PASADO, PRESENTE Y FUTURO DE LA POESÍA.
Por
Silvio Vásquez Guzmán (Los conceptos emitidos a continuación son personales y no involucran
en nada a Algo por Colombia).
PRESENTE DE LA POESÍA EN COLOMBIA.
He
observado durante los últimos años, que se viene teorizando acerca de lo que es y lo que no es poesía.
Para algunos la verdadera poesía es la que se expresa a través del verso libre, sin ataduras, sin métrica
ni rima; además dicen que debe estar desprovista de ropajes, léase metáforas u otras figuras literarias,
lo cual en mi concepto, es quitarle la esencia al poema, tal como si se le quitara a la flor su color y su aroma, pues solo
quedaría un chamizo o cadáver insepulto.
Es lamentable que quienes hablan de desvestir
la poesía no se dan cuenta que el inmenso público, disfruta de ella por sus adornos, por su ritmo, por su música,
quizás a esto, es a lo que se le llama poesía y lo queda bien pudiera ser una prosa, quizás poética.
Mi percepción es, que también han ido desapareciendo los declamadores, que son quienes, con su
histriónico actuar, le dan tiernos masajes al verso, al poema, para mostrarlo más apetecible al oído
de las personas. Es importante recalcar que el declamador lo hace, porque el contenido del poema tiene tácito un ritmo
o musicalidad que le llega primero a su intelecto donde lo procesa y lo impulsa a memorizarlo para luego entregárselo
a su público. Tenemos poetisas y poetas que escriben verso libre con inefable donosura. Poemas, que si se analizan
detenidamente, son bellos porque tienen su propio ritmo, nacido acaso de una métrica implícita, no preconcebida.
Quienes teorizan, acerca del verso libre y atacan abiertamente la poesía modernista, la poesía
lírica, dentro de esta el soneto, muchos de ellos, desconocen hasta lo más elemental de la preceptiva literaria.
Con esto no quiero generalizar, pues el famoso Pablo Neruda escribió un libro titulado CIEN SONETOS DE AMOR, de los
cuales ninguno lo es; son cien poemas de 14 versos y cuatro estrofas cada uno, aparentando con su arquitectura ser sonetos,
mas, según la preceptiva literaria no lo son.
Solo me queda una pregunta: ¿Si la poesía
clásica, también la modernista, tuvieron sus ideólogos, sus normas, crearon una PRECEPTIVA LITERARIA,
tal como lo hicieron en Italia con el soneto, Guido Cavalcanti, Giácomo Lentino, Dante Aligiere, Francesco
Petrarca, Bernardo Tasso, Torcuato Tasso, Ludovico Ariosto y en España El Marqués de Santillana, Garcilazo de
la Vega, Luis de Góngora y Argote, Lope de vega; qué escuela, qué movimientos poéticos representan
a quienes hoy, descalifican la poesía lírica, inclusive la modernista, que por años le han llegado al
alma no solamente del común del pueblo, sino también a la de gente más culta del conglomerado universal?
¿Y dónde están los derroteros, los preceptos, las reglas, la preceptiva que nos hagan creer que la nueva
poesía, denominada de verso libre es y será la redención de los espíritus ávidos de belleza
o de transmutación de pragmatismos en germen de trigales?
En el presente, se percibe un desgano
por la poesía, que bien puede atribuírsele a:
Antes, años
ha, en las escuelas y colegios se leía poesía a los niños como elemento lúdico y se les enseñaba
a memorizar los poemas, como parte de la formación integral del alumno. Hoy, con honrosas excepciones, la poesía
ha desaparecido del pensum o plan de estudios de casi todos los colegios públicos y privados.
Hoy,
se ha generalizado el decir que a la juventud actual no le gusta la poesía, lo que es una falacia, ya que no gusta
lo que no se conoce, y si no se le ha dado a conocer no se puede dar fe a tal afirmación.
La
ausencia o escasez de declamadores, como consecuencia del punto anterior.
La falta de apoyo
económico, no solamente del estado sino también del sector privado
FUTURO
DE LA POESÍA EN COLOMBIA
Si se quiere que Colombia, especialmente Bogotá recupere, en el
concierto mundial, su buen nombre de Atenas Suramericana, título que obtuvo gracias a la cultura poética de
la época, tiene que propender por una reingeniería del espíritu, que deberá comenzar en jardines,
escuelas y colegios, preparando el terreno para sembrar allí SEMILLAS DE JUVENTUD orladas de poesía.
