridad
moral. Tiene dos formas: el menosprecio, como falta de afecto o consideración y el desplante como dicho o hecho
que encierra insolencia, arrogancia o falta de consideración. El menosprecio se produce por la falta de respeto
y consideración al otro, que puede llegar hasta la aversión hacia su persona. Es poner en duda su capacidad
y su integridad moral. El desplante es la negación del otro en cuanto a su dignidad humana. Es considerarse
superior, y ver al otro como quien no merece estar a nuestro nivel. Es parecido al odio, y es una mirada condescendiente
hacia alguien despreciable que se considera indigno. Estos sentimientos se producen en mayor medida con la familiaridad
o las personas que tratamos a diario. Es cierto que hay un rapport, una sinergia, creando un ambiente de confianza y
solidaridad mutua en el aprecio, y tratando de entender e imitar los gestos, las actitudes, los gustos y los ideales del otro,
pero como también existe una compatibilidad o incompatibilidad química hacia las personas, surge también
el desprecio, su presencia, su aparición diaria exponencia dicha actitud. Compartir e interactuar con quienes
sentimos aprecio o desprecio aumenta la sensación y el sentimiento hacia ellos. El aprecio busca encontrar una
forma superior en el intercambio, ya sea en el pensamiento, en el sentimiento o en cualquier trabajo o actitud en la vida. El desprecio nos aísla y nos deja al margen de la relación, coexistimos pero no compartimos, estamos pero
no tenemos vivencias en común. Actualmente se ha producido un fenómeno peculiar que es el desprecio a valores
y actitudes fundamentales en el hombre. Lo primero que se advierte es un gran número que siente desprecio por
la vida, por la propia y por la de los demás, manifestada en la falta de cuidado y consideración, en los riesgos
asumidos innecesariamente, y en la actitud negativa hacia el otro. El automovilista imprudente, el empresario que contamina,
el que fuma en lugares cerrados, todo el que comete actos de violencia de cualquier tipo desprecian la vida humana. También
hay un gran desprecio por los derechos y por las libertades, que son sometidas y cercenadas a veces sin piedad, por actitudes
espúreas, por el logro del poder, o simplemente por dinero. La traición, la violación de secretos,
la calumnia, el chisme y las actitudes impiadosas son formas de desprecio explícitas y perversas. El aprecio forma
parte del querer, del querer en el mejor sentido del término, como queriendo en la expresión de la voluntad
y como queriendo en la expresión del sentimiento. Lo que siento y lo que realizo. Aquello que está
en mi corazón, que es mi ideal de vida, y que pongo en acto, que lo actúo, en mi comportamiento y en mi conducta
diaria, para mí como ejemplo y para mis semejantes. Y este querer forma el amor, el amor verdadero, que se expresa
en la profunda convicción de compartir el camino de la vida, de amar lo que soy, lo que tengo, lo que me rodea, en
una simbiosis expresa con todos mis hermanos, sin los cuales mi vida y mi existir no tendría sentido, y cuyo aprecio
cuido y cultivo como una delicada flor, porque se lo merecen y me lo merezco. Elías D. Galati
LA LECTURA COMO FUNCION SOCIAL ¿Para qué
sirve leer? Leer es una fuente de información y de conocimiento. Nos da cuenta de lo sucedido a nuestro alrededor,
en el mundo, y en todo el universo, nos actualiza y nos da idea de la progresión y el desarrollo de los acontecimientos
y de los sucesos que ocurren, por lo cual podemos hacer progresiones, proyecciones, evaluaciones y conjeturas de todo tipo
en cuanto a ellos. Además las diversas opiniones sobre los sucesos hacen que tengamos una variada gama de información
que ilustra y nutre nuestra mente. De igual forma nos permite conocer, aprender y entender las diversas materias del
saber humano. Es indispensable para poder manejarse en la vida de una forma correcta y con mayor razón si uno
ha elegido una manera de vivir que tenga que ver con un oficio, una profesión o una determinada tarea. Quien más
sabe tendrá más y mejores oportunidades, tanto en su vida personal, como laborales y sociales. La lectura
permite también que uno haga una relectura de los textos y una reflexión de los mismos, que escape y abunde
al texto en sí mismo y que sea parte de nosotros al incorporarlo a nuestro ser mediante el recuerdo y la meditación. Haber leído permite elaborar varias veces lo leído, modificarlo dentro nuestro, entenderlo de una y mil maneras
y profundizarlo en nuestro conocimiento. Permite además cotejar nuestras ideas con las ideas de los otros. La lectura debe ser irrestricta, tanto en lo personal, todos deben tener acceso a la lectura, como en lo cultural, todo
texto debe permitirse leer sin condiciones. En el uso de su libertad el hombre elige a cual adhiere. En orden a
su responsabilidad, corresponde entender si el comportamiento ejercido en virtud de dicha elección, es correcto o incorrecto,
legal o ilegal, ético o no ético. La lectura es un factor social común a todos los componentes del
grupo social. El modelo es el de la instrucción, donde todos leen el mismo texto, surgiendo de dicha lectura interpretaciones
diversas, y adhesiones o rechazos según el caso. Queremos decir con esto, que la lectura debe estar al alcance
de todos y es uno de los principios de la libertad. Leer hace a nuestra libertad y a nuestra capacidad de elegir lo que
entendemos es lo propio y personal. La lectura es uno de los factores que impide la dominación, es conocido en
la historia los períodos en los cuales no se permitía el acceso a los textos al pueblo en general. Todavía
hoy hay hechos y circunstancias relatadas que son privativas de ciertas élites tanto personales como sociales, y naciones
que no dan a conocer información, que se considera especial o clasificada como una forma de ejercer dominación
sobre los demás. Por eso la lectura debe tener un fuerte contenido social y una gran responsabilidad personal
referida a como se la usa y para que se la aplica, porque no todas las ideas contienen valores de dignidad humana, de solidaridad,
de bondad, de paz y de armonía entre los hombres. Porque la lectura es capaz de engendrar ideas, inquietudes y
proyectos en el hombre, y generaciones han formado y forjado su manera de ser de acuerdo a lo que han leído, que fue
puesto en sus manos por los encargados de instruirlos y educarlos. De aquello que demos a leer saldrá el ideal
que se formarán las futuras generaciones y señalará proyectos y comportamientos que tendrán que
ver con esas lecturas. Junto con el ejemplo, la lectura es la manera de influir sobre quienes formamos o están
a nuestro cargo. Es un disparador inquietante, que una vez puesto en funcionamiento escapa de nosotros y se hace imposible
de controlar. Pero es el motivo más importante que tiene el hombre para conocer, elegir y ser libre. Elías
D. Galati
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LO QUE HAY QUE DECIR
Palabras....palabras...palabras. El espacio se llena de palabras
de todo tipo, importantes, bondadosas, banales, alegres, tristes, solidarias, perversas...Pero
en realidad que es lo que uno tiene que decir, o de otro modo que es lo que el hombre tiene para decir, y porque lo dice.....Decir es manifestar con palabras el pensamiento y también sostener, opinar, nombrar o llamar a alguien
o a algo, denotar una cosa o dar muestra de ella. Es afirmar, negar, explicar,
hablar con verdad y sinceridad o sin ella, con fundamente o sin fundamento, para los demás o para uno mismo. Si algo es evidente y sabido por
todos no hay que decirlo, y si es de tal carácter que lo hace inefable no se puede poner en palabras, ni decir nada
de él. Lo que se dice tiene que ver con lo que se siente y con lo que
se vive, por un lado y por el otro con lo que se pregunta o con lo que se responde en casos puntuales, académicos,
didácticos, profesionales y de trabajo. Pero qué hay que decir en realidad, qué es lo que el hombre debe decir,
cuál es su deber con las palabras, si existe una obligación para con el lenguaje que se emplea. Partimos del supuesto que nada se pierde, y que lo dicho queda, circula, permanece no sólo en el éter
sino en la gente, y puede generar sentimientos, conductas, comportamientos, epopeyas y tragedias. Por lo que hay una gran responsabilidad en la palabra que vamos a expresar frente a los otros. Vivimos hechos, situaciones, relaciones,
escuchamos palabras de otros, comportamientos y acciones, que a veces entendemos y a veces no.Todo ello marca nuestro interior, lo elaboramos, lo procesamos y genera una valoración primero interior,
estar o no de acuerdo, que nos parezca importante o intrascendente, que nos conmueva o nos resbale.----Llegamos a una conclusión y solemos expresarla privada o públicamente. Cuando esa conclusión es
atinente a la verdad o la mentira, a la justicia o injusticia, a la honestidad o a la perversión, a la libertad o al
servilismo, a la solidaridad o la indiferencia, a la abnegación o la maledicencia, tendríamos que expresar la
valoración de nuestra vivencia interior con palabras, decir qué pensamos, qué sentimos, qué nos
ha provocado la acción, el comportamiento o la palabra vista o escuchada y cuál es o será su consecuencia
en la sociedad.---Según sea nuestro rol y cuanto mayor sea nuestro poder
de convocatoria, mayor será la responsabilidad por decir. Debemos decir qué es verdad y qué es
mentira, qué es justo y qué es injusto, qué es honesto y qué es deshonesto y perverso, qué
es solidario y qué es indiferente, qué es solidario y qué es malicioso, qué es respetar
la libertad y qué es sometimiento.---Todas estas cosas deben conmover
