"Oh, corazón; hablamos nuestro idioma... |
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Matilde Espinisa q.e.p.d. - AGUS |
HOMENAJE
A MATILDE ESPINOSA
Reviviendo
su poesía. Extractos del libro La Sombra en el Muro
dedicado a Agustina Ospina de Sánchez
Matilde
desafía el tiempo y se colma de metáforas para hacerle el quite a la existencia, aún cuando ésta
la ha llenado de dolores. Bella Ventura.
Matilde Espinosa en la pluma de Bella Ventura. Para leeer su homenaje, oprimir aquí.
Encuentro de Escritores Matilde Espinosa. Bella Ventura, Oprima Aquí.
PARA ENVIAR SUS COLABORACIONES SOBRE EL TEMA OPRIMA AQUI. GRACIAS
El
Corazón de Matilde (Espinosa,claro)
Un corazón
cansado, quizá viejo...
¡Ni viejo ni cansado!: trajinado
pero ayer, hoy, mañana enamorado
de la vida de que es prisma y espejo;
un
corazón tenaz, joven y añejo
como el vino mejor y reforzado
por la ternura del amor blindado
que lucha y vence ante el dolor perplejo;
un
corazón gigante, refulgiendo
universal y mínimo y tremendo
desde el pecho en que late su canción;
un corazón ya mío porque es suyo
el que hoy palpita en mi con el murmullo
de tan lindo y pujante corazón.
David Chericián
Agosto 4/97
A LA MAESTRA
MATILDE ESPINOSA
DE PÉREZ
Héctor
José Corredor Cuervo
Mujer
grandiosa de una mítica ambrosía
que contiene manjares de prosperidad
donde toman los bardos la sabiduría
que los lleva por sendas de inmortalidad.
Con tu pluma impregnada de gran fantasía
llevas mensajes de la eterna juventud
para
alumbrar con amor y con alegría
como la lámpara prendida sobre almud.
Tú eres un diamante de múltiples colores
que
esparce sus destellos en hora temprana
para que en el día se cosechen las flores
con los visos de tu iris
oro, nieve y grana.
Tú
eres en Colombia la joya más preciosa
que se guarda como el más fino tesoro
en un nicho sagrado
por gente orgullosa
que goza la lira con tañido sonoro.
15 junio de 2001. Galardonada y reconocida como una de las mejores poetas
del siglo XXI.
Ver
en 1er.Columna Héctor J. Corredor Por MATLDE ESPINOSA
POEMAS .. DE MATILDE ESPINOSA
1a. Parte
Eternidad de Vuelo
La
placidez
como una piedra blanca
respira las caricias
de la tierra.
Irrumpe
en los silencios
o en extraños delirios.
II
Un manantial
secreto
seduce el esplendor
de las cosechas
y la mágica lumbre
los vuelos, las miradas
y el arrebato codicioso
de las sombras.
Nada
gime distinto
del temblor de la herida
mientras el aire con sus torres
orienta los desvelos
y pregunta
donde se mueren
los padecimientos.
III
Se vuela en la quietud
vaguedad de lejanías
donde el alma
se pierde
como el polvo dorado
sobre el cadáver
de una mariposa.
Se vuelve en la nostalgia
cuando el recuerdo
pesa en la memoria.
La eternidad comienzo
de la nada
trasciende en la suplica,
el suspiro o el miedo
al infinito.
EL SOLITARIO
Toda
la soledad
brilla allí donde el hombre
ha perdido su ademan de angustia.
No se habla de tristeza
se habla de soledad casi de olvido
de quien golpea la puerta.
¿Desde
cuándo jugaron los espejos
a ser la huida de todas las presencias?
¿Desde cuándo anduvo la
soledad
colgada al hombro del ancho mundo
corazón adentro?
Saber
llegar era la esperanza.
Mas sin embargo la soledad se precipita
en mar abierto en estancias desnudas
donde
no cabe el sueño.
Sobre las multitudes cubiertas de ceniza
o en los palacios insomnes sin rústicos
aleros
donde no canta el sol.
Se precipita en las
calles donde no llega
el rayo pero toca y envuelve al habitante
de un mundo de espaldas a su nombre.