MOVIMIENTOS POÉTICOS DESPUÉS DEL NADAISMO
Fue el Nadaismo una escuela seudo filosófica, seudo poética, seudo derrotista, iconoclasta por
principio, pirómana por demostración, polémica por supervivencia, que dejó una estela de jóvenes
derrotados por el vicio y la incertidumbre mental y espiritual.
Las calles de Medellín, Cali
y Bogotá testigos presenciales fueron de dicho testimonio, pues ellas albergaron en su seno decenas de jóvenes
bohemios, famélicos, peludos y harapientos convencidos de la verdad absoluta predicada por su maestro, por EL PROFETA
Gonzalo Arango en su "TERRIBLE 13 MANIFIESTO NADAISTA".
Mientras dichos jóvenes
dormitaban en las calles su resaca, a la luz y a los ojos de una sociedad timorata, herida, asustada y ofendida por las acciones
irreverentes, sacrílegas y absurdas que el Maestro Gonzalo les recalcaba diciendo que "vivimos tiempos de temor
y de muerte" otros los líderes, los más reposados mentalmente, escribían sus versos, sus panfletos,
sus revistas, sus libros para sobrevivir económicamente, a pesar de que iban contra todo lo que pudiera producir réditos
económicos.
El Maestro Gonzalo, El Profeta, se fue inesperadamente del planeta tierra, bañado
de una aureola de misticismo y dos de los grandes nadaistas supervivientes, J. Mario Arbeláez, hoy columnista del tiempo,
quien periódicamente nos entretiene con su fina pluma, entró al capitalismo con una cuota inicial de cien mil
dólares, producto de un premio ganado en franca lid y Eduardo Escobar también columnista del tiempo, hoy habla
reposadamente de desarrollo rural, lo que va en contra de la filosofía nadaísta.
Muerto
el ideólogo del Nadaismo en olor de santidad. Convertido J. Mario en capitalista practicante y Eduardo Escobar, quien
bien pudiera ser negociador en la Habana, por parte del Gobierno, ya que se ha metido de lleno, con su experiencia vivenciada
y con claros conceptos en el desarrollo futuro del agro colombiano, y por lo tanto se ha apartado de lo que pudiera llamarse
el Decálogo del Nadaismo, el TERRIBLE 13 MANIFIESTO NADAISTA, concluyo, por sustracción de materia, que
el Nadaismo ha muerto.
Lastimosamente, vemos que 55 años después de su aparición,
su agonía y muerte no ha surgido ningún movimiento como tal, que pueda decirse que marcó o ha marcado
un hito en el concierto nacional de la poesía colombiana.
Para concluir estas divagaciones quiero
afirmar, después de tratar de entrar en la comprensión cosmogónica del Universo, que la poesía
es un algo inherente a la vida misma del propio Universo, ya que su primer poema fue el Big Bang, cuya expansión en
el tiempo vino a ser traducida al idioma inglés, por el astrónomo norteamericano Edwin Powell Hubble 13.810
millones de años después, con su Ley de Hubble. Esto nos lleva a entender que la poesía
no solo es inherente al hombre sino también a las cosas, que viene desde el principio de los tiempos y perdurará
hasta el encuentro con el infinito.
Orientando el tema hacia la parte personal, expresaré mi sentimiento
poético con el poema:
EL POETA
Un poeta es un hombre que
le ríe a la vida,
un poeta navega entre luces y paz,
un poeta es la patria
suspirando armonía,
un poeta susurra tras su melancolía
arpegios
deshojados en gotas de cristal.
Un poeta se asombra con una melodía,
un poeta
se asombra con una tempestad,
un poeta es la esencia de la vida y los sueños,
un
poeta le canta a los más secos leños
y a los oscuros miedos los vuelve claridad.
Un poeta conversa con las aves del cielo
un poeta conversa con cualquier animal,
y el caballo le cuenta la torpeza del hombre
que a pesar de espolearlo, en un castigo
enorme,
él lo lleva en sus lomos hasta hacerlo vibrar.
Solo el poeta sabe
que la patria le duele,
solo el poeta siente el brotar de una flor,
solo el poeta
sabe lo que piensan los perros
y comparte con ellos ladridos y desvelos
y también
sus caricias, mordiscos y valor.
Al poeta le hiere el dolor de la selva,
las espinas
de angustia del secuestro feroz
y en sus versos derrama lagrimones de fuego
para
incendiar con rabia y con fuertes destellos
la ignominia cobarde del cruel secuestrador
Oh
poeta aldeano de inspiración vernácula,
tu numen es esencia, es alma y es color,
el viento, el sol y el agua, el canto de las aves,
los crepúsculos tenues y las
borrascas graves
transmutan tu poema de la vida en amor.
Silvio Vásquez Guzmán