nuestro interior y soltar nuestras palabras, porque somos testigos de nuestro tiempo y de él debemos hablar, aun comparativamente
con otros tiempos e idealmente con lo debería ser en realidad lo que ocurriera si se buscara la igualdad, el equilibrio
y el mejoramiento de la sociedad y de nuestro mundo......De todas las palabras
pronunciadas, cuál es el porcentaje de aquellas que conllevan una valoración, una crítica real y profunda
para bien o para mal de lo que pasa y de lo que nos ha tocado vivir.----Cuántas
reflejan el sentir puro de cada uno de nosotros, sin tapujos, sin dobleces, tal cual como se siente.----Cuántas expresan genuinamente nuestro pensamiento, sin tener en cuenta si nos va a convenir, si nos
dará utilidad o generará el favor de quienes nos pueden dar.--- Hay un principio antiquísimo que expresa que
antes de hablar piensa si lo que dices es verdadero, luego si es bueno, y por último si es útil para quien lo
dices, y si no cumple con estos requisitos no lo digas.-------------Pero al
revés que estamos obligados a decir, qué es lo que no podemos callar.....Si nos quema el espíritu y el alma la injusticia, la falta de libertad, la guerra, la pobreza y
la miseria, la falta de solidaridad, el desamor, el autoritarismo, la perversión y la corrupción, si amamos
de verdad al hombre en sí mismo y queremos una sociedad justa e igualitaria, pacífica y en la que no haya restricciones
ni fobias debemos hablar, como el profeta aunque se nos acuse de ser voz que predica en el desierto. Elías D. Galati
EL SABER DE LA GENTE Y EL SABER HISTORICO
Es evidente que todo hombre quiere saber y es también
evidente que la humanidad en general debe saber. ¿Qué hay que saber? ¿Quién nos indicará
cual es el saber? ¿Qué es el saber? -Estas tres preguntas son el meollo de la sabiduría y constituyen
la inquietud de la gente y el objeto de las respuestas que se reciben.--En nuestro
tiempo se ha cuestionado la sabiduría, mediante una partición espúrea entre saber y sabiduría,
creando un tipo de saber popular, como si saber fuera un concepto práctico y sabiduría un concepto teórico,
cuando en realidad saber se refiere a todo tipo de conocimiento tanto objetivo como subjetivo, teórico o práctico
y la sabiduría significó habilidad para practicar una operación determinada, en Platón la virtud
superior y como arte y habilidad para practicar una operación. Saber y sabiduría son coincidentes, y en el
fondo enuncian conceptos similares y denotan la misma actitud. Se podría decir que la suma del saber es la sabiduría,
aunque Aristóteles considera que es la ciencia de los primeros principios, la unión de la razón intuitiva
con el conocimiento riguroso de lo superior o de las primeras causas.-Por eso
es sabio aquel que posee las condiciones necesarias para pronunciar juicios reflexivos y maduros, sustraídos tanto
a la pasión como a la precipitación. El que es prudente y juicioso.-*-Entre los griegos era la suma, la fusión
de lo teórico con lo práctico, suponiendo que el saber y la virtud eran una misma cosa. Hay un concepto religioso que
proviene del Antiguo Testamento señalando la sabiduría como disciplina, obediencia y observación de las
leyes divina, la realización práctica de dicho conocimiento y el instrumento que desempeña el papel fundamental
en la creación del mundo.Hay un saber práctico y uno teórico,
como puede haber un saber técnico, mecánico, científico, epistemológico, ontológico o pragmático.--Pero
se trata del saber en general que forma parte de la sabiduría--Lo primero
que hay que saber es vivir, se aprende a vivir y ese aprendizaje forma parte de la sabiduría, de la individual y de
la sabiduría de la especie.--Porque si no se aprende a vivir, la vida se pierde, de a poco o de repente, según
sea las formas no aprendidas. El tema ha cambiado la óptica, ya no importa el saber importa la vida, no importa el conocimiento sino
la realidad, no importan los libros sino el dinero.--Según Foucault se debe a que hay contenidos históricos
que han permanecido sepultados, como enmascarados en sistemas formales, en el interior de coherencias funcionales, y que aparecieron
de pronto en una lucha que las organizaciones sistemáticas y funcionales pretenden ocultar.--De allí surgen los saberes de la gente calificados como incompetentes y no elaborados, ingenuos, que
no han constituido un saber común sino específico, local, regional un saber diferencial incapaz de unanimidad.
Que aparece
con fuerza y ha operado una crítica a la sistematización, aunque los saberes eruditos como los descalificados
son saberes sometidos, que conservan la memoria de los enfrentamientos, con la jerarquía y los privilegios de la vanguardia
teórica que constituyen el saber histórico de la lucha. En el fondo es un juego de poder, de sometimiento, de
aptitud e ineptitud y de preferencias. ¿Cuál es el verdadero saber? ¿Cuál es el nombre del conocimiento verdadero? Volvemos
al principio griego y fusionamos el saber teórico con el práctico y el saber de la gente, que vive la realidad
y que sea capaz de oponerse a un sometimiento de un discurso meramente teórico y formal.--El verdadero conocimiento es el de la realidad, de la realidad vital, que permite que el hombre siga existiendo,
crezca, progrese y madure como ser humano y como especie.--El saber histórico es el saber de la especie, el que está
en todo hombre, por lo que es como tal, y que contiene el saber de todos los hombres y de todas las generaciones que nos ha
sido legado y que legaremos a las generaciones futuras. Es el saber que está en nuestro cuerpo y en nuestro espíritu
y al que respondemos casi inconscientemente y como reflejo en numerosas situaciones de la vida comunes a todas las eras y
a todos los lugares.--Si este saber histórico coincide con el saber de
la gente habremos logrado el equilibrio necesario para que la lucha se detenga, no existan enfrentamientos y vivamos en paz.
Elías D. Galati
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COMPRENDER LA REALIDAD Comprender la realidad
es una de las tareas más complejas del ser humano, que pone en juego todas las potencias de su espíritu.----A
lo largo del tiempo dicha comprensión fue cambiando con las pérdidas de privilegios y un mayor equilibrio entre
las clases, los roles y los clanes sociales y con el progreso tanto científico como técnico.---Pero hay una
situación previa, que nos pone alerta en el modo de entender la realidad, y es el punto de vista desde el cual se
accede. Es muy común trazar la realidad a partir de las superestructuras, de las instituciones, de las corporaciones,
de las comunidades o de las masas.--------------Sin embargo, creo que es necesario iniciar dicha comprensión a partir
del sujeto, del hombre en sí mismo- Es el hombre, quien construye la realidad.No sólo con lo que es, sino
con lo que siente, lo que idea, lo que proyecta, lo que desea y hasta lo que desprecia. Es la
mirada del sujeto, como una luz que impulsa y atrae a la vez la que hace perceptible la realidad, la que permite que sea
posible y cognoscible para todos. Desde el interior, en esa vorágine donde suceden miles de situaciones en cada instante,
y donde se evalúa, se elige, se alinea y se margina, se siente y se tienta, se impulsa la bondad y a veces se la descarta,
surge como un río que fluye en el tiempo y en la historia lo que es hoy, aquello que se deja y aquello que comienza,
la fe en el hombre, la esperanza en un futuro mejor y el amor como símbolo del crecimiento y el progreso de la humanidad.------------Ese
sujeto que para la psicología es el yo, el individuo, el que tiene las experiencias, el que las relata. Que desde la
lógica es aquel del cual se afirma o niega algo, con un sentido lingüístico, pero en sí es quien
provoca, excita y modifica lo existente.
Es el hombre quien usa y ordena o desordena la naturaleza,
con su sensibilidad, su inteligencia y con todo aquello que denominamos cultura.Como puede entonces tratar de entenderse la
realidad desde otro punto de vista que no sea la de cada sujeto humano. Que está por encima de toda estructura,
de toda entidad, de toda institución y de cualquier conglomerado que exista o se pretenda crear. Porque todos
son sus creaciones.La realidad se va haciendo con la vida del hombre, con la unión de muchas vidas de una comunidad,
una sociedad, una nación o el mundo entero. Es la unión de sujetos, muchos, pero sujetos al fin. ¿Y
donde termina comprendiéndose esta realidad? Sólo en la mente y en el corazón del hombre.
Es cierto que hay acontecimientos naturales que escapan a la voluntad y al control del hombre, pero también es cierto
que está en condiciones de predecirlos y a veces también de modificarlos. Es el sujeto el que mira la realidad,
y su mirada abarca desde la memoria hasta la proyección al futuro. La memoria adquirió gran importancia
en estos tiempos, por el impacto de los acontecimientos, en el alma del hombre, y la visión ideológica de los
mismos, que hace que en un breve lapso cambien de significado y se recuerden de diferente modo.---Intervienen las ideologías,
y hay que filtrar las distorsiones a la verdad, contando para ello con una gran honestidad, una verdadera humildad para ubicarse
realmente donde se está y una gran esperanza en que se construirá un mundo mejor.
Porque el fin último de esta comprensión de la realidad, es que nos haga felices, que el hombre pueda vivir
en armonía, en paz y sentirse dichoso. Este es el deseo y el desvelo de todos, y así vamos construyendo la realidad
a medida que la comprendemos, con nuestros gustos, nuestros intereses, nuestros caprichos, nuestras virtudes y nuestros defectos...
