AveViajera rinde homenaje poético al ilustre
poeta y escritor chileno Alfonso Esteban Jerez Jerez, con motivo de la reciente publicación de su obra Mis
Cien Sonetos- quien se ha impuesto, en sus propias palabras, "el osado sueño de reconquistar
estas sendas ancestrales, agrupando mis sentimientos, enlazando formas y figuras literarias encontradas bajo el plafòn
de mi tiempo, que, llegado el otoño, puede tomar la ruta de las eternas y breves golondrinas".
El Soneto, la forma de composición
poética clásica más precisa para expresar toda clase de sentimientos, llega en la pluma
de Alfonso a la plenitud de su perfección, aquella concebida por Petrarca en Italia, allá por el siglo
XII, y llevada a España , ¨de la mano" como lo hace siglos después el autor de Mis Cien
Sonetos, por Garcilaso de la Vega y otros grandes poetas contemporáneos suyos. Desde entonces, ya en nuestra
América, creció y cumple más de siete siglos, ¨"resistiendo" como bien afirma
Alfonso Esteban en su Prólogo, "estoicamente el embate modernista de los nuevos creadores, los cuales
se han estrellado con la sólida estructura de sus formas literarias, donde mora, desde su creación".
"Si fuera susceptible
reunir en una gran gala a las distintas formas de la vasta pradera de las letras y disfrutar de un gran encuentro, sin
duda alguna", manifiesta nuestro invitado de honor, Alfonso Esteban Jerez Jerez, "el soneto asistiría
a ella con "Cuello y Corbata" ya que su origen, forma y linaje asi lo requiere."
La poderosa y contundente
conclusión del autor, " lo que constituye en sí, el gran desafío, donde hay que emplear toda
la capacidad de recursos para salir airoso y no "morir" en el intento". y su dolida certeza sobre el destino,
al parecer inevitable, que corren, "hoy, sus cultores..en "Vías de Extinción"
, convierte a Mis Cien Sonetos en prodigioso heraldo de este género inmortal al que nos suscribimos quienes
aún creemos en la inmortalidad de sus creadores.
Joseph Berolo. Editor
PROLONGANDO - (su primer soneto)- esa inmortalidad, el Poeta
nos dice:
Los versos que presento me han donado,
la dulce primavera de un encuentro,
con la tibieza corta del momento
despertando en mi lo más amado.
Están llenos de sueños ignorados,
que esperan la luz del movimiento,
recíbelos, haz de ellos tu alimento
pueden ser el maná que has encontrado.
La mano que escribió fue acariciando
la geografía de un amor eterno,
más allá de las lluvias y bonanzas.
Estremecido el corazón, amando
no sabrá de fríos ni de inviernos
en pecho tapizado de labranza.