Comprender la realidad es recorrer el camino de la vida, desde nosotros y desde los demás, dando el máximo de
lo que somos, de nuestro esfuerzo, solidaridad y tolerancia para sea un único camino, sin distinciones, sin discriminaciones,
ni exclusiones. -------------La realidad es el ser que comprende, conoce y construye cada día de su
vida para vivir mejor. Elias D. Galati
LA IMPUNIDAD Ya en otra oportunidad hemos hablado de la impunidad como la
falta de castigo, situación en que se halla el autor de un delito o falta que no ha sido sancionado penalmente. También de su significado: quien puede violar la ley, las normas sociales y éticas a su arbitrio sin recibir
sanción, es decir es impune porque queda sin castigo. Y que era importante poner de manifiesto que no se discute
la catadura de la acción, que es ilícita, inmoral y violatoria de las normas, sólo que por ciertas circunstancias
históricas, sociales, políticas o de posicionamiento dentro del Estado, no recibe la sanción que merece
y que está prevista por la ley. Pero hoy veremos la impunidad en relación a otros dos conceptos: la astucia
y el sometimiento o sojuzgamiento. La astucia es un ardid para lograr un intento y es la habilidad para el engaño
o para evitar ser engañado. Someter es sujetar, humillar, subyugar, subordinar la voluntad de otra persona a la
propia, proponer autoritariamente a la consideración de razones o reflexiones y otras circunstancias, independientemente
de lo que piense y forzarlo a aceptar las nuestras. La astucia en relación a la impunidad tiene que ver con la
capacidad de ciertas personas en hacer ver real lo que no es, verdadero lo que es falso, o aparentar circunstancias que desvían
la atención hacia efectos secundarios o colaterales de los hechos con los que se pretende justificar los mismos. En apariencia la conducta o las obras producidas quedan como perfectas, válidas, legales y necesarias para el desarrollo,
el progreso o el crecimiento de las personas, de las regiones o de un país. Son vistas de otra manera, y el discurso
justifica la acción, por lo que el que escucha termina convencido de su realidad, cuando en sí son circunstancias
falaces o ilegales, que por lo tanto quedan impunes. Hay ardides que permiten que queden impunes hechos inmorales y hasta
delictuosos, envueltos en una falacia que les da otra entidad. El sometimiento es la actitud más común
en relación a la impunidad. Mucha gente vive sometida, a veces con su propio consentimiento, otras por temor y
en algunos casos por no saber cómo salir de la situación en que se encuentran. El sometido o la sometida,
que en la mayoría de los casos es la mujer, se encuentra impedida de evaluar las acciones que sufre o de hablar en
relación a lo que le pasa. El sometimiento es físico y psíquico, hay una violencia irracional en
el mismo y muchas veces provoca situaciones dramáticas, vidas enteras mal vividas, y lesiones y a veces la muerte del
violentado. El sometimiento psíquico es más sutil y más peligroso, porque se emplea de modo de captar
la mente y la voluntad de aquel a quien se somete que ya no piensa ni actúa sino en función de quien lo fuerza. Hay una larga historia, desde que el mundo es mundo, de sometimientos de personas, de grupos, de razas, de naciones, de
todo tipo. Se provoca una dualidad sádico masoquista, quién disfruta con lo que hace aunque cause dolor
en el otro, y quien termina sintiéndose cómodo y hasta disfrutando del maltrato y del dolor que le causan. La personalidad es absorbida totalmente por el dominante, y ya no hay voluntad de cambiar, ni de salir de la situación. No hay capacidad para denunciar el ilícito o la corrupción, porque se ha constituido mentalmente un temor
reverencial que acepta la imposición del otro como verdadera y anula el propio discernimiento convirtiendo su voluntad
en dependencia de la voluntad de quien lo domina. Estas situaciones son frecuentes también en el ámbito
social, donde grupos o comunidades se encuentran dominados por la voluntad de unos pocos que actúan impunemente porque
no tienen control. La concreción republicana de la Nación exige el control de las instituciones y de las
personas que ejercen funciones en ella. Sin ese control la República desaparece y se convierte en una tiranía. Los derechos y obligaciones necesitan del cumplimiento de las normas por todos los miembros de la sociedad, y el no cumplimiento
acarrea una sanción legal. El sometimiento de los pueblos rompe esa relación y hace que los ilícitos
no tengan sanción, lo cual de a poco mina a la sociedad y termina con la amalgama social destruyéndola. Por
eso debe existir sanción y no quedar impune hechos o conductas que violen la ley.
Elías D. Galati
LA SABIDURÍA La sabiduría proviene de un término griego que significaba habilidad para
practicar una operación determinada, y fue usado por Homero en la Ilíada para designar la habilidad del carpintero
que construye la nave. Luego el término se extendió para designar a todas las artes, pero fue empleado para
designar la inteligencia o prudencia práctica, sentido que le dio Herodoto.== La sabiduría osciló entre
un sentido predominantemente teórico y un sentido predominantemente práctico. Platón la concibió
como la virtud superior, paralela a la clase superior en la Ciudad Ideal y a la parte más elevada del alma en la división
tripartita de esta. Sin embargo también la usa
como arte en el sentido de habilidad para practicar una operación.==Aristóteles la considera la ciencia de los
primeros principios y la identifica con la filosofía primera. Puntualmente sabiduría se define como conducta
prudente en la vida, conocimiento profundo en ciencias, letras y/o artes, erudición e ilustración== Proviene
del verbo saber y en la doctrina cristiana es uno de los siete dones del Espíritu Santo.==La sabiduría humana
es concebida como la norma de conducta de los seres humanos que se rigen por la razón o las máximas del mundo.
Significa un equilibrio en grado superlativo. ¿Qué
significa ser sabio? La sabiduría se resume ante todo en una limitación y Sócrates la descubre por boca
del Oráculo de Delfos, a quien había acudido Querefonte uno de sus alumnos, a preguntar si era el más
sabio, y la Pitonisa le contestó que no había en el mundo algún hombre más sabio que Sócrates,
porque es el único que sabe que no sabe nada. Sócrates interrogaba a cuanto personaje se cruzaba buscando desentrañar
la verdad a través de la mayéutica, que era su forma de enseñar. De allí que se haya escrito de
él: Solo sé que no sé nada. Sócrates
era consciente de la ignorancia que lo rodeaba y de la suya propia, y eso lo llevó a hacer pensar a la gente y hacerle
ver el conocimiento real que tenían de las cosas.==Es sabio quien conoce sus limitaciones, sabe hasta dónde
llegar, que es capaz de hacer y qué es lo que no es capaz de hacer, que puede y que no puede, y conoce además
sus capacidades y trata de exponenciarlas y llevarlas al máximo posible en su vida. No dando nunca por terminado el saber, porque siempre hay que aprender y se puede aprender
más día a día. ==Sabio es quien comienza todos los días una nueva forma de conocimiento, buscando
la perfección.== ¿Para qué sirve la sabiduría?== La sabiduría sirve para la vida, para
vivir la vida bien y adecuadamente, para saber qué hacer ante cada circunstancia inesperada que se presenta y para
estar preparados para los siguientes pasos de la existencia. Volviendo
a los principios socráticos, ser sabio es conocerse a sí mismo, entender la vida y el destino que tiene nuestra
vida en este mundo y hacer lo necesario para cumplirlo. Es comprender el hoy, que vivo intensamente como fruto del ayer y
como preanuncio del mañana. Es desear con toda el alma y con todo el corazón, y no sólo para sí,
sino para la humanidad. Es compartir lo que soy, lo que tengo, lo que debo y donde estoy. Es amar, amar lo mejor, lo más adecuado, lo bueno, lo humilde, lo solidario, lo
sensible, y la perfección, aun con nuestros defectos, errores e incapacidades, tratar de llegar a ser perfectos. Es
amarse a sí mismo y amar a los demás. Es amar la naturaleza, y las cosas y los bienes que nos complacen a todos
y nos hacen felices. Es vivir con alegría y felicidad. Es ser un hombre con toda la dignidad que conlleva la categoría
humana. Elías D. Galati
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LA BELLEZA
Si hay un arquetipo de la belleza
es la mujer porque es la culminación del proceso de Creación y el modelo más elevado de los organismos. Comparte con el varón
la condición humana pero además gesta en sí misma la vida. Esta condición hace que tanto su mente, su
espiritu como su cuerpo esté ordenado para cumplir el supremo fin. El orden es el súmmum de la ética y la estética y
desencadena la belleza. Si es bello no puede dejar de ser ético, y si es ético y ordenado no puede dejar de ser bello. Platón consideraba a la
belleza real, y a las cosas bellas como imitaciones de esa realidad, y entendía que era eterna y subsistía por
sí misma unida a esa idea. Por eso las cosas bellas dependen de los sentidos y la belleza en sí de la inteligencia. Como todo lo útil es bello
se deduce que la eficacia es bella, a lo cual Sócrates había puesto una limitación, lo útil es
bello sólo para un fin bueno o provechoso, y no se puede afirmar que lo que es eficaz para un fin malo, sea bello,
con lo que incorpora el bien en el concepto de belleza, uniendo en forma indestructible la ética y la estética. Pero es lo bello lo que agrada
a los sentidos, ya que la belleza en sí está en la inteligencia, y las cosas bellas pertenecen al mundo material
como reflejo de lo real. El verdadero placer de lo bello lo dan los colores, las formas, los sonidos bellos que son armoniosos y bellos
por naturaleza. En
esta concepción lo bello se identifica con el bien. La belleza contiene el placer de la contemplación estética,
pero también tiene un efecto educativo y moral dándole otro contenido además del placer, porque si es
bueno posee el conocimiento de lo verdadero, que rebasa el orden del placer. Según Aristóteles "La parte mejor
del hombre es la razón o como quiera que llamemos a aquella parte de nosotros que por naturaleza parece ser la más
excelente y principal, y poseer la intelección de las cosas bellas y divinas; pues la razón es o algo divino
o, ciertamente, lo más divino que hay en nosotros. Por tanto, su actividad -según la capacidad que le es propia,
será la felicidad completa". La belleza nos lleva a lo bueno, y juntas a la verdad, que en el momento que se aprehende
provoca un estado espiritual en el hombre que se define como felicidad. ¿Por qué es considerada el arquetipo la mujer? A la armonía de las formas
que son distintivas de su género, y que imposta la belleza en lo bello, hay que agregar la relación interior
y la expresión intelectual de dicha belleza, como el concepto de útil y bueno, ya que ha sido necesario para
la proyección de la especie, la gestación y el cuidado de la vida ajena en el seno de la mujer. Puede haber algo mejor, alguna
cualidad de bondad que supere a esta condición. Parecería que no, y en un orden natural y normal basta para
considerar que está a la cabeza de la belleza. Y tanto es así, que desde otros lugares no tan intelectuales ni éticos
también es considerada la mujer como la belleza suma. Se podrá discutir la utilidad o no del concepto, se podrá
considerar la bondad o no de esa consideración excesivamente material y simplista que despoja a lo bello de la belleza
y considera sólo el aspecto material, pero es evidente que la misma no está ordenada a la existencia. La belleza forma parte de la
concepción de un mundo bueno y de una existencia dichosa y feliz. Predispone a la acción, a las cosas buenas, a sacar de nosotros
lo mejor que tenemos y que somos, a vivir en armonía, con solidaridad, mansedumbre y benevolencia. La belleza extrae las virtudes
que obran en nuestro espíritu, acaricia nuestro corazón y provoca sensaciones agradables capaces de llevarnos
a ser mensajeros de un mundo mejor, de un mundo de paz, de un mundo de amor. Elías D. Galati
LA PALABRA EN ACCION La palabra más
allá de ser el símbolo emblemático de la comunicación, es también la expresión del
pensamiento y de las ideas. Lo que soñamos, deseamos, apetecemos e ideamos lo expresamos por medio de ellas, permanentemente,
sin descanso, a todo hora y con cualquier motivo. Pensar adecuadamente y expresarse con claridad y veracidad es la pretensión
de la mayoría de nosotros, que queremos darnos a conocer, ser recibidos e interactuar con nuestros semejantes. Pero
si bien es cierto que una palabra bien dicha o bien escrita expresa realmente lo que sentimos, pensamos y deseamos, es dable
entender que no resulta suficiente a los fines de una verdadera implosión en la sociedad y en las influencias que podemos
ejercer sobre ella. Hay que dar un paso más y preocuparse porque las palabras sean puestas en acto. Que ellas
den paso a la acción, que surja un comportamiento coherente, sincero y leal en relación a las mismas. El
tránsito del pensamiento a la expresión y de éste a la acción debe determinar nuestra conducta
y nuestro modo de ser. Muchas ideas brillantes y maravillosas se han gestado a lo largo de la historia humana, algunas
de una profundidad impresionante, y casi todas han sido expresadas por sus autores, de la misma forma, y recreadas, opinadas
y comentadas por otras personas a lo largo del tiempo y en diversas fronteras con igual profundidad. Sin embargo pocas
de ellas han logrado superar el tramo de la expresión y convertirse en proyectos concluidos o en realizaciones concretas
que dieron paso a una acción que no sólo fortaleció las ideas y provocó la gestación de
otras sino que también sirvió de modelo y ejemplo para que otras pensadas en otro lugar, o en otro tiempo y
por grupos distintos pudieran expresarse y tratar de ser realizadas. La acción es la culminación de la
idea. Su expansión alcanza a todo el espectro, y provoca un efecto totalizador. Además es una forma,
quizás la mas preciada, de solución de las situaciones, de las dificultades y de los conflictos. La acción
enaltece el espíritu y genera sentimientos de empatía, solidaridad y unión. La palabra puesta en
acción es más que la palabra, y se podría decir que es más que la idea. Le da contenido,
la sostiene, la perfecciona y la lanza hacia el futuro con una fuerza incontenible. Cuando ha sido puesta en acción,
ya la palabra no puede detenerse, y ya no perece, tiene destino de permanencia. La comunicación se perfecciona
y llega a un estado óptimo, y logra un gran desarrollo en la capacidad del individuo, modificando positivamente su
personalidad. Impone una condición superior, ya que no se contenta con la expresión, sino que desea y consigue
accionar en la dirección de lo expresado. Nuestra actitud mental cambia radicalmente y no nos sentimos inhibidos,
desplegando nuestro potencial y creyendo que es posible lo que hemos pensado y soñado, aun en el caso que la concreción
no sea exitosa, porque el sólo hecho de haber podido plasmar en obras nos cambia nuestra manera de actuar y de relacionarnos. Nos impulsa a conseguir una buena preparación y a ser mejores, desde el arranque, es decir en el aprendizaje, en
la diagramación y en los esquemas que empecemos a lograr antes de actuar. Decía el apóstol Santiago,
la fe sin obras es muerta, por lo tanto si creemos, si estamos consientes de nuestro potencial y de la veracidad y realidad
de nuestros pensamientos, y lo expresamos, es necesario que lo pongamos en práctica, que actuemos en coherencia con
nuestra forma de ser y de pensar y que llevemos adelante nuestras ideas. El hombre y la sociedad serán mejores
si todos con honestidad actuamos conforme a nuestros ideales y sostenemos con obras aquello que pensamos y creemos. Elías
D. Galati
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LA MUJER La
naturaleza humana por sus componentes primarios, siendo una especie de los mamíferos, es sexuada. Esta sexualidad es
bisexualidad, y constituye elementalmente al hombre. El varón y la mujer son los términos de esta constitución
elemental. No se puede comprender el ser hombre, sin esos términos, ni al varón o a la mujer, sin el término
complementario y la naturaleza del ser. Los sexos de la raza humana, son diferentes, a despecho de diferencias anatómicas,
fisiológicas o psicológicas. Existió un mito ancestral la androginia mencionado por primera vez
por Platón, que en su obra El Banquete menciona a un ser especial que reunía en su cuerpo el sexo masculino
y el femenino y/o masculino-masculino y femenino-femenino. Según cuenta el mito, estos seres intentaron invadir
el Monte Olimpo, lugar donde viven los dioses, y Zeus, al percatarse de esto, les lanzó un rayo, quedando éstos
divididos. Desde entonces, se dice que el hombre y la mujer andan por la vida buscando su otra mitad. Este mito daría
explicación a la homosexualidad y heterosexualidad en la antigüedad ya que según el cuento también
habría andróginos compuestos por lo que serían dos hombres y andróginos integrados por dos mujeres. Muchas veces habrás escuchado una teoría que interpreta el amor como una fuerza que empuja a una persona a
buscar su complemento psicológico en la relación de pareja con otra persona (su "media naranja" o
almas gemelas). Para apoyar tal teoría se suele aludir al mito del andrógino que el filósofo ateniense
Platón explica en su obra El Banquete: Platón nos relata cómo en otro tiempo existía una
clase particular de ser humano que se llamaba andrógino; este ser reunía en sí a los dos sexos: el sexo
femenino y el sexo masculino. Los seres humanos tenían formas redondeadas: la espalda y los costados colocados en círculo.
Contaban con cuatro brazos, cuatro piernas, dos rostros y una sola cabeza. Tales cuerpos resultaban muy vigorosos y concibieron
la idea de combatir a los dioses. Zeus, entonces, planeó un medio para debilitar a los seres humanos: dividirlos en
dos. Desde entonces los humanos tuvieron que caminar sólo con dos piernas. Hecha esta división, cada mitad hace
esfuerzos para encontrar a su otra mitad. Cada uno de nosotros, diría Platón, "no es más que
una mitad de ser humano, que ha sido separada de su todo como se divide una hoja en dos." En el desarrollo de la
cultura occidental posterior a la cultura griega se ha utilizado el mito del andrógino descrito por Platón para
justificar la necesidad de complementación psicológica que los varones y las mujeres tienen entre sí. Para establecer una relación de pareja, se llegó a afirmar alguna vez, que un varón necesita a una
mujer; y una mujer necesita a un varón. Implícita, o explícitamente, se eliminan otras relaciones de
pareja: si un varón, por ejemplo, no busca una complementación en una relación con una mujer, se afirmaba
en el pasado, le faltaría algo. Y aquí se vuelve a apelar a la necesidad mutua que los varones y las mujeres
tienen entre sí señalada por el mito del filósofo ateniense. Pero hay entre ellos, una profunda diferencia en la relación humana,
que hace a la socialización. El hombre es un animal sociable, la vida en sociedad es esencial, y esta relación
de los seres humanos, marca la diferencia más notoria entre los sexos. La primera diferencia es genética,
la vida se transmite por la copulación sexual, cada uno aporta sus cromosomas para reproducir la especie y generar
otro ser. Pero esta reproducción es inmanente a la mujer, el acto de la fecundación y el proceso de gestación
se realiza en su ser. No hay un equilibrio entre el varón y la mujer, ni siquiera en la transmisión de
la vida. Si bien un ser recibe el 50% de cada progenitor, después de la fecundación es sólo la mujer
la que nutre al feto con su sangre y su cuerpo, la que lo protege, lo alimenta y lo pone en condiciones de salir al mundo.
Y también es la que lo amamanta, vínculo existencial excelso, modelo de la comunicación humana, del cual
el padre está ausente. Y la relación fisiológica y existencial con el nuevo ser, es vital, profunda,
necesaria, pues para ambos se trata de su propio hijo. Pero la relación del varón termina ahí, en la
cópula, para la mujer comienza un largo y fecundo período de vinculaciones e interacciones con el nuevo ser
que gesta a la vida. Esta determinación biológica es signo de diferencias psicológicas, en general
el ser psíquico y el mundo del varón es trascendente hacia fuera, el ser psíquico y el mundo de la mujer
es inmanente, hacia adentro. Si bien el acto copulativo es correlacional, actividad de cada uno, el proceso de gestación
es desde lo biológico exclusivo de la mujer, no tiene correlación, no tiene equivalencia. Esto determina
las diferencias sociológicas, y los roles También determina la relación del núcleo íntimo
de los seres, la preocupación, la educación, transmitir cultura, es primariamente realización de la mujer,
hacia el niño fruto de su vientre. Es el aprendizaje doméstico y tampoco hay correlación en esto. El rol del varón es la cultura secundaria, que excede el marco elemental, pero por lo general es compartido con la
mujer, lo que señala otra diferencia. La interacción biológica, los nueve meses que la mujer lo
porta en su seno, y la interacción social, amamantarlo y cuidarlo tampoco tienen correlato. Por eso se dice que
todo hombre, varón o mujer es la imagen de una mujer, su madre o quién lo crió. Hay mas. El hombre
se constituye como sujeto en un momento que marca la diferencia entre su yo y el mundo. Se produce en la primera edad y permite
afirmar su existencia, y entrar en el mundo del saber pues es relación de conocimiento. Antes de su constitución
como sujeto, su ser aprendió preconscientemente la forma de vida, de quien les dio las bases de su existir, su madre. La imagen de nuestra especie es la de una madre amamantando a su hijo. El acto de mamar supone realizar actividades como
la succión, la aprehensión del pezón, el respirar, el tragar, el contacto con la piel y la respiración
de la madre con el bebé, y el amor y la ternura que el acto genera. No existiría sociedad sin esta relación
madre-hijo. La madre gesta como vivencia existencial, como el acto mas sublime de si misma, que por si solo justificaría
su transito por la vida. El hijo hace a esta gestación, y permite que una madre sea madre. Es un auténtico acto
de amor, exclusivo de ese ser maravilloso que es la madre. Podemos decir que la mujer está, es por si, en cuanto
ama. Su amor es un único y perenne acto existencial. Como reflejo del amor infinito. Es el ser más cercano
a la Divinidad. Es aquel que participa de la Creación, con mayor fuerza. Es fuerza y dulzura, justicia y bondad,
rectitud y consentimiento, talento y gracia. La mujer es un ser de vivencia mística, marca o estigma de la existencia,
signo del amor de Dios. La mujer es poesia. Por eso en el Día de la Mujer escribí Cuando Dios creó
el mundo en su infinita bondad quiso dar a sus criaturas ejemplo de su deidad. ¿Cómo mostrar lo que puede? Con alguien que
sepa crear ¿Cómo ser misericordioso? Con alguien que ha de lograr ser justo, pensar en el otro, que su vida sea amar, entregarse generoso ayudar a resolver los conflictos, la congoja... Dios
hizo la mujer Elías D. Galati
CHARLIE Tengo bien claro quien soy, puedo no estar de
acuerdo contigo, pero si hoy debo ponerme en tu piel para defender los sagrados derechos de la libertad de expresión,
no sólo estaré a tu lado, entregaré todo lo que soy en su defensa y seré Charlie, en conjunto
con todos los hombres de buena voluntad que creen en la paz, el amor, la bondad, la libertad y la justicia, y que aceptan
que otro piense distinto, o quizás pueda tener razón, con humildad intentando cambiar para ser mejores por uno
mismo y por la humanidad, porque si la vida no es un acto de amor no vale la
pena vivirla. Elías
D. Galati
Cual
hubiera sido mi destino sin aquellos que atinaron
a ayudar las veces que he salido del camino no sabiendo como regresar.
Cual hubiera sido mi destino si la familia, los amigos por igual sin pensar si era merecido ofrecieran
lo que pudieron dar.
Cual hubiera sido mi destino si no fuera capaz de encontrar como
devolver el cometido
honrar de verdad a la amistad, dando todo lo que soy y he aprendido sin
medida, como forma de amar
Elías D. Galati
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HACER
BALANCE
La división de la vida
en años, tiene que ver con los ciclos naturales. Las estaciones que determinan los equinoccios y los solsticios,
forman un ciclo completo, diferenciado del anterior, del posterior y de los otros. En el hemisferio sur, el verano, el
otoño, el invierno y la primavera y en el norte el invierno, la primavera, el verano y el otoño. Hay un
comienzo y un fin. El hombre tomó el ciclo de la naturaleza y lo adaptó a su existencia. Un año
significa una etapa, una posta en la vida de cada uno. Y al finalizar la etapa, es bueno hacer balance, volver la mirada
y reflexionar sobre lo que se hizo y lo que no se hizo, sobre los propósitos que se fijaron al comenzar el año,
y los que cambiaron o se desecharon en el camino, y lo que se completó y lo que quedó inconcluso. En este
balance hay una mirada interior y una mirada exterior. Una mirada hacia uno mismo, tratando de comparar quien era al
comienzo del año y quien soy al final del mismo. Si evolucioné, me estanqué o involucioné. Si mis propósitos fueron loables y si se cumplieron. Y una mirada hacia el exterior, en especial hacia el semejante
y hacia el universo. Cual fue mi relación con los otros, que hice y que no hice, cual fue mi conducta adecuada
y cual la inadecuada para mis hermanos, y que hice con el universo circundante, en especial con el medio ambiente. Si
ayudé a su conservación o colaboré con su destrucción. Menuda tarea si vamos a enfocarla
en serio y con honestidad y autenticidad, sin dobleces ni engaños.
Porque al fin el engañado seríamos
nosotros mismos. Mi mundo interior que acompaña mi vida se proyecta hacia el infinito en una constante evolución. Todas las interacciones tanto humanas como naturales, son estímulos que provocan reacciones y generan cambios. Es natural que esa proyección sea hacia adelante, en un sentido positivo y como crecimiento. Involucra a mi
personalidad, a mi carácter, a mis valores y sobre todo a mi comportamiento. Que he hecho con esos estímulos,
como los he elaborado y como han influido en mí, para una toma de decisiones. Me siento mejor, he crecido, mis
decisiones son más equilibradas, seguras y competentes, o quedé estancado o quizás involucioné. Y cual ha sido mi compromiso con los demás y con el habitat que me rodea. Que he hecho para preservarlo, mejorarlo
e impedir que se destruya. Que he hecho por los demás? Fue importante en la toma de decisiones y en la forma
de comportarse el sentido del otro, el pensamiento de no estar solo, y la convicción que lo que hago no sólo
influye sobre mí sino también sobre los que me rodean. Es posible que la reflexión deje paso al
ruido, al alboroto, a los excesos en la comida y en los festejos, quizás porque no quiero pensar, o porque no me hace
feliz hacer balance. Pero un ciclo terminó y otro empieza, y la vida sigue con las mismas condiciones y con las
mismas exigencias. Y estoy inmerso en lo que soy, en lo que siento, en lo que deseo, y en lo que me rodea. Estoy
dentro de un tiempo y de un espacio. De un instante y de un lugar. Del cual no puedo escapar, aunque me proponga, porque
ni siquiera puedo pensar sino dentro de un tiempo y un espacio. Elias D. Galati wolfie@speedy.com.ar
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Por eso... Patria es el lugar donde
he nacido Patria es el lugar que me ha acogido, Patria es el lugar donde he crecido, Patria es el lugar que
he merecido.
Por que la
siento dentro mío, enlazo su suerte y mi destino por que su futuro es preferido aun a mi deseo mas sentido.
Porque recorro su camino junto a mis
hermanos unido, y por el mundo va esparcido el amor que nutre nuestro sino. Elías D. Galati
MUJER Si fuera posible un ángel encarnado quien
pudiera siempre el llanto disolver con perfume de rosa y el cutis dorado cuyo pensamiento centra en el querer. El ser más perfecto que fuera creado parece
lejano, y no has de merecer, en las fantasías, es aquel soñado quisieras que fuera, tu destino, el
bien. Si lo más hermoso hubieras encontrado tu vida de pronto
parece un vergel, te sientes feliz, en paz, encantado, ya no hay angustias, ni que padecer el mundo es la gloria
cuando está a tu lado porque está contigo, una mujer. Elías D. Galati
Si me preguntas que hago en la vida puedo responderte muchas cosas, que es lo que sé, cual es mi preferida, enseñar, ejercer, el verso, la prosa. Ninguna sobresale, ni es promovida capaz de lograr la posición honrosa del honor, de la fama que es reconocida o quedar en la historia siendo esplendorosa. Varias
condiciones han sido compartidas algunas
floreciendo como si fueran rosas otras
dejaron huellas sus espinas pero hay una verdad que ha sido comprendida marco mi rumbo con pasión gozosa mi vida es amor, sin condición ni medida.
SEMILLAS DE
JUVENTUD LA
EDUCACION Y EL CONOCIMIENTO ELIAS
GALATI (Filósofo Argentino Miembro Fundador Honorario de Uniletras, Miembro distinguido del Consejo Editorial
La
educación puede entenderse desde varios ángulos, como dirigir o encaminar, como el desarrollo y perfeccionamiento
de las facultades intelectuales y morales del niño o del joven por medio de preceptos, ejercicios y ejemplos y como
perfeccionar y afinar los sentidos. Se desarrolla en el ámbito familiar
por medio de la crianza y la doctrina que se da a los niños y en el ámbito escolar por la instrucción
por medio de la acción docente.---Desde lo social es una interrelación
que implica perfeccionar al hombre y obtener la máxima realización de sus posibilidades. En cada sociedad hay un estilo de vida y una forma
de interpretar al hombre, de cómo educarlo y perfeccionarlo, y de los valores que deben inculcarse.---Es una concepción particular del hombre, como ser posible y no condicionado, donde la educación
pone su parte junto a la naturaleza.---Comprende un sistema planificado, con
pautas específicas y puntos de partida que tienen que ver con las formas culturales, humanísticas y científicas. ¿Qué es el conocimiento? Desde los griegos
se ha establecido una estrecha relación entre dicha pregunta y ¿qué es la realidad?---Aunque la pregunta no agota el tema ya que también se cuestionaron cómo se funda el
conocimiento y cómo es posible. Es un problema filosófico que
a partir de Kant se transformó en una teoría del conocimiento, aunque no puede reducirse sólo al mismo.
Es cierto como dice Hartmann que los problemas gnoseológicos (del conocimiento)
están implicados estrechamente con los problemas ontológicos (los del ser) y con problemas lógicos. La fenomenología del conocimiento, entendiendo
el término como descripción de lo que aparece, propone describir el proceso de conocer como tal, independiente
de cualquier interpretación o explicación del mismo.Conocer es
por tanto el acto por el cual un sujeto aprehende un objeto, que debe ser trascendente al sujeto, algo exterior al mismo.El fundamento del conocer es la realidad, es decir las cosas mismas, aunque el concepto puede entenderse
como la realidad sensible, la que se palpa con los sentidos, las impresiones, sensaciones y percepciones, o la realidad inteligible,
como las ideas en el sentido de Platón...Puede haber un conocimiento
inmediato como una intuición y un conocimiento mediato, por una serie de inferencias y razonamientos. La educación marca un conocimiento mediato,
aunque no descarta que por alguna razón se produzca una intuición o un hallazgo inmediato durante el acto.--El acto del conocimiento, es un acto complejo, variable, perfeccionable y muchas veces impredecible.Comienza con la transferencia de conocimientos del educador, que se encuentra cargada con su experiencia
personal, con sus ideas y con su ideología.Hay objetividad pero también
subjetividad. En
el segundo paso el que recibe el conocimiento puede cotejarlo con su propia experiencia, sus ideas e ideología y plantear
preguntas o dudas, que iniciarán una exposición dialéctica superadora del tema, en el cual ya la subjetividad
será mayor de ambos lados, y si está realizada con idoneidad y honestidad permitirá un crecimiento mutuo,
ya que tanto el educador como el educando aportarán al mismo y se producirá una o varias síntesis superadoras
con las tesis y antítesis planteadas.--Mientras tanto ambos siguen insertos
en su comunidad social y política y ponen en acto ese conocimiento, lo que hace que trate de modificar la realidad,
primero la realidad personal de cada uno y luego la realidad social que lo circunda.---Tampoco
allí acaba el proceso, ya que ambos producen en sí una reflexión no solo sobre las síntesis a
las que han arribado sino también sobre el efecto producido en la realidad social. Esta transformación es la base de los cambios
y la movilidad de las sociedades y permite el progreso y el crecimiento de la humanidad-El
conocimiento se diferencia del acto del conocimiento, que es poner el conocimiento en escena, es decir el conocimiento vivo,
encarnado en el ser, ya no es un concepto sino una acción. La educación tiene que ver con este acto de conocimiento, y
también con la realidad, educar es poner el conocimiento en acto.--Se
puede enseñar, y el alumno aprender posiblemente memorizando, y convertirse en analfabeto funcional, que sabe repetir
lo aprendido pero no sabe aplicarlo a la realidad, a la vida de todos los días.--Se
puede inculcar conocimiento, puede el educando aprenderlo pero no saber usarlo, no poder adecuarlo a la vida personal y social.El acto de conocimiento es la interrelación entre las personas que concurren al momento educativo,
es la dialéctica de los seres, que uno a otro se preguntan y se cuestionan, aprenden y se perfeccionan. Esto tiene que ver con el lugar y el tiempo que viven,
con su momento en el mundo, y tiene por objetivo lograr que puedan solucionar sus problemas, vivir mejor y adecuarse a la
realidad y en la medida de sus posibilidades cambiarla para progresar, no sólo ellos sino su sociedad.Educación, realidad y acto de conocimiento forman una tríade que no puede separarse
y debe aplicarse funcionalmente a las personas, al lugar y al tiempo en la que se aplica. Según Foucault la actitud en la educación
es la problematización, todo aquello que se nos presenta como indubitable, que conocemos, debe ser cuestionado, repensado
e interrogado.Problematizar es en definitiva, el modo de actuación del
pensamiento: pensamos problematizando, esto es, tratando de pensar algo diferente a lo que pensábamos y pensamos. Señala la educación como ética de la verdad. En la actualidad, conocimiento y verdad, "verdad
en tanto saber del mundo como experiencia espiritual del sujeto", parecen haber seguido caminos distintos. Foucault se
aboca al estudio de la verdad en relación con el sujeto, el poder y el saber, considerando el saber como una fuente
de poder, y la educación como poder que ejerce un sujeto sobre otro. Como
puede la educación elaborar un acto de conocimiento que otorgue el saber y el poder a cada uno de los individuos sobre
sí mismos, dentro del marco de la comunidad que forman, en armonía y en paz. Existen tres niveles tanto en el lenguaje como en la
educación, la información, la comprensión y la reflexión.Sólo
si logramos que en un marco de respeto a la dignidad humana, y sintiendo sólo que somos un poco más expertos,
y considerando que la intuición de la verdad y de la realidad puede darse en cualquiera de nosotros, tanto educadores
como educandos, y nuestro objetivo sea llegar a la reflexión que nos puede cuestionar, problematizando nuestro pensamiento
y obligando a cotejarlo con el del alumno para sintetizar la pura verdad, la tensión dialéctica nos llevará
a avizorarla, porque como dice la Escritura " sólo la verdad nos hace libres". Elías
D. Galati
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LA
PATRIA Hay términos que exceden el marco lingüístico y entran en el campo de la sensibilidad
humana. Desde el punto de vista jurídico y sociológico se definen y connotan las palabras, nación,
estado, pueblo, población y otras similares. Ellas tienen un concepto bastante claro y una evolución a través
del tiempo y de las ideologías dominantes. Pero "patria" es algo más que un concepto y una definición
jurídica o sociológica. Toca a los sentimientos de todos nosotros. Si debemos hablar de nación o
estado, por lo general elaboramos una teoría o definimos el concepto de acuerdo a lo que sabemos. Pero si hablamos
de patria, hay primero una emoción que embarga nuestro espíritu, y que tiñe con ella nuestra razón
y determina lo que diremos de ella. La definimos más por lo que sentimos que por aquello que pensamos. Hay
una vinculación mucho más estrecha entre el vocablo y el hombre común. Cualquier ser humano letrado
o iletrado es capaz de sentir la patria, y de identificarla simbólicamente. La bandera, la escarapela, el himno nacional,
las virtudes de los próceres son el camino para esa identificación. Porque la patria aglutina, el pasado,
el presente, el futuro, las cosas materiales e inmateriales que nos son comunes, las personas, las clases, los lugares, las
actividades, costumbres y gustos propios. Obsérvese además los derivados lingüísticos. De nación,
deriva nacional, nacionalismo, de estado, estatismo, estatal. Pero de patria, deriva patriota, cuyo significado específico
es el que ama a la patria y lucha por ella. Patriarca, que involucra un concepto valorativo de veneración y admiración.
Patricio, concepto derivada también de padre, y aplicado a su dignidad. Patriarcal que en una de sus acepciones significa
autoridad ejercida con sencillez y benevolencia. Y patriotismo que etimológicamente significa conciencia de la
patria. Término que se apoya en un fuerte sentimiento de pertenencia con el país y que lleva a la persona a
la abnegación por ella y por la sociedad, a conservar las particularidades nacionales, preservar los símbolos
y conmemorar sus festividades. En sentido inverso que connotación trágica tiene la palabra apátrida.
Mucho más cargada de sentido que sin nacionalidad o sin estado. Este sentido de patria da una identificación
inconsciente, inmaterial e inmensurable del espíritu y la idea. Se establece un vínculo entre el espíritu
del hombre y la idea de patria. Que genera deberes y derechos recíprocos, que emana sentimientos, emociones, actitudes
determinadas y profundas.Es un vínculo tan fuerte como el de padre e hijo. sí como hay una identidad familiar,
que enlaza a las generaciones sucesivas, así hay una identidad patria, que enlaza a los hombres con su patria, como
concepto simbólico, mucho más que territorio, nación, cultura, población y costumbres.La patria
es el pater. La patria es el origen. La patria es uno mismo.Cómo se logra esta identidad. Haciendo patria. Qué
significa hacer patria. Es expresar las virtudes morales, en el más alto grado de abnegación. Es anteponer nuestros
logros por el crecimiento de la patria, y la solución de los problemas de nuestros hermanos.Es elegir y generar la
paz, la justicia, la dignidad, la igualdad, la bondad en todas las relaciones humanas.

LA ESPERANZA
Cuentan que cuando se abrió la caja de Pandora, voló todo lo que había en su interior menos algo
pequeño que quedó en el fondo, la esperanza. De allí el dicho de "la esperanza es lo último
que se pierde", a pesar de la afirmación del Dante en el canto III en el frontispicio del Infierno, lasciate ogni
speranza voi ch´entrate, abandonad toda esperanza vosotros los que entrais; poniendo en boca de Caronte el barquero
del hades dirigirse a los que nunca verán el cielo, ni a Dios. Es decir la esperanza acompaña al hombre
hasta las puertas del infierno, al trasponer ese umbral se acaban las esperanzas, ya no hay más que esperar. La
esperanza es la impronta del ser, más allá de sí mismo, en el futuro, es la identidad total del hombre
con el hombre, y de la humanidad con la naturaleza, es el tránsito de la prehistoria a la historia verdadera. Dice
San Agustin que es una virtud ordenada a Dios, que procede del amor, espera el que se sabe amado y espera lo que ama. Vivir es ejercitar una espera predatoria o defensiva. La espera humana participa, pero trasciende en diversos respectos. La espera humana es suprainstintiva y suprasituacional, y con ello abre camino para constituir la esperanza. La esperanza
es un principio cósmico por el cual la realidad no consiste en ser todavía lo que se espera que vaya a ser. La esperanza se incluye en el cumplimiento de la realidad, cuando se considera al ser como utopía, como la aún
totalmente excluida forma de realidad, la realización del impulso contenido del ahora y del aquí, podría
ser entonces la base existencial de este impulso.
A pesar de todo, contra toda predicción y aún
con el pronóstico mejor elaborado y racionalmente obtenido, el hombre apuesta al futuro, cree y espera.

El desierto de Atacama bien puede ser
una metáfora del espíritu del hombre. Cuántas veces hemos sentido el vacío interior. Cuántas
veces nuestros deseos o nuestras ilusiones no satisfechas han dejado en el alma un lugar desolado. Así como la
tierra se tragó a sus hijos, también la existencia se ha tragado nuestras emociones y nuestros sentimientos Y sumergidos en un profundo averno, que es más tumba que cobijo, nos ponemos delante de nosotros mismos y estamos
como Adán, vacíos y desnudos. Pero el hombre se aferra a la vida, que a pesar de todo continúa y
se proyecta hacia delante. En el sentido temporal, seguir con la existencia y en el sentido espacial del ser, hacer,
ser mejor, perfeccionarse. Y puestos delante de nosotros mismos y teniendo conciencia de nuestra finitud, comienza la
búsqueda. La búsqueda interior, de nuestros valores y de nuestras ideas que os dirán quienes somos. La búsqueda exterior, del otro, que conjugue con nosotros su vida, que entienda nuestro gozo y nuestro dolor, nuestra
grandeza y nuestra miseria. Pero cada uno de nosotros, realiza su propia búsqueda, con los elementos existenciales
que tiene, y muchas veces se cruzan, para bien o para mal, y otras veces no se encuentran. Es la añoranza del
hombre, que como en el mito griego busca su otra mitad. Dicen que un dios malvado creo al hombre en parejas, varón
y mujer unidos por la columna vertebral e impedidos de copular, hasta que otro dios benévolo, los separó y dejó
en el mundo la otra parte de nosotros. ¿Adónde está? ¿Quién es?Es la búsqueda
permanente del hombre identificada con la felicidad. Encontrar la otra parte de si mismo.
Estaba perdido y encontró el camino.
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El salmo 23 dice "El Señor
es mi pastor, nada me faltará..." quien haya estado en Tierra Santa y conozca la historia de Israel sabe bien
que los antiguos judíos debían trasladarse de un sitio a otro con su familia y su hacienda entrando en profundos
cañadones de arena que no tenían salida por varios kilómetros y las frecuentes tormentas de la zona,
si se desencadenaban mientras iban en camino, inundaba el cañadón, perdiendo familia, hacienda y a veces la
propia vida. Entrar en ese cañadón era un acto de suprema esperanza y de confianza en Dios que los protegería. La esperanza nace de la fe y prepara la caridad (el amor). Porque habéis creido habéis esperado, y porque
habéis esperado habéis amado. Se abre la esperanza en el decir de Marcel, tanto del lado que espera como
de lo esperado, la trascendencia es su fundamento, y tiene carácter personal y ontológico. La esperanza de alguien
para alguien, y la referencia al ser, no al mero tener. Es un acto trascendente a la oposición entre el querer
y el conocer, perenne vivencia de esta experiencia. Para Aristóteles es el sueño del hombre despierto,
y para Kant, como el camino terreno está sembrado de espinas, Dios le ha dado al hombre tres dones: la sonrisa, el
sueño y la esperanza.
1.6.2013 COMO AMO Con la pasión con que construye el nido el pájaro
en el calor primaveral, como todas las estrellas que han teñido con su luz el firmamento estelar, más que todos los amores conocidos los que han sido y los que serán, como la tierra brota en estallido cada año en el período
estival, más
que la vida que conmigo ha sido de pronto placentera o fatal, aún más que el aire que respiro, te amo de manera tal que no me importa
lo vivido sólo que a tu lado pueda estar. Elías D. Galati
LA CONSTRUCCION DEL SUJETO Todo hombre por su condición y por
ser quien es tiene la categoría de ser. El término ser es un verbo y un sustantivo, como verbo une al sujeto
con un atributo y en su forma intransitiva equivale a haber o existir. Como sustantivo su definición depende del
concepto que se tenga del mismo, ya que puede entenderse como esencia, existencia, ente o substancia. Pero desde los
griegos se ha interrogado sobre ¿qué es el ser? como entendiendo ¿quién es el ser? o cual es la
cosa que propiamente es. Se puede pensar que es un atributo que pertenece a todo lo que es. Aristóteles diferencia
en el problema del ser dos modos, el ser como ser, válido para todos los entes y el ser como ser superior y principio
de todo. Preguntarse por el ser equivale a creer que hay un ser en las cosas, confiar en que puede conocerse y suponer
que no se necesita auxilio exterior para encontrarlo. El ser permanece dentro de si mismo, es inmanente, compacto y no
admite separación. Y también es una realidad y permanece en la realidad, con diversas modalidades, interrelacionándose
con otras realidades. El hombre es, tiene categoría de ser, pero para poder ser debe constituirse en sujeto. Porque el ser debe constituirse en sujeto, capaz de relacionarse, de dar y de recibir Para ello debe ser pensante y
hablante, debe ser trabajador, productivo y debe estar vivo. Este sujeto es sí mismo hacia el interior, y objeto
de un proceso en relación a los otros, hacia el exterior. Como dice Foucault el sujeto humano esta preso de relaciones
de sentido, de producción y de poder, que son de gran complejidad. Sin estas formas de relacionarse el ser no
podría constituirse en sujeto y sería una forma teórica casi sin sustento, y sin aplicación práctica. La pregunta crucial es ¿Cómo se construye el sujeto? cada sujeto en particular y todos los sujetos como clase. Hay un fundamento biológico, genético que forma el ser en sí mismo, y que lo hace miembro de la especie,
con todas las características particulares de la variación de los genes heredados. Hay un fundamento psíquico
con componentes de varios tipos y que tienen que ver con el clan familiar, el habitat, la impronta de los primeros años,
la crianza y la educación. Hay un fundamento ideológico, que en un primer momento es determinado por quien
o quienes están a cargo del ser, y que después cuando use su razón puede adecuarlo, modificarlo o cambiarlo
según sus aptitudes o sus ideales. Pero la construcción del sujeto tiene que ver fundamentalmente con la
sociedad, con las pequeñas sociedades y los pequeños roles que asume y la sociedad en general. En estos
intercambios, en esta dialéctica de crecer juntos, con acuerdos o sin acuerdos está la clave de la construcción
del sujeto. De cómo se relacione en la pequeña comunidad y de cómo influya en sí la gran
sociedad de la cual forma parte dependerá su forma, su estilo, su ética y sus valores. La moral que se
viva en su entorno teñirá de manera preponderante su comportamiento, los modelos sociales, en especial aquellos
a los que se les da valor o que se presume que tienen éxito, también. Los acontecimientos de su vida, y
de la vida de sus seres queridos y los que están más vinculados a él, marcarán una tendencia y
una línea de conducta de la cual será difícil que se aparte. Por último pesará como
es su corazón, cuales son sus sentimientos, que es lo que considera esencial y cual es la escala que aplica en su vida. Como dice la escritura donde tienes tu tesoro, ahí está tu corazón, aquello que estimas, que priorizas,
será lo que determinará quien eres. De como se construya el sujeto dependerá como será el
mundo que habitamos, si el mismo se construye priorizando la solidaridad, la bondad, el amor, la paz, la equidad, la libertad
y la justicia, tendremos un mundo acorde a esos valores. Si se prioriza la soberbia, el autoritarismo, la inequidad,
la prepotencia, la humillación y la injusticia, el mundo seguirá boyando en este camino impredecible y temerario
que lo coloca permanentemente al borde del colapso. Elías D. Galati
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LA PAZ DEL CORAZÓN Como llegar al corazón del hombre iluminar su mente, hacer tenaz, su compromiso con la vida con la justicia y con la paz. Como llegar al corazón del hombre priorizando el amor, la libertad, posponiendo el orgullo, la soberbia, para que en el mundo haya paz. Como llegar al corazón del hombre para que reconozca la igualdad de todos, sin distinción, ni fronteras respetando el carácter, la dignidad, sin odios, sin
rencores, de manera que en todo el mundo haya paz. Elías D. Galati
Si bien hay un modelo de la especie
y un prototipo al que socialmente se llama normal, la condición humana es variable y diversa. Más allá que todo individuo
es único e irrepetible. Todo ser está sujeto a la variación genética y a heredar los caracteres
de sus antecesores, aunque éstos no sean estrictamente iguales y tengan modificaciones. Además incide sobre su condición,
el hábitat, el lugar donde nació y se crió, su educación, es decir que contenidos le han enseñado
y cuál ha sido su impronta, y la cultura, en sentido amplio y general del lugar donde ha crecido. Simultáneamente inciden las
circunstancias históricas, nacionales, regionales, sociales e individuales por las que ha atravesado. Dándose en ella eventos favorables,
como desfavorables, trágicos y peculiares. En un ser especial, diferenciado, que tiene una capacidad personal de absorber,
entender, digerir y sistematizar los sucesos, distinta de los otros. En un ser que tiene deseos, pasiones, virtudes y vicios, quebrantos o fortaleza
tanto física como psíquica. En un ser que tiene un horizonte, una meta, una verdad, un lugar donde se propone llegar. Un ser que aprende teóricamente,
y en la práctica y que guarda recuerdos de su aprendizaje. Que muchas veces repite lo aprendido entendiendo que le es favorable, y
otras en la misma situación trata de cambiarlo pensando que será mejor. Un ser que vive de la relación,
se vincula con los que lo rodean y asume posturas de acuerdo a la situación y a la respuesta del otro. Que puede ser introvertido o extravertido,
alegre u hosco, bondadoso, indiferente o dañino. Que razona o vive de impulsos. Que racionaliza la emoción o emociona la razón. Al cual le es muy difícil
alcanzar el equilibrio, lo adecuado, lo justo en la proporción ideal. Que es capaz de cambiar permanentemente y a cada instante. Que es capaz de luchar por un ideal
y de defender con énfasis sus principios. Que tiene miedos, se angustia y le preocupa el futuro del cual no puede
estar seguro por más que tome todos los recaudos y evite todos los riesgos. Un ser que por más encumbrado que esté, o más debajo
de la escala social, tiene las mismas necesidades de todos los hombres. Un ser dotado de libertad para decidir por sí mismo lo que genera
su responsabilidad. Una libertad que es tal que ha hecho decir a Sartre que el hombre está determinado inexorablemente
a ser libre, no puede elegir entre serlo o no. Y esa libertad hace que sus actos sean voluntarios. Que pueda cumplir su voluntad en
la medida de sus limitaciones humanas. Que no pueda descargar en otros la causa de sus actos. A lo sumo habrá elegido libremente
someterse a los dichos o a la voluntad del otro. Esta responsabilidad surgida de ser libre lo compromete en su condición. Lo compromete con sus semejantes,
con los valores, con la dignidad de sí y de todo hombre, con la voluntad de crecer y ser mejor y lo hace en fin un
ser que suspira por amar y ser amado. La condición humana surge de la pulsión interior del hombre. El que se encuentra tironeado hacia
un lado y hacia el otro por deseos que son fuerzas, que aparecen de improviso y le demandan una elección. Hacia un lado o hacia el otro. A lo mejor en el momento que no es
el adecuado, o el que quisiera. Esas fuerzas interiores son poderosas y no pueden soslayarse, y a veces ni siquiera demorar
la elección. Son tan frecuentes que el hombre está acostumbrado a recibir y soportar la tensión. La que no es gratuita; le provoca
un costo físico y psíquico, y una actitud mental de cambio. Dependerá de la apertura que tenga cada uno para entender y dar
una respuesta razonable a la misma. Pero aún en la inercia, en tratar de de no sostenerla, hay una elección. Siempre es la voluntad la que elige,
aun no hacer, y ello lleva a la responsabilidad personal basada en la libertad. La fuerza del carácter, la adhesión a los valores y la constante
voluntad hacia el bien determinará una maravillosa condición humana.
NO TE METAS Es una frase
tan común entre los hombres, dicha como sugerencia, como consejo o como mandato.---En mi país
durante mucho tiempo se empleó una expresión característica "yo, argentino" significando que
estaba al margen de la situación y no me involucraba ni tenía por qué meterme en ella, sea cual fuere
la misma.---Esta actitud conductual, marca una postura determinada en cuanto a la relación social. NO TE METAS ....significa
que lo que pasa a mi alrededor, no sólo no me concierne, sino que tampoco me importa.Es una cosmovisión
personal, que empieza y termina en el propio individuo y lo aleja de sus semejantes.Comprometerse es
ser solidario, creer en la importancia de la vida en común, en la sociedad comunitaria, y en la responsabilidad que
nos cabe a todos con respecto a nuestros semejantes, en especial nuestros hermanos más cercanos, con los cuales compartimos
la vida.Vida que está contenida en pequeñas e infinitas situaciones diarias, que se deslizan
por el sendero de la concordia y la comprensión y que nos atañen porque suceden a nuestro alrededor y de alguna
manera nos modifican y nos cambian. El no te metas, también es un cambio y una modificación, en especial en el comportamiento, porque es
el alejamiento del individuo de su realidad social, produciendo una serie de acciones y pasiones internas como el egoísmo,
la soberbia, la indiferencia y la abulia.Todo ello produce en el ser consecuencias, que con el tiempo
y la reiteración de las mismas, agravan el modo de actuar, y cada vez es más difícil cambiarlo.En nuestro mundo tanto a nivel individual como colectivo, ya sea en los grupos, la sociedad, o las naciones, existe
una tendencia a no inmiscuirse en los problemas ajenos. Pero hay dos formas de sistematizarlo,
una es la correcta interpretación de nuestra relación, el respeto por las decisiones de los otros, y la tolerancia
con las diferencias. Todo ello en un marco de atención, y de compromiso cuando existe necesidad
de nuestra intervención ya sea como consejo o ayuda. La otra, es la despreocupación
total de lo que no es propio, evitando cualquier intervención que pueda comprometerme o dar lugar a que tenga que mover
mi forma de actuar o de ser en una dirección distinta a la que acostumbro.La vida de los hombres
es social, no existe el Robinson, el hombre aislado, por lo menos en cuanto a la normalidad, y ya la psicología ha
definido al ser determinando que el hombre se constituye verdaderamente y termina de ser él mismo sólo en la
alteridad. Es decir en el contacto con el otro, en la relación con los demás, sólo
así y ahí está verdaderamente el ser humano, de otra forma no termina de ser, no llega a constituirse. Hay otra situación que contribuye a éste fenómeno, y son las consecuencias, muchas veces
intervenir de buena fe, para ayudar y dar una mano, es visto como insolencia, como superioridad, y el que lo hace termina
siendo criticado y hasta vituperado.
También la consideración del otro, nadie que honestamente se mete en una situación extraña
para dar una mano, busca retribución, ni siquiera ser tratado de la misma forma si estuviera en igual situación.---A veces sin embargo, hay como una molestia, un desagrado, en el ayudado hacia quien lo ayuda, y después de
recibirla y a pesar de ella, su comportamiento y su reacción es negativa.Lo peor sucede cuando
la ayuda genera en el dador, situaciones difíciles, y a veces trágicas, porque sufre él las consecuencias
o de una mala acción de otros o de la respuesta a la situación que se había planteado.Sin
embargo, debemos ser solidarios, comprometernos con el prójimo, entender que los problemas son comunes, y que debemos
crecer todos juntos como sociedad, y que si alguno de nosotros no crece, o está en situación difícil
es nuestro deber darle las herramientas para que pueda salir de dicha situación y construir su felicidad. Elías D. Galati TE EXTRAÑO
Que sentimientos del alma imposible de descifrar, porque se pierde
la calma y uno debe buscar
alguna manera extraña para poder superar la ausencia que nos empaña la alegría, el disfrutar
de la vida, la esperanza sin que se pueda lograr aquello que no se
alcanza
con otra forma de amar, otro sentir, la bonanza, siempre te he de extrañar.
Elías
D. Galati
QUE ESPERAR
Cual una ninfa
cercana que no quiere revelar la belleza que engalana el año ha de comenzar
a nuestros sueños
aclama nos mueve a poetizar señalando aquellos dramas que no podemos soslayar
escondida a
nuestras ganas de su morada encontrar parece que se mostrara para ya no verla mas
es la condición
humana un poco aquí, otro allá guia la mano inspirada que muestra el amor y la paz
Elías
¨D. Galati
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DIA INTERNACIONAL DE LA PAZ
Esperar... no se porqué espero, si no hay esperanza, más espero.
Esperar... ni saberlo anhelo es palabra vacío más espero.
Esperar... la verdad
te revelo, no sé lo que espero más espero.
Esperar... Divinidad en celo, pues
te niegas a amar más espero.
Esperar... el ser inmóvil, quieto, Lázaro renovado, mas espero.
Elias D. Galati wolfie@speedy.com.ar
CARROUSELL Que pretendes, que apeteces,
que deseas porque suspira tenaz tu corazón, el carrousell de la vida te lleva con tu esperanza, tu placer
y tu dolor . Donde vas, es acaso la manera, con la que impulsas la pasión o quizás solo
quedas a la espera del devenir impuesto por su acción. Giras con la vida aunque no quieras, no puedes escapar, no tienes ocasión solo esperar como si en verdad supieras el momento exacto de la aparición, haciendo el bien, sin reparar fronteras con
el amor que será tu salvación. ***** Elías D. Galati 12.29.2013
QUE ES LA VERDAD Elías
Domingo Galati Pensador, Poeta, Escritor, Filósofo, Conferencista "Todos queremos saber qué es
verdad, en cada hombre, en cada hecho, en cada relación, en cada acontecimiento. Y queremos tener una medida, una distinción
que nos permita saber la verdad para cada cosa y para cada situación". Hoy hablaremos sobre la verdad. Es
una de las preguntas fundamentales del hombre. De todo hombre, de quién la pregunta intencionalmente, porque entiende
y conoce el problema existencial de la misma, y aún de los que la preguntan con la ingenuidad y sinceridad de los niños.
Todos queremos saber qué es verdad, en cada hombre, en cada hecho, en cada relación, en cada acontecimiento.
Y queremos tener una medida, una distinción que nos permita saber la verdad para cada cosa y para cada situación.
Pero la verdad no es una pregunta meramente racional, supera esa dimensión. Se tiende a colocar la verdad
fuera del hombre, como si él debiera buscarla en el exterior. Por qué no pensar quizás que la verdad
está en el hombre, inmanente a si mismo. Y que es paradojal, que le permite ser un infinito finito, un perfecto imperfecto,
un bueno equivocado. La verdad está inscripta en la conciencia del hombre, pero el conocimiento lleva al hombre
a la sabiduría y lo transporta a la concepción socrática, que afirma de forma sensata y madura que solo
sabe que no sabe nada. La verdad en última instancia se le escapa. Cuando adopta esta actitud humilde, valiente,
de reconocer sus límites racionales, surge dentro de él, aquella Verdad que siempre estuvo, que fue inscripta
desde el comienzo. Porque hay un acceso a la verdad objetiva, que pretende ser absoluta, desde lo social, desde la realidad,
que al decir de Kant no se conoce en sí misma, sino como se nos aparece a nosotros, y hay un acceso a la verdad subjetiva,
desde nosotros mismos, desde adentro, como me posiciono, desde dónde la miro o la busco. Y esto condiciona la
experiencia y el conocimiento que se tiene de la verdad. La busco desde mi origen, desde mi ser, desde mi deseo, desde el
vacío existencial, desde la realidad material. Pero ¿para que busco la verdad? La mayoría de nosotros
la busca para tener paz y armonía en si mismo, y ser felices. Hay un texto del Evangelio donde Jesús dice:
donde está tu tesoro ahí está tu corazón. ¿Cuál es mi tesoro? ¿Dónde
está mi corazón? Ello determinará desde donde la busco. No puedo despojar la búsqueda de
la verdad de mi sentimiento. Y mi razón simula encontrar mi verdad, la que yo considero absoluta, inmutable para mí.
Y esa verdad es un disfraz, que simula la felicidad que no tengo, mis incapacidades, mis deseos incumplidos, mi tragedia existencial.
Hay una anécdota de un rabino que acostumbraba esclarecer la verdad contando una historia. Al preguntarle por
qué, contó esta historia: la verdad se paseaba desnuda entre los hombres, pero estos le huían, por miedo
o por vergüenza no era bienvenida, no se acercaban a ella. Un día se encontró con la parábola, vestida
con un hermoso atuendo, y le contó que debía ser muy fea, porque los hombres no se acercaban a ella. No es por
eso le dijo la parábola, toma ponte una de mis ropas. La verdad se puso las lindas vestiduras de la parábola,
y de repente fue bienvenida por todos los hombres, en todos los lugares donde iba. El rabino concluyó, la verdad que
a los hombres no les gusta encarar la verdad desnuda, ellos prefieren disfrazarla. ¿Cuál es tu verdad
estimado oyente? Búscala desde el amor dentro de tu corazón